En la compra de una moto uno de los factores determinantes es la emoción, pero no es el único. Tradicionalmente ha habido segmentos con un gran éxito compuestos por motos que podrían considerarse totalmente ilógicas, y aún hoy en día lo siguen teniendo. Muchas veces una moto no es un vehículo que se vaya a usar de manera compulsiva, sino algo ocasional, incluso un capricho al que se llega por el corazón, no por estómago. Sin embargo, todas estas motos siempre han compartido el favor de los aficionados con otras en las que las sus necesidades reales han pesado más que cualquier otra consideración. Para alguien que necesita una moto para la vida real, que la utiliza en el día a día y que tiene necesidades que cumplir en aspectos como la capacidad de carga, las prestaciones o la autonomía, las posibilidades se restringen.
De todas estas motos que podríamos denominar “polivalentes" en un espectro amplio, hay unas que en su día tuvieron un gran peso, pero que lo han reducido, especialmente tras la invasión trail que se ha tragado de un golpe no sólo a estas motos que siempre denominamos como sport turismo, sino a otras como las gran turismo puras y duras. Quizás por este avasallamiento las sport turismo que en su día conocimos, con la Honda VFR como abanderada, han derivado a otras motos que en cierto sentido se han acercado a sus verdugos, ese omnipresente segmento trail cada vez más amplio. De hecho, nuestras cuatro motos seguro que en cierta medida son consideradas como tales, y algunas como es el caso de la Suzuki V-Strom con todo merecimiento. Es probable que las nuevas sport turismo no sean ya más que una de las múltiples ramas de las trail.
Lejos, rápido y cómodo
La selección que hemos hecho en esta ocasión podría considerarse como un segundo nivel de las actuales sport turismo, si por ello entendemos modelos de orientación eminentemente asfáltica con espacio disponible para dos personas, capacidad de carga y un buen balance entre comodidad y comportamiento deportivo. Por encima de ellas están las motos de hasta 1.300 cc y por debajo la categoría entre los 650 cc y los 800 cc.
Aunque cada una con su propia identidad y sus peculiaridades, la esencia común de estas cuatro motos es la compatibilidad entre aptitudes deportivas y turísticas
En cierto sentido podrían considerarse como las más lógicas, con motores que rondan los 100 CV y una horquilla de precios entre los 13.000 € y los 16.000 € en sus versiones básicas. Hay que hacer mención que, en este caso y salvo la Yamaha, todas las demás han estado presentes en esta prueba en versiones especiales o con accesorios. La Ducati incorporaba unas maletas que cuestan 725 €. La Kawasaki, además de ser la versión Tourer Plus con maletas o faros accesorios, incorporaba el omnipresente escape Akrapovic, que cuesta 944 €. La Suzuki es la versión Adventure, con maletas laterales y baúl, 700 € más cara que la estándar. Aun así, para motos con este nivel de equipamiento y prestaciones, podemos considerar que quienes opten por ellas van a aprovechar cada euro de su inversión.
Aunque cada una con su propia identidad y sus peculiaridades, la esencia común de estas cuatro motos es la compatibilidad entre aptitudes deportivas y turísticas, el nombre del segmento en el que las hemos inscrito no engaña. Si repasamos el origen de sus mecánicas veremos que en su mayoría provienen de motos de carretera, en el caso de la Kawasaki de la serie Z, en la de la Yamaha de la MT. La Ducati fue creada hace ya años con orígenes diversos, aunque hay que tener en cuenta que el resto de las motos de la firma italiana son de carretera, y los componentes son comunes en la mayoría de los apartados. La Suzuki es un casi especial porque la V-Strom nació como una trail, por mucho bastidor de doble viga de aluminio que tenga por chasis, aunque también hay que señalar que en ese momento las trail eran motos mucho más orientadas al asfalto que ahora, y su motor derivaba del de las deportivas de carretera. Este origen es la base de sus buenas maneras en el asfalto, porque todas tienen chasis rígidos y motores potentes, en su mayor parte despotenciados respecto a los originales, lo que las provee de mayores dosis de par a medio régimen.
Para cubrir la segunda parte, el turismo, se ha trabajado en aspectos como el recorrido y el tarado de las suspensiones, la posición de conducción, la protección frente a los agentes atmosféricos, la capacidad de carga y el espacio para los ocupantes. También hay que señalar que en la mayoría de los casos el equipamiento es superior. Todo esto es común para las cuatro motos, pero cada una de ellas juega en la balanza entre sport y turismo de diferente manera y con distintas armas.
