Marc Márquez y el no veto a Jorge Lorenzo

¿Por qué el hexacampeón no se opuso en ningún momento al fichaje del piloto balear?

Nacho González

Marc Márquez y Jorge Lorenzo (Fotos: Gold & Goose)
Marc Márquez y Jorge Lorenzo (Fotos: Gold & Goose)

Todo ocurrió en cuestión de horas. Después de meses en el que varios nombres fueron sentados y levantados del asiento más caliente de MotoGP, estallaba la bomba. El anunció de que Dani Pedrosa no seguiría en Honda fue el aviso de que venía una demolición: el nuevo compañero de Marc Márquez sería Jorge Lorenzo. Su nombre no había sonado ni una sola vez y, de repente, el contrato estaba firmado.

Casi al instante, en cuanto se disipó la estupefacción general por la noticia, se abrieron dos líneas de debate al respecto:

El primero, totalmente subjetivo, era la pregunta inevitable:** ¿ha formado Honda el mejor Dream team de la historia?** Cada cual tendrá su opinión y el tiempo dará o quitará razones, pero es una pregunta lícita tratándose de los dos únicos pilotos en activo que han ganado el título de MotoGP desde 2010.

El segundo surge de otra pregunta que sólo puede contestar el propio Márquez: ¿por qué no vetó a Jorge Lorenzo? Ante esa pregunta, pude leer argumentados razonamientos de diversas posturas, pero mi cabeza rumiaba la pregunta contraria: ¿por qué vetar a Lorenzo?

No se me ocurría ninguna razón para que Márquez dijese a Honda que le pusieran a otro piloto al lado. Desde el momento que se anunció el fichaje, mi duda era saber si Lorenzo había acertado en vez de esperar a ver si Ducati abría los ojos –algo que finalmente ha sucedido- y le ponía delante una oferta de renovación para terminar lo que habían empezado juntos.

Marc Márquez y el no veto a Jorge Lorenzo

Marc Márquez y el no veto a Jorge Lorenzo

Por el contrario, desde ese mismo momento me pareció una operación magistral desde dos puntos de vista: evidentemente, desde la perspectiva de Honda, que fichaba al único piloto que por momento sí ha logrado la continuidad necesaria como para convertirse en el cacareado anti-Márquez. Era el fichaje perfecto en dos sentidos: lo que ganaban ellos y lo que perdían sus rivales.

También me pareció perfecto desde el punto de vista del propio Márquez. ‘Ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca’, dice el refrán. Y eso exactamente lo que supone para Márquez la llegada de Lorenzo al box del Repsol Honda.

El fichaje del 99 disipa el gran miedo cortoplacista que podría tener el 93: el nivel al que podía llegar la Desmosedici en manos de Lorenzo. Ya el año pasado pudo comprobar el potencial de la moto italiana en las manos de Andrea Dovizioso, y si Lorenzo llegaba con ella a un nivel de simbiosis similar al que en su día encontró con la Yamaha no habría rival más temible por el título.

Lo sucedido en Mugello y Montmeló le dio la razón. El binomio Márquez-Honda se vio impotente ante el formado por Lorenzo-Ducati. El año pasado –salvo en Sepang-, al menos conseguía llevar a Dovizioso al límite de la última vuelta. En Italia y Catalunya, a Lorenzo sólo le pudo ver escaparse.

Precisamente por eso, tenerle en Honda le quita ese problema de encima. Con Lorenzo sobre la RC213V, Márquez tendrá la garantía de que su gran rival no dispondrá de ventaja mecánica sobre él. Él mismo lo ha confirmado en una entrevista en As.

Vetar a Lorenzo suponía arriesgarse a tenerle en 2019 con una moto que podría ser superior y que ya entendería mucho mejor. Con el enemigo en casa, todo está controlado. Lorenzo le podrá ganar en Honda, por supuesto. Pero si sucede, le ganará él, no la moto.

Marc Márquez y el no veto a Jorge Lorenzo

Marc Márquez y el no veto a Jorge Lorenzo