Tiene 22 años pero corre con la madurez de un treintañero. Y eso es lo que ha llevado a Lorenzo Dalla Porta a proclamarse campeón del mundo de Moto3 con 79 de ventaja sobre Arón Canet. El piloto italiano siempre ha ido de tapado en los campeonatos que ha corrido, pero siempre ha sabido hacerse su hueco e ir progresando. Lo sorprendente es que todavía resulte una sorpresa.
Allá por 2012, cuando muchos de los prometedores italianos corrían el recién creado nacional de Moto3, él se proclamaba campeón de su país en 125GP en el único año en el que coexistieron ambas categorías en el CIV. Eso le llevó al éxito con apenas quince años, pero al mismo tiempo le hizo tener que adaptarse un año más tarde que sus coetáneos a las cuatro tiempos, pero en su segundo año en dicha categoría ya acabó tercero tras Manuel Pagliani y Marco Bezzecchi.
Eso no le abrió las puertas mundialistas pero sí las del FIM CEV, con un equipo como el Laglisse, que a mitad de temporada le llevó al Mundial en sustitución de Isaac Viñales. En la tercera carrera ya estaba en el top ten, pero su buen desempeño no le condujo a un contrato mundialista, sino a la renovación.
Y si el CIV 125 lo había ganado a la primera, el Mundial Junior de Moto3 lo ganó a la segunda. Con cuatro victorias y nueve podios en doce carreras se proclamó campeón ante Marcos Ramírez por apenas nueve puntos.
Todo ello mientras se vestía de Sky para sustituir en la segunda mitad de año al expulsado Romano Fenati en el VR46. Sin embargo, su salto definitivo al Mundial llegó en 2017, a las órdenes de Aspar y con una Mahindra que se despedía. Como para tantos otros, la moto india fue una desesperación constante… y un aprendizaje impagable.
El pasado 2018, mientras otros ex de Mahindra (y Aspar) como Pecco Bagnaia y Jorge Martín se convertían en campeones del mundo, Dalla Porta daba un enorme salto de calidad con la Honda del Leopard: primer podio en Qatar y primera victoria en Misano para acabar quinto con cuatro podios en las siete últimas carreras.
El CIV 125 a la primera, el Mundial Junior de Moto3 a la segunda… el Mundial de Moto3 tenía que llegar a la tercera. Llegó, sin ser el gran favorito, y llegó por no ponerse nervioso por no ganar, algo que no consiguió hasta la octava carrera. Pero para entonces ya llevaba cuatro segundos puestos y un solo cero. Llegó por saber sumar y no hundirse cuando hubo un par de carreras más discretas.
Y llegó porque, a la hora de la verdad, se convirtió en una apisonadora con 95 puntos de 100 posibles en la gira asiática. Llegó porque, sin acaparar titulares como otros jóvenes italianos, Dalla Porta es un hombre título que ha ganado todos los campeonatos en los que ha corrido. Si en uno años gana Moto2 no debería sorprender a nadie, ¿no?