Arco Iris
Podría pensarse que la Multistrada 950, renovada esta temporada, es simplemente una versión de menor cilindrada de su hermana la 1260, pero en realidad esconde algunas diferencias más. Su motor de 853 cc es similar al que equipan otros modelos como las Hypermotard o las Super Sport, y no tiene el sistema de distribución variable DVT. En realidad, tampoco es que le haga falta, porque este motor con menos inercias y pistones más pequeños no plantea problemas de brusquedad a bajo régimen. No tiene el empuje del mayor, pero dentro de esta categoría es de los más notables. A estas alturas no vamos a descubrir el funcionamiento del desmo italiano en su versión refrigerada por agua y con cuatro válvulas. Tiene suficiente potencia máxima, una cifra en la mitad de este grupo y trabaja con “piernas largas". No te molesta con vibraciones, pero al tiempo dispone de un pulso y un sonido totalmente particulares que han logrado una legión de seguidores.
La Ducati es muy tecnológica, repleta de ayudas y ajustes para que su comportamiento dinámico sea el adecuado en cada ocasión
Esta nueva versión S dispone de un potente paquete electrónico, que incluye una unidad IMU con las posibilidades de control que eso permite, no sólo todos los sistemas de ayuda a la conducción y modos de funcionamiento que puedas imaginarte, sino también ajuste de las suspensiones, un ABS de funcionamiento en curva o luces cuneteras. Todo está interconectado, incluyendo el ABS para adaptarse al tipo de conducción que desees llevar, desde el modo sport al de enduro. La dureza de las suspensiones, la rapidez en la respuesta del motor o la intensidad de las retenciones varían. También puedes ajustar a mano cada parámetro si tienes paciencia y habilidad para ello. Con ayuda de su cuadro en color y la piña izquierda sólo tienes que navegar por los menús, lo que incluye nuevas habilidades como el control de velocidad.
En la Multistrada te encuentras sentado más bajo de lo que imaginas, el cilindro trasero está lo suficientemente adelantado como para permitir un asiento bastante bajo y te encuentras rodeado por la moto por delante y por detrás cuando te subes. El manillar es bastante ancho, más que en el resto de las motos de la comparativa, lo que tiende a hacer que mantengas la posición. Inmediatamente compruebas que la Ducati es la moto más deportiva del grupo, el motor empuja desde abajo y el cambio habitual de la marca, corto de recorrido y preciso funciona muy bien con el sistema de asistencia en ambos sentidos, que prácticamente permite que te olvides del embrague.
El chasis no tiene unas cotas diferentes a las del resto, ni la moto es más ligera, pero la biclíndrica es ágil ayudada por unas suspensiones que cambian su funcionamiento según tus deseos de conducción. Es una moto muy tecnológica, repleta de ayudas y ajustes con los que jugar en marcha para que su comportamiento dinámico sea el adecuado en cada ocasión, pero también en la que se ha pensado en la ruta, con una pantalla que se eleva manualmente desde el interior y un sistema de maletas accesorias que no necesita que añadas soportes, pero a cuyo sistema de extracción nos costó acostumbrarnos. Ducati ha diseñado la familia Multistrada como una moto versátil a más no poder, y la 950 S da un paso más allá sobre la versión estándar con este fin. Su llanta delantera de 19" y sus suspensiones de largo recorrido son toda una declaración de intenciones, incluso respecto a su hermana mayor, todavía busca más polivalencia.
En busca del confort
El motor de cuatro cilindros en línea de la Versys marca sus diferencias con las demás por su volumen, y también por su suave funcionamiento desde bajo régimen. Es la más potente de todas, pero no lo parece por la tranquilidad con que genera su par y su capacidad de aceleración a medio régimen, que la permiten dominar las recuperaciones pese a que es la más pesada, más de 25 kg respecto a la V-Strom. La suavidad del motor se ve complementada además por un asistente de cambio que funciona con el mismo carácter en ambos sentidos. Un motor en línea como este siempre tiene alguna vibración escondida a cierto régimen, pero el sistema para anularlas ha realizado un gran trabajo.
La versión que hemos probado es la Tourer , cuyos extras la convierten en la más cara de todas por poco, pero también es la que dispone de más equipamiento con las maletas, puños calefactables y luces de largo alcance. Ya de serie la versión SE incluye una electrónica de alto nivel con IMU y acelerador electrónico para ajustar perfectamente el funcionamiento del motor a los deseos de su conductor, y además suspensiones también con ajuste electrónico y un cuadro con una pantalla digital de buen tamaño. Aunque sobre el papel te sientas a la misma altura que en la Ducati, la Kawasaki no tiene la esbeltez de cintura de la italiana y en parado y en las maniobras se nota más pesada, también porque tienes más volumen por delante. La pantalla se regula en altura con dos ruedas que se pueden manipular desde el puesto de conducción.
