MotoGP y las ‘sugerencias de equipo’

El motociclismo es un deporte de equipo... pero en pista decide el piloto.

Nacho González

MotoGP y las ‘sugerencias de equipo’
MotoGP y las ‘sugerencias de equipo’

Vamos a partir de dos premisas básicas: el motociclismo es un deporte de equipo, y mientras sea así (y siempre será así), los pilotos estarán supeditados a su equipo. Ha sido así siempre y lo seguirá siendo. Ahora bien, una vez en pista, los pilotos disponen de un libre albedrío para tomar decisiones.

Sucede en cada carrera. El ‘problema’ es cuando un piloto tiene que tomar una decisión donde el bien del equipo contraviene sus propios intereses. A todo piloto se le presupone un gen ganador que le lleva a buscar ganar siempre una posición más. Al tiempo, también se le espera un cierto grado de fiabilidad a la marca que le paga y equipa.

Porque los equipos y las marcas, por mucho que paguen a sus pilotos, no pueden considerarse sus jefes. No al menos en la definición tradicional de jefe. Puede que haya un organigrama en el que se encuentren en algún escalón por encima, pero en la realidad los pilotos están muy lejos de ser sus subordinados. Están en un organigrama paralelo, con el que se produce una relación bidireccional y horizontal.

Por eso, los equipos no pueden dar órdenes a sus pilotos. No como lo que se entiende como una orden de equipo, en imperativo. No pueden obligar a un piloto, al que han fichado para hacerlo lo mejor posible, a perder una posición. A la vez, tampoco pueden hipotecar el proyecto global de la marca al resultado concreto de un piloto concreto en una carrera concreta. Es preciso hallar un equilibrio.

Ahí es donde entra en juego otro concepto distinto, que es el que sí vemos cuando una marca necesita que uno de sus pilotos se sacrifique por el bien común en un momento dado:

Las ‘sugerencias de equipo’.

A un piloto no le puedes dar una orden directa que contravenga su propia esencia, esa que te ha llevado a ficharle. A un piloto le puedes hacer ver que, en cierto momento, lo mejor para el equipo sea anteponer los intereses generales a los suyos propios.

Y para eso hay que crear equipo. Ducati ha creado equipo, el ambiente en el box es de un respeto mutuo entre Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo. Saben que, aunque estén en puntos distintos de entendimiento con la moto, reman en la misma dirección. Que lo que hagas en pro del equipo, el equipo lo hará en tu beneficio.

Por eso Lorenzo no ha querido hacer locuras. Porque delante llevaba a Dovizioso y no a otro rival. No es que le haya dejado ganar, simplemente ha puesto la línea del límite en un punto donde no perjudicase los intereses del equipo.

Gabor Talmacsi, Marco Melandri, Loris Baz… en su día decidieron no sacrificarse para el equipo. Una decisión lícita y legítima. Recibieron órdenes, más o menos directas, y las ignoraron. Sus motivos tendrían, claro está, pero parece claro que uno de ellos es no haberse sentido parte de un equipo avenido. Que las ‘órdenes’ incitan a la desobediencia.

Un equipo avenido es como una familia. Y en las familias, entre adultos, no se dan órdenes. Se sugieren cosas como sacar la basura, fregar los cacharros, poner el ‘Mapping 8’ (innecesario porque Lorenzo ya llevaba ese mapa mental puesto)… Sugerencias de equipo.