Honda Rebel, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

Honda ha buscado recuperar la denominación Rebel para dar forma a una nueva moto que pretende aglutinar dos conceptos: por un lado, la moto custom de toda la vida, un vehículo que pretende enamorar más con la mirada, por su personalidad, que con las cualidades dinámicas, mientras que por otra parte consigue romper las líneas habituales del diseño típico americano con una estética claramente transgresora, y que sin duda llama la atención con un primer vistazo, concentrando las miradas de todo aquél que se cruza en su camino. En líneas generales, lo primero que sorprende una vez a sus mandos es la reducidísima altura del asiento al suelo. Los 690 milímetros no dejan lugar a ninguna duda: esta Rebel es la moto ideal para pilotos de estatura reducida. Una vez sentado, te das cuenta de que llegar con ambos pies al suelo no entraña ninguna dificultad, ya que también se suma el diseño del chasis que, en esta zona de unión con el depósito y el asiento del piloto, se muestra tan estrecho como ha sido posible teniendo en cuenta todos los factores en juego. De hecho, lo que se ha conseguido con ello es que la tapa derecha del motor entre en contacto con la pierna de ese mismo lado al subir el pie al estribo correspondiente. No es nada preocupante, ya que dicha tapa, la correspondiente al embrague, se encuentra reforzada para aislarla del calor o de posibles golpes. Problema resuelto.

HONDA REBEL: ERGONOMÍA CUSTOM

Sentado muy abajo y con las manos a una altura media, o más bien ligeramente elevada, rodar con la Rebel es cosa de niños. Los estribos se sitúan a una altura también bastante racional dentro del segmento custom, mientras que tendrás que tumbar mucho esta Honda para rascar con ellos el asfalto. No es ni mucho menos lo que te pide esta moto, pero tampoco dudes en divertirte estirando su motor mientras aprovechas sus 46 CV (34 kW), lo que permite ser pilotada por usuarios de carnet A2. Sin embargo, lo que busca esta japonesa de origen tailandés es un relajado paseo, porque si bien el twin paralelo resulta “guerrero” cuando le buscas las cosquillas, donde más y mejor se mueve es en la zona baja y media del inexistente cuentavueltas.

Esta Rebel es la moto ideal para pilotos de estatura reducida: la distancia del asiento al suelo es mínima

En realidad, tampoco lo necesita, porque la sensación más gratificante la consigues cuando cambias “a oído”, como se ha hecho toda la vida, mientras subes de vueltas libremente desde casi el ralentí enlazando una tras otra hasta la sexta relación; incluso hacerlo sin embrague, siempre que llegues a ese medio régimen “acústico”, no entraña ningún problema. Las reacciones del cambio son total y absolutamente neutras, entre otras cosas porque el escalonado del mismo también acompaña durante toda la operación.

RUEDA LIBRE... ¡CON RUEDAS GORDAS!

Así transcurren los primeros kilómetros a sus mandos, rodando como si el viento te llevara, con un motor agradable de sensaciones, lleno de par abajo y con unas vibraciones muy neutras que se dejan sentir, pero que no molestan en absoluto. Mientras tanto, otro de los detalles que llaman la atención son las medidas de las ruedas, con dos “donuts” bien gordos montados en llantas de 16 pulgadas que aportan aplomo y confianza en la pisada pero que, por el contrario, tampoco impiden a la moto cambiar de dirección de forma más o menos rápida si lo exige el guión… Lo cierto es que el equilibrio encontrado entre el chasis, los neumáticos y las suspensiones es tal que apenas renuncia a nada, dentro de un orden.

El motor rebosa en sensaciones, muy lleno de par y con vibraciones perceptibles pero no molestas

Pero ya no solo hablamos de una conducción descaradamente alegre, sino también de unas reacciones relativamente suaves provenientes del tren trasero: teniendo en cuenta que monta un par de amortiguadores a la vieja usanza, su tacto y recorrido es lo suficientemente correcto como para sorprenderte, sobre todo si vienes de otra custom no tan agradecida como esta en dicho apartado. En cuanto a la horquilla, tampoco defrauda, y su suavidad viene otorgada por un largo recorrido que se ve mermado por el poder de la frenada, porque en realidad no es precisamente su punto fuerte debido al montaje de un único disco de pinza sencilla y bomba del mismo corte. En otras palabras, suficiente para rodar paseando por tu ciudad o dejándote llevar por cualquier carretera perdida que desees surcar.

SENCILLA Y DINÁMICA

Estas dos palabras definen de forma directa lo que nos propone la nueva Rebel. Honda tenía este sector algo abandonado y ha sabido recuperarlo con un modelo que si por algo destaca es por su fácil acceso. La sencillez no es “gratis” y se ha buscado a propósito para acercarse a todo tipo de público, incluso el que comienza a dar sus primeros pasos en moto o los pilotos temerosos a no llegar al suelo con comodidad. Esta Honda hace posible “los imposibles” a los mandos de otras motos, lo que ya le convierte en un modelo atractivo de entrada. El motor parece más ideado para este tipo de moto que para el que fue concebido desde un principio (CB500F/CBR), con un tacto suave y decidido a pocas vueltas.

Destaca, por encima de todo, su fácil acceso: ningún piloto queda excluido

No necesita ser apretado para que ruede de forma óptima y, además, es ahí donde mejor suena. No le falta personalidad ni a la vista ni en cuanto a sonido se refiere. Si todavía buscas más, tal vez personalizarla, no te preocupes, porque en Honda también han pensado en ti: alforjas, pantalla frontal, defensas para el motor… ¡A gusto del consumidor! Un conjunto sencillo, pero de extraordinaria nobleza y atractivo ejemplar en su terreno por menos de 6.000 euros.