La Versys tiene un asiento confortable y grande, el mejor para el pasajero y unas suspensiones diseñada para ofrecer confort de marcha
La Versys es también la que tiene un asiento más confortable y grande, el mejor para el pasajero, algo que se une a unas suspensiones que están diseñadas sobre todo para ofrecer confort de marcha, incluso en el modo sport son relativamente blandas. Pese a ello no se comporta mal cuando quieres divertirte con ella, el peso se nota respecto a las más ligeras del grupo, pero no es una moto en la que te acompañen constantemente movimientos y las suspensiones electrónicas se hacen cargo de las transferencias bruscas de carga frenándose. Las llantas anchas de 17", la estructura del chasis, y unas suspensiones con más recorrido que las de carretera pura, pero sin llegar al de las motos de orientación mixta dejan a las claras sus intenciones ruteras.
En cualquier caso, la comodidad de marcha es el aspecto más destacado de esta moto. La posición es bastante relajada, pero esos estribos colocados más bajos y hacia afuera también limitan más las posibilidades de inclinación. Con una buena protección, ergonomía, capacidad de carga, y una interminable lista de equipamiento enfocado al turismo, la Kawasaki es sin duda de las cuatro la más enfocada a esta actividad. La Z1000SX ocuparía dentro de la marca el extremo opuesto al concepto sport turismo, compartiendo la base de motor y chasis.
Vieja conocida
La Suzuki V-Strom es una auténtica superviviente. Apareció en el catálogo de la marca en 2002 y aunque con diversas modificaciones sigue en él con idéntica arquitectura. En 2009 dejó de estar en el mercado para regresar cuatro años después en su actual forma, y por ello es la moto que tiene una estructura más clásica del grupo, con un chasis de doble viga formado por tubos o un motor que no tiene el nivel de electrónica del resto. Al igual que ocurre con el resto de las motos de esta prueba, la que está presente es una versión especial, la Adventure, que incorpora maletas laterales y un baúl, todo de aluminio y colocado sobre un soporte tubular, unas protecciones también de tubo para el motor, cola de escape Yoshimura y diferencias cromáticas en el motor. A pesar de su equipamiento,** esta V-Strom es junto a la Yamaha la más barata**, y esta es una de las claves de su éxito.
El concepto de la V-Strom proviene de aquel trail de comienzos de siglo en el que el uso por carretera en estas motos era lo principal
No hace falta mucho tiempo para que te des cuenta que la Suzuki es la más veterana. Su concepto proviene de aquel trail de comienzos de siglo en el que el uso por carretera de estas motos era la base, pese al generoso recorrido de las suspensiones o las llantas.** Es la más ligera de todas, y también la más sencilla, lo que la acaba definiendo en su comportamiento y su orientación**. Podría resumirse como que es una moto simple, aunque es cierto que tiene un cierto nivel electrónico con modos de conducción y ayudas, pero a otro nivel que el resto. Cuando te subes, la sientes algo alta, el asiento está a una altura similar a la del resto, pero llegas peor al suelo, lo que la penaliza en la ciudad. Sin embargo, no hacen falta nada más que unos metros para que la sensación de pesadez desaparezca,
El motor no vibra, está perfectamente equilibrado, la respuesta es contundente desde abajo, aunque cuando la fuerces arriba comprobarás como se estanca a partir de unas 7.000 rpm. El chasis es ágil y preciso, aunque notarás movimientos que llegan a cargo de las suspensiones, que con ese recorrido acaban provocando demasiadas transferencias de carga y algunas oscilaciones cuando vas deprisa entre curvas. Aunque el ajuste de las suspensiones es manual, la precarga trasera tiene un mando remoto.
Ergonómicamente no tiene ningún punto flaco, y dispones de regulación en dos sentidos en la pantalla, manualmente se ajusta la inclinación en marcha, para la altura tienes que cambiar los puntos de fijación con herramientas. Es también una moto cómoda para el pasajero, pero si llevas el baúl tendrás que colocar algún respaldo porque las bisagras se clavan en la espalda de tu acompañante, y con las maletas subir y bajar es más complicado porque suben por encima de la altura del asiento. En general la V-Strom es la moto que no hace nada mal, pero que tampoco sobresale en ningún aspecto concreto, una moto con una estética particular, que funciona con corrección y que tiene un buen precio, quizás la esencia pura de este segmento sport turismo.
