Los salones dedicados al motor en general y a las motocicletas en particular han sufrido especialmente la llegada de la pandemia de coronavirus. Las continuas restricciones sanitarias que los países se han visto obligados a poner en marcha para frenar en la medida de lo posible la incidencia de la pandemia se llevó por delante numerosos eventos que llegaban cada año o, como es el caso del Tokyo Motor Show, cada dos años por la necesidad de evitar las aglomeraciones de personas en espacios cerrados (e incluso abiertos).
Esa básicamente es la razón por la que esta feria que tradicionalmente se celebraba en la capital japonesa de modo bienal no se lleva a cabo desde el año 2019, es decir, uno antes de que surgiera el virus y frenara su actividad y, por lo tanto, su edición de 2021. De hecho, en la web de la organización no hay noticias de retomarla este 2022 y tampoco se habla de 2023. Es decir, están a la expectativa de ver lo que ocurre y si tiene sentido que se siga llevando a cabo o no.

Tokyo Motor Show
El Tokyo Motor Show no está dedicado exclusivamente a las motos. De hecho, tradicionalmente han sido los automóviles los que han acaparado un mayor número de miradas en este evento que comenzó a organizarse hace casi 68 años.
Desde entonces, ha sido uno de los grandes escaparates mundiales especialmente para las marcas japonesas, que daban a conocer sus grandes lanzamientos, aquellos con los que pretendían liderar la industria del motor. Y no solo eso, sino que los fabricantes foráneos también llevaban al salón lo mejor de su oferta con el objetivo de conquistar el complicado mercado japonés. Como hemos apuntado, los automóviles siempre han sido los protagonistas, pero si tenemos en cuenta el poderío de la industria japonesa en la fabricación de motos, nos podemos hacer una idea de que estas también tenían una relevancia especial durante los días que duraba el evento.

La última edición, en 2019
Cuando todo estaba preparado para que se comenzara a montar la edición de 2021, los organizadores llegaron a la conclusión de que no iba a ser posible, ya que no solo habría que tomar excesivas medidas sanitarias, sino que los aforos provocarían una descenso de los visitantes y que la feria resultara descafeinada y casi imposible de llevar a cabo. Es más, de cara a la vuelta, se están planteando incluso el concepto del propio salón, con planes de enfocarse en la movilidad como tal, más que en el “motor”.
Así que la última edición que se celebró corresponde a la de 2019. Y para hacernos una idea de la importancia que este salón tiene en Japón solo hay que remitirse al número de visitantes que participaron de alguna manera en el evento: de acuerdo con las cifras oficiales fueron casi 1,4 millones de personas (de todas las edades y de múltiples nacionalidades).
En 2019, el evento tenía como lema “Open Future”, es decir, suponía una apertura al futuro en todos los sentidos, no solo en el automovilístico y motociclista, sino también en el hogar y en las ciudades, con una interconexión global.