Marc Márquez y los genios condenados

Píldoras 2017, capítulo 1.

Nacho González

Marc Márquez y los genios condenados
Marc Márquez y los genios condenados

Marc Márquez ha vuelto a ganar el Mundial de MotoGP. Ya van cuatro títulos en cinco años y marea pensar dónde y cuándo parará la cuenta. Resulta imposible contar cuántos litros de tinta se han invertido ya en contar sus hazañas, cuando caracteres de Word se han empleado en poner en valor su figura o cuántas bocas ha abierto a estas alturas con sus imposibles salvadas.

De lo que se habla bastante menos es de lo que esto supone en sus rivales. Salvando la temporada 2015, donde el fiasco de Honda –o el mega acierto de Yamaha, como se quiera ver- le privó de estar metido en la lucha por el título, cuenta sus temporadas en MotoGP por éxitos. O, lo que es lo mismo, deja a los demás luchando por el segundo puesto.

Jorge Lorenzo (2013) y Andrea Dovizioso (2017) son los que más han logrado inquietarle. Además, el español logró colar su nombre en el mencionado 2015. Y ya. Valentino Rossi, el mejor Valentino Rossi que se recuerda, fue el subcampeón en los dos títulos que Márquez certificó con nocturnidad y alevosía: 2014 y 2016.

Lorenzo, Rossi y, ahora, Dovizioso. Tres campeones del mundo que, pasando por el mejor momento de su vida, no han podido con Márquez. Una lista a la que se podría añadir a Dani Pedrosa, que desde la llegada del de Cervera ha quedado en un discreto segundo plano, arañando algunas victorias y acompañándole en los festejos de los títulos de constructores y equipos.

Tampoco Maverick Viñales ha podido culminar lo que prometía a principios de temporada. En Qatar, el joven talento de Rosas iniciaba su andadura con Yamaha venciendo y Márquez teniendo que conformarse con una cuarta posición a casi siete segundos. Honda estaba lejos de Yamaha y sobre el box de Repsol volvían los fantasmas de dos temporadas atrás. En el de Movistar se relamían.

Menos de ocho meses después, las caras habían cambiado drásticamente. En Valencia, Dani Pedrosa ganaba, Marc Márquez certificaba el título y el joven Viñales acababa duodécimo a más de medio minuto para cerrar el año tercero a 68 puntos del campeón, sin poder siquiera pelear por el subcampeonato, el objetivo que se puso en el tramo final de temporada.

Viñales no es sino el último genio al que Márquez ha condenado. Condenado a luchar por el subcampeonato. Un año atrás, hizo lo mismo con otros dos genios como Lorenzo y Rossi. Si añadimos a la lista a Dovizioso y Pedrosa, tenemos a cinco campeones del mundo que se tienen que conformar con salir a los lados de Marc en la foto final de temporada. Puede que Johann Zarco sea el sexto.

Y quizás esa sea la auténtica medida de Marc Márquez. Comparte pista con algunos de los mejores pilotos de la historia del motociclismo –o bien que están llamados a serlo- y no les da opción. Encadena títulos, victorias, podios y poles. Escala puestos en el olimpo de las dos ruedas. El daño colateral es que genios como Valentino, Jorge, Dani, Andrea o Maverick se ven condenados a luchar por el subcampeonato.