Cambio de ritmo
El origen de la Tracer 900 GT es algo diferente al de sus compañeras. La Ducati es una moto creada exprofeso, la Kawasaki se ha adaptado desde una gran naked con bastantes modificaciones, la Suzuki nació como una trail. Sin embargo, la Yamaha es básicamente una naked a la que se ha dotado de un carenado y una nueva posición de conducción. La MT-09, su origen, es una moto con connotaciones deportivas, y esto se traspasa a la Tracer. En su versión GT el equipamiento es superior, tiene maletas, un cuadro digital en color, asistente de cambio para subir relaciones y otros detalles como parrilla y suspensiones más ajustables, la trasera también con mando remoto para la precarga.
Su origen queda bien patente sin siquiera ponerla en marcha, es la moto más menuda, estás sentado más adelantado y sientes que tienes menos espacio a tu disposición. No es que estés constreñido en el puesto de conducción, de hecho, la postura es cómoda y permite un bien control de la moto, pero en las otras tienes más moto por delante. El motor de la Tracer es la tercera opción, entre los V2 de Ducati y Suzuki y el tetracilíndrico de la Kawasaki. Es el que tiene menos cilindrada, pero no adolece de potencia porque es el que más sube de vueltas, manteniendo la potencia máxima más tiempo que los demás. Tiene la zona media menos llena, pero a cambio es el más divertido en la segunda parte del tacómetro.
El sistema de asistencia del cambio para subir es algo lento y funciona mejor a alto régimen, pero sigue siendo una ayuda. Junto con la Suzuki es la más ligera, lo que unido a una mayor compacidad la convierte en la más ágil de las cuatro. Yamaha aumentó la longitud del basculante en la última versión para reducir las oscilaciones a alta velocidad, algo que se ha conseguido, aunque no se han eliminado por completo cuando circulas cerca de sus límites.
La Tracer tiene unos recorridos de suspensión más cortos que el resto de las motos del grupo, pero su ajuste es también relativamente suave, esto unido a unos avisadores largos provoca que junto a la Versys sea la que tiene menos altura libre. El confort general de marcha viene dado por estas suspensiones, las reducidas vibraciones del motor, que aun así es junto al de la Ducati los que más notas funcionar, y una adecuada protección. La cúpula se manipula desde el puesto de conducción manualmente. Igualmente puedes modificar los modos de conducción o el control de tracción, el de velocidad también está presente. Como en la Kawasaki ambas llantas son de 17", lo que permite contar con el tacto y el agarre delantero de una moto de carretera cuando circulas sobre asfalto. El pasajero tiene un espacio adecuado y el depósito es el más pequeño de los cuatro.
La Yamaha es junto con la Suzuki la más ligera, lo que unido a una mayor compacidad la convierte en la más ágil de las cuatro
De las cuatro motos, la Yamaha es la que en su base es más parecida a una sport turismo tradicional, aunque con sus derivadas a lo que ahora se estila, con suspensiones más largas, una posición de conducción semejante a la de una trail y una protección mejor en posición erguida, eso en un segmento que como vemos con estas cuatro motos, tiene formas muy diversas de entenderse.
Técnica
Ducati Multistrada 950 S
- El motor de 937 cc es similar a los que emplean las Hypermotard y Supersport, como siempre con distribución desmodrómica y en este caso refrigeración líquida y culatas de cuatro válvulas.
- El bastidor multitubular de acero tiene una estructura mixta con la parte trasera formada por una placa de aluminio para servir de soporte del basculante, que es de doble brazo.
- Una de las diferencias de la 950 respecto a las Multistrada de mayor cilindrada es el empleo de una llanta delantera de 19", más típica de los modelos trail que la de 17"de la actual 1260.
- Las suspensiones son regulables electrónicamente en la versión S, que se suma a otro equipamiento de este tipo cuadro en color o asistente de cambio en ambas direcciones.
Ficha ténica Ducati Multistrada 950 S
Kawasaki Versys 1000
- El motor de cuatro cilindros en línea de la Versys tiene una estructura bastante clásica, con los cilindros ligeramente inclinados y un cigüeñal calado a 180°. Este año se ha integrado un acelerador electrónico que añade nuevas funciones como el control de velocidad. La versión Special integra modos de conducción y control de tracción.
- El bastidor de aluminio de doble viga tiene la estructura tradicional de las motos de carretera, con una zona lateral muy dimensionada. Con un subchasis atornillado admite en las versiones touring integrar todo tipo de maletas y baúles.
- Las suspensiones en la versión Special tienen ajuste electrónico, lo que se suma al resto de los ajustes, que se pueden modificar desde el cuadro de instrumentos que mantiene la estructura mixta analógico-digital.
