A lo largo de los meses de mayo y junio el Gobierno tiene previsto realizar un desconfinamiento progresivo de la población hasta llegar de nuevo a la normalidad. Sin embargo, tras el coronavirus esa normalidad no volverá a ser la misma y la moto cobrará protagonismo como una de las soluciones más inteligentes de la movilidad individual.
La contaminación en las ciudades ha disminuido drásticamente
El confinamiento y la reducción de la movilidad nos ha enseñado la responsabilidad que la movilidad tiene en la contaminación de las ciudades. Los niveles de óxidos de nitrógeno y de partículas en suspensión han descendido, las boinas marrones han dejado de cubrir las grandes ciudades.
Medidas disuasorias
El Gobierno y los Ayuntamientos son conscientes de ello, y en el próximo futuro van a implementar medidas para que estas reducciones se conviertan en una normalidad y que los valores de contaminación se mantengan en niveles aceptables para la salud de los ciudadanos, algo que requiere medidas drásticas en muchos casos.
El aislamiento choca con las aglomeraciones del transporte público
Otra de las consecuencias de la pandemia de coronavirus ha sido el aislamiento de las personas y la necesidad de mantener la debida distancia de seguridad entre las personas. Estas medidas de aislamiento individual chocan frontalmente con las aglomeraciones, y el transporte público ha sido tradicionalmente lugares con una alta concentración de personas.
Medios de transporte menos contaminantes
Aunque las medidas para reducir el aforo en autobuses y metro se implementen, el volumen de personas que requieren moverse en el interior de la ciudad hace que en las horas punta sea realmente complicado lograr compatibilizar las cifras de traslados con la distancia de seguridad, y por eso el transporte individual va a acabar potenciándose.
Hay que penalizar el transporte individual tradicional
La intención de los diferentes gobiernos es que el transporte individual actual, basado en el automóvil, vire hacia otros medios que causen menor contaminación, como los patinetes, las bicicletas y los vehículos eléctricos en general. Para ello no hay más remedio que penalizar los medios de desplazamiento individual.
Más espacio para los peatones
Las medidas van a ser muy variadas, por una parte reducir aún más la velocidad en el interior de las ciudades y en las vías de circunvalación, por otra **reducir el espacio reservado al aparcamiento ** de los coches y aumentar sus tarifas, y también crear zonas de acceso restringido que se van a ampliar a todo el centro de las ciudades.
Las vías de circulación de vehículos van a disminuir
Una medida que ya se está empezando a comentar es la ampliación de las aceras para aumentar el espacio de los peatones y de las terrazas de los comercios de hostelería, también la creación de carriles bici y patinete en la totalidad del núcleo urbano de las ciudades, y, por supuesto, la prohibición de circulación de los modelos más antiguos.
El automóvil será el gran penalizado
Sin embargo, no todos los usuarios de medios de transporte individual que colapsan las urbes viven en el interior de las ciudades, y para ellos una bicicleta, un patinete, e incluso un pequeño automóvil eléctrico no puede ser la solución. Los Ayuntamientos llevan décadas intentando construir **aparcamientos disuasorios en las afueras **de las ciudades sin mucho éxito.
Muchas personas quieren un medio de transporte individual
Visto todo esto, por una parte la utilización del automóvil se va a convertir en un problema por los atascos y también por sus penalizaciones, desde la imposibilidad de cubrir todas sus plazas a la de aparcar y la restricción del espacio en el que se van a poder mover. Y muchas de las personas que emplean el transporte público quieren huir de las aglomeraciones y pasar a moverse individualmente.
La moto es la solución
Aquí es donde entra de lleno la moto, especialmente la de pequeña cilindrada. Por una parte es un medio individual en el que no existe contacto ni cercanía con otras personas, incluso ya cuenta con medidas de protección inherentes como el casco o los guantes, por otra es rápido, económico y capaz de sortear las próximas restricciones.
Con un carnet de automóvil puedes conducir también una motocicleta
Aquellos que ya tienen licencia para conducirlas las conocen y son conscientes de sus ventajas, pero en esta próxima coyuntura, todos aquellos que cuentan con un carnet de coche también pueden cambiar de medio de transporte con un modelo de 125 cc, el vehículo que debería presentar el mayor aumento de ventas de todos.
Las motos pequeñas contaminan muy poco
La moto en la ciudad no sólo plantea las ventajas obvias de libertad de movimiento y de rapidez, sino también la de estacionar cerca del destino, más y mejor a poco que las autoridades fomenten sus espacios reservados. En el hueco de aparcamiento de un automóvil que conduce habitualmente una persona caben cinco motos.
Las motos han reducido enormemente sus emisiones
Las motos de 125 cc tienen pequeños y eficientes motores que gastan y contaminan mucho menos, tanto que con una reducción del 92% en emisiones de CO y del 95% en hidrocarburos y óxidos de nitrógeno en los últimos años. Con pequeños aumentos de la densidad de motos circulando a costa de la de coches se producen reducciones de emisiones muy importantes.
La moto eléctrica es una alternativa
Además hay que tener en cuenta que si hablamos de desplazamientos urbanos, la moto eléctrica es una solución evidente, ya que tiene un rango de autonomía suficiente para ello y los modelos más pequeños tienen habitualmente baterías que ni siquiera tienen la necesidad de cargase en el vehículo, sino que pueden subirse a casa.
En la ciudad la moto no tiene rival
Una moto de pequeña cilindrada no sólo es mucho más barata que cualquier automóvil, sino que su coste por kilómetro también es menor, consume menos de 3 litros a los 100 km, su seguro es económico, no requiere un gran mantenimiento, tiene la capacidad de carga necesaria para la ciudad y no plantea problemas de aparcamiento. Lo dicho la solución para el desplazamiento individual.