Hemos llegado al final del año más atípico que probablemente todos hemos vivido. Desde la llegada de la Covid-19 a nuestras vidas en los albores de la primavera hemos saltado de un sobresalto a otro sin discontinuidades. Para todos va a ser un año para olvidar, con dramas familiares, con problemas económicos y laborales y con una constante que ha sido el distanciamiento social y el temor a los contagios. Pero aun así, en 2020, para el mundo de la moto, la dinámica habitual se ha mantenido en cierta manera. Se han celebrado la gran mayoría de las competiciones, aunque hayan sido a puerta cerrada, las tiendas después del periodo de confinamiento se abrieron, y el resultado económico del año no ha sido lo catastrófico que parecía, las ventas se han comportado y la reducción no ha sido tan notable como podía esperarse.
En otoño, año tras año desde que recordábamos se celebraban los salones de la moto. En su momento eran mucho más comunes, pero los nuevos tiempos prácticamente los redujeron a uno, la EICMA de Milán, que esta temporada fue anulada con muchos meses de antelación. Tradicionalmente esta cita suponía también el banderazo de salida para la presentación de las novedades de la siguiente temporada. Todas las nuevas motos estaban allí presentes, y su información lista para ser dada a conocer. Para los informadores era un momento clave del año, porque en instantes había que dar a conocer un aluvión de novedades. Sin embargo, este año la dinámica ha cambiado.
Cada marca ha tenido que buscar su propia estrategia de comunicación, planteando sus propios plazos. Habéis podido observar que desde hace varios números publicamos cada vez con mayor extensión páginas con las nuevas motos 2021, pero este goteo que se ha acentuado en esta recta final de año, no va a cesar. Es evidente que hay firmas que todavía no han dado a conocer nada sobre sus nuevos modelos, y la información que tenemos es que esta situación se va a ir prolongando hasta la primavera. En 2019 quien quisiera comprarse una nueva moto ya podía hacerse una idea sobre cuál sería antes de llegar a las navidades. En 2020 la situación cambia, sin todo el catálogo sobre el que elegir habrá que apostar por esperar o lanzarse a por lo que ya conocemos.
La pandemia del coronavirus no ha torcido el brazo a las firmas ni en el número de nuevas motos que se presentan, ni tampoco en el tipo de motos que las componen
Lo que sí parece, es que la pandemia del coronavirus no ha torcido el brazo a las firmas ni en el número de nuevas motos que se presentan, ni tampoco en el tipo de motos que las componen. La crisis económica derivada de la ralentización que ha supuesto el tiempo que hemos estado confinados, de las restricciones a la movilidad y a la reunión, que han afectado a muchos sectores, no ha provocado un cambio en la llegada de motos realmente espectaculares de alta gama y precios estratosféricos. Es obvio que no se puede diseñar y poner en el mercado una moto nueva en seis meses, pero todas estas nuevas Superbikes, que ya estaban planificadas y no han variado sus planes de salida, dan a entender que nada ha cambiado.
La ampliación de la venta de motos con homologación Euro 4 a lo largo de 2021, también ha dado un respiro a los stock de algunas marcas, que se iban a ver en la misma situación que hace unas temporadas, cuando hubo que liquidar a final de año todas las Euro 3 que había en los almacenes, pero también es cierto que estas motos son de firmas y segmentos concretos. Las grandes empresas ya acoplaron la producción a la demanda y prácticamente han renovado toda su gama a la homologación Euro 5. No hay nada como la experiencia, y la de la Euro 3 la aprendieron bastante bien.
Lo peculiar del año parece haberse trasvasado a todo, y desde luego la actividad deportiva no ha sido una excepción. Puede que hubiese quien pensase que Joan Mir iba a ganar brillantemente el Mundial de MotoGP, pero las apuestas a comienzo de la temporada no estaban a su favor. Ha sido con seguridad la campaña más extraña que puede recordarse. Hubo un momento en que parecía que nadie quería ganarlo, y cada piloto que lideraba el campeonato entraba en crisis.
Dorna ha logrado salvar el año con contados incidentes de algunos pilotos que han tenido que dejar de correr algunas carreras, y con un paddock y unas tribunas tan desiertas como los campos de fútbol, micrófonos con pértigas, protagonistas enmascarados y sin que nosotros hayamos podido tener la oportunidad de acceder directamente a la información y los protagonistas más allá de estas vídeoconferencias que han protagonizado el año.