- El carenado integra un sistema de iluminación en curva que enciende los diferentes led situados en sus laterales conforme la moto se va inclinando para iluminar el interior de la curva.
Ficha técnica Kawasaki Versys 1000
Suzuki DL1000 V-STROM
- Al igual que en la Ducati el bicilíndrico de la Suzuki tiene los cilindros en V a 90°, aunque más centrados, con un sistema de distribución mixto de cadena y engranajes y un ajuste en el que ha primado la búsqueda de par a medio régimen.
- El bastidor de aluminio tiene una estructura bastante simple y ligera con dos vigas de sección rectangular desde la pipa a las piezas de anclaje del basculante.
- La suspensión trasera sigue disponiendo de un amortiguador anclado al basculante mediante un sistema de bieletas. Ambos trenes disponen de regulación de hidráulicos que es manual.
- La estética de la V-Strom 1000 es idéntica a la de su hermana de 650 con una cúpula que puede regularse en altura con unos tornillos y en inclinación manualmente.
Ficha técnica Suzuki DL1000 V-STROM
Yamaha Tracer 900 GT
- El motor CP3 tricilíndrico que equipa la Tracer es idéntico al de las MT-09 naked, con un cigüeñal calado a 120° y eje de equilibrado.
- El bastidor tubular forma una estructura un tanto compleja que discurre por la parte superior dejando el motor colgado. El basculante ha sido alargado en la última revisión de la moto para aumentar la estabilidad a alta velocidad.
- La estructura de la Tracer 900 es plenamente de carretera en apartados como llantas o frenos, aunque el recorrido de las suspensiones ha sido ampliado respecto a las motos sin carenado de las que parte.
- La versión GT tiene algunos componentes extra sobre la estándar, como una nueva cúpula, asiento de gel, cuadro de instrumentos TFT en color, asistente de cambio, o el caballete central, además de las maletas.
Ficha técnica Yamaha Tracer 900 GT
Conclusión
El concepto de una moto que compatibilice las aptitudes deportivas con el turismo ha cambiado en los últimos años. Hemos pasado de deportivas a las que se instalaban maletas y se las dotaba de una posición de conducción menos extremas a motos ideadas para ello, que parten de la innegable base de que las trail se han convertido en las motos preferidas para los viajeros. Es cierto que estos modelos son capaces de saltar las barreras habituales de las carreteras asfaltadas, pero también que una buena parte de los usuarios no tienen ninguna intención de hacerlo. En cualquiera de estas cuatro motos puede considerarse que la lógica ha tenido un papel fundamental. Son modelos con unas prestaciones más que suficientes sin necesidad de contar con motores de enorme cilindrada, lo que beneficia su comodidad de marcha y su economía. Tienen una implementación tecnológica similar a la de ese último escalón, pero en ellas todo es más simple. Las cuatro tienen sus propias particularidades, porque la Versys se postula como una moto realmente dotada para el turismo, con un buen número de accesorios dirigidos a esta faceta, pero sobre todo con un motor de funcionamiento suave y contundente, con más potencia y prestaciones que el resto, pero al tiempo con la mejor protección y un trabajo del chasis y las suspensiones de regulación electrónica impecable en la carretera.
La Ducati intenta compatibilizar todo este trabajo electrónico en diferentes facetas, incluyendo la de salir de la carretera, para lo que ha aumentado el tamaño de la llanta delantera o ha empleado una horquilla de eje avanzado, y realmente lo consigue, pero no puede olvidar su origen, ni el de su motor ni el de su chasis, que tienen el reflejo del resto de la gama del fabricante italiano.
La Yamaha, por su parte, es junto a la Kawasaki la moto más cercana al concepto de moto de carretera tradicional, pero mientras la segunda es grande, la Tracer es bastante menuda una vez que te integras en ella, con las peculiaridades que esto supone, mientras sus compañeras hacen gala de su gran cilindrada, espacio y posibilidades de carga, la Yamaha es una moto que parece un juguete a su lado, lo que no necesariamente es un defecto, sobre todo cuando hablamos de utilizarla en el día a día.
La Suzuki podría parecer el “patito feo" al lado de las otras, no por su estética y su guardabarros de estilo “Big", sino por su concepto de moto trail de hace dos décadas. Realmente está algo por detrás tecnológicamente, pero para muchos eso no es más que una ventaja por su mayor sencillez en todos los sentidos.
La V-Strom es una moto a la que te adaptas inmediatamente, sin que destile grandes emociones, pero tampoco defectos patentes. Es la moto práctica que ni destaca ni penaliza en nada, algo que no es nada sencillo de conseguir.