Moto Guzzi es una marca superviviente. Nunca, en sus 94 años de vida (su primera moto, la Normale, data de 1921) ha cesado su actividad. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando sonaban las sirenas antes de los bombardeos en Mandello del Lario, los trabajadores eran evacuados de las líneas de producción y resguardados en unos refugios subterráneos en la montaña anexa a la fábrica.
Y ha sobrevivido porque ha sabido combinar tradición y tecnología, avanzando en el tiempo y modernizándose sin perder sus señas de identidad. Moto Guzzi no es, ni probablemente será en el futuro, una marca de masas. Pero su prestigio y reputación son intachables y su reconocimiento es bien merecido porque han sabido evolucionar siendo fiel a sus principios. Tanto es así, que es la única marca del Grupo Piaggio (que la compró en diciembre de 2004 junto con Aprilia) que fabrica sus propios motores fuera de Pontedera.
La marca del águila tiene en su ADN la transmisión de todas sus motos por cardan y que la configuración de sus motores es de dos cilindros en V a 90º, con cigüeñal longitudinal al sentido de la marcha.
Policía de Los Ángeles
El origen de la Moto Guzzi California es una mezcla de azar y trabajo bien hecho. En 1971 la marca de Mandello del Lario ganó el concurso para motorizar al Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) con la versión Ambassador de su mítica V7 Special de 750 cc. A raíz de aquello, ese modelo fue bautizado como California y fue creciendo de cilindrada progresivamente hasta los 1.100 cc. A finales de 2013 la firma italiana decidió darle un nuevo impulso creando su moto mas avanzada tecnológicamente. De hecho no comparte ni un solo tornillo con sus antecesoras, aunque mantiene el nombre y la estética retro.
A la última
Esta California 1400 Touring SE va equipada con el moderno acelerador electrónico (Ride by Wire), lo que permite dotarla de control de tracción de tres niveles, que puedes combinar con sus tres modos de motor, según sean las condiciones de tu ruta: pioggia -lluvia-, veloce -sport- y turismo.
El control es total gracias a un completísimo cuadro de instrumentos que puedes manejar con los pulsadores de las piñas y que te ofrece toda la información que puedes necesitar en su ordenador de a bordo: velocímetro, cuentakilómetros parcial y total, consumo medio, autonomía, reloj horario, temperatura exterior y diversos chivatos. Toda ayuda a la conducción y a la seguridad activa es bienvenida en una moto que pesa en orden de marcha 337 kg verificados. El ABS ha sido desarrollado ex profeso para este modelo junto con Continental. Sin embargo, con tanta tecnología disponible, choca que para encender las luces antiniebla delanteras haya que hacerlo desde un interruptor algo escondido a la izquierda de la pipa de dirección, que te obliga a hacerlo en parado.
El resto del sistema de iluminación es de lo más moderno, pues diferencia noche y día y ofrece distinta luminosidad según las condiciones, y el piloto e intermitentes traseros son completamente de LED.
Adiós kilos
Estamos ante una moto grande, muy grande. Sin embargo, en cuanto te subes a ella compruebas que el peso está muy bien repartido. El asiento está bajo y te permite llegar perfectamente al suelo y moverla en parado. En marcha se vuelve más liviana todavía y disfrutamos como un niño con zapatos nuevos por las carreteras que circundan el Lago Como. Me sorprendió lo bien que se mueve en carreteras reviradas. Únicamente en curvas muy cerradas llegas a rozar con los avisadores de las plataformas de los pies. Ahí caes en la cuenta de que no estás pilotando una sport-turismo, sino turística pura, así que tienes que tomarte las cosas con más calma. En autovía es una gozada, sin vibraciones. La pantalla te protege sea cual sea tu estatura y el mullido del asiento y la ergonomía están tan bien resueltos que no hay viaje que se le resista. Seguramente tendrás que parar antes para repostar que para descansar. El consumo medio que le hicimos en la presentación marcó unos 8 litros cada 100 km, lo que significa que puedes llegar a recorrer más de 250 km con un depósito (21 litros). Si tu ruta es por vías rápidas no será difícil bajar hasta los 7 l/100 km y llegar a 300 km entre repostajes.
Las manetas son regulables (¡todas las motos deberían montarlas!) y la nota de exclusividad la ponen sus maletas, que ambas juntas suman 35 litros de capacidad. Es una pena que la llave de sus cerraduras sea diferente de la de la moto. Si hubiera solo una llave maestra sería perfecto, más que nada para no parecer el «cerrajero» de Matrix Reloaded.
Enseguida te darás cuenta de las diferencias que hay entre la Moto Guzzi California Touring estándar y la S.E. que ves en las fotos. Lo principal es la decoración, una combinación en dos colores, que nos recuerda a los antiguos Cadillac americanos. Las versiones disponibles son Gris Elegance (en estas páginas) y Marrón Executive. Es una moto impactante, la mires por donde la mires, con detalles cromados por todas partes, grandes acabados y una calidad percibida sobresaliente. La otra nota característica de esta Special Edition es el respaldo de pasajero y la doble asa integrada. Aspectos que hacen de esta Touring una moto viajera de verdad. Y como colofón, en este apartado está el control cruise que puedes conectar, cuando circulas en sexta marcha, desde la piña derecha.
Su robusto chasis está fabricado en acero y, como no podría ser de otra manera, la transmisión secundaria es por cardan. Monta horquilla convencional de 46 mm de diámetro y doble amortiguador trasero. Los dos discos delanteros de 320 mm están mordidos por pinzas radiales de cuatro pistones, y el disco trasero de 282 por pinza de dos pistones paralelos. Las medidas de sus neumáticos son 130/70-18'' delante y 200/60-16'' detrás.
Una moto tan exclusiva y con ese comportamiento dinámico no puede ser barata, pero si la comparamos con la competencia, podemos afirmar que está «en precio». 21.421 euros es dinero, pero ten en cuenta que va equipada hasta arriba e incluye toda la electrónica, las luces antiniebla y el ABS de serie. Es lo que cuesta cazar esta águila rutera para completar tu garaje con una marca y un modelo que forman parte de la historia de la motocicleta antigua y moderna.