Una semana rara rara

¿Que si vendemos betún para zapatos? Cosas raras, raras, raras... pasan a veces en los talleres

Manolo López Villaseñor

En un taller puede pasar de todo...
En un taller puede pasar de todo...

Haciendo memoria recuerdo una semana de lo más especial que me pasó en un taller hace muchos años. Fue una semana donde un amigo compró una moto que llevaba mucho tiempo parada y tuvimos que hacerle muchas cosas, y como mi amigo estaba de vacaciones, pues estuvo por allí flipando un poco de la gente que pasó en esos días. De momento vino uno con un triciclo que fabricaban en Sevilla llamado MAYSE, creo recordar. En la instalación eléctrica eran casi todos los cables de color negro. Como todos los cables eran del mismo color y no teníamos libro de taller, llamamos al fabricante para que nos mandara un esquema. En fin que llamas a la fábrica en Sevilla y me dicen que no tienen sistema eléctrico, y les digo ¿y cómo montan la instalación?

Y me dicen que Paco. Alucino un poco y ya les digo: vale, ¿me podéis pasar a Paco? No, está de vacaciones. En fin que en una fábrica de triciclos con motor de 50 de moto, si no esta Paco o se pone malo, se para la cadena de producción. Supongo que el tal Paco es el que puso todos los cables del mismo color, para ser imprescindible...

¿Que si vendemos betún para zapatos? Pruebe en la panadería de ahí arriba, señora...

Esa misma semana vino uno a recoger la moto que quería pagar en chocolate para fumar... A ver pues no, yo ni fumo ni bebo y ahora tampoco me voy a poner a vender droga así que prefiero efectivo. Otro día de esa semana entra una señora con una niña al taller y me pregunta si tenemos betún para zapatos, en este caso me salió del alma y le dije pregunte usted en la panadería que hay 20 metros más arriba. La señora me miró con cara de mala leche y se fue; no entiendo porque se molestó: creo que las mismas posibilidades tiene de encontrar betún para zapatos en una panadería que en un taller de motos.

También apareció uno por allí que mientras le reparábamos la moto estuvo en la puerta del taller en cuclillas haciendo tiempo. En fin una semana como para que mi amigo me preguntara ¿esto es siempre así? Porque tengo mucho mundo, pero jamás había visto pasar gente tan particular por el mismo sitio en tan poco tiempo.