Soy un admirador de la BMW S 1000 R, una supernaked ejemplar, realmente rápida y polifacética. Desde que estuve en su presentación en Palma de Mallorca a finales de 2013 he tenido ocasión de probar varias unidades en distintos momentos y siempre me ha dejado impresionado. Para tratarse de una moto desnuda me parece realmente completa. Por criticarle algo, no hace falta ser muy listo para descubrir que protege poco. Además, no es especialmente cómoda en trayectos prolongados, ni por asiento, ni tampoco por los tarados de las suspensiones, que son algo «durillos» a pesar de sus múltiples posibilidades de regulación, aunque a su favor hay que decir que no es una moto creada con el objetivo de cumplir en viajes largos.
La S 1000 XR forma parte de un selecto grupo de trail asfálticas que se caracterizan por montar llantas de 17" calzadas con neumáticos de carretera
Desde el día de su puesta en escena se habló de que podría aparecer una versión «RS» provista de algún tipo de carenado que mejorase las aptitudes viajeras de la supernaked alemana, pero en BMW Motorrad optaron por hacer otra cosa. Partiendo de su base, en 2015 pusieron en escena la primera S 1000 XR, una maxitrail asfáltica en cuyo punto de mira están la Ducati Multistrada 1260, la Kawasaki Versys 1000, la KTM 1290 Super Duke GT o la Triumph Tiger Sport, todas caracterizadas por sus llantas de aleación de 17" calzadas con neumáticos deportivos de carretera. Además, aunque todas cuentan con suspensiones con recorridos mayores a los más habituales en motos de asfalto, no llegan a ser tan largos como los de otras maxitrail de aspiraciones más camperas.
Renovación total de la BMW S 1000 XR
Tras ser actualizada en algunos apartados en 2017, la marca alemana ha decidido actuar en profundidad sobre la S 1000 XR y ha preparado una nueva versión que cambia por completo. Además, si la primera se había desarrollado a partir de la supernaked de la firma, en esta ocasión se ha utilizado la base de la S 1000 RR, la superbike de BMW que llegó totalmente renovada el año pasado. Así la genética deportiva brota por todos los poros de la nueva S 1000 XR, pero al mismo tiempo es una moto polivalente, agradable, confortable y muy, muy completa. En el comunicado de prensa BMW advierte que ha trabajado para hacerla más ligera, más rápida, más segura y más manejable a baja velocidad que su antecesora. También la anuncia como más adecuada para recorrer largas distancias. En ella todo es nuevo. Motor, chasis y carrocería se han desarrollado también con la idea de rebajar el peso con respecto a su antecesora. Así declara 205 kg en seco, 10 kg menos de los cuales 5 se han rebajado en el motor.
La nueva S 1000 XR comparte muchos componentes con la superbike S 1000 RR llegada al mercado el año pasado
El tetracilíndrico en línea se asemeja por fuera al de la S 1000 RR, pero ha recibido cambios importantes en su interior para adaptarlo a las necesidades de una trail asfáltica como la S 1000 “cross road". La potencia máxima se ha rebajado a 165 CV a 11.000 rpm, una cifra más que suficiente para una moto de sus características. En BMW han trabajado para que el rango de utilización sea muy amplio, habiendo mejorado la respuesta de manera considerable a bajo régimen. Destaca que el sistema de distribución variable ShiftCam que monta la S 1000 RR ha sido eleiminado. También la caja de cambios ha recibido modificaciones en sus desarrollos, con una relación más cerrada, aunque en comparación con la S 1000 XR anterior, las tres últimas marchas son más largas para una mejor adaptación a usos prolongados (un 4% más la cuarta, un 6% la quinta y un 8% la sexta). El embrague con sistema antibloqueo también es nuevo y se ha buscado que sea más agradable de utilizar en todo momento, además de contar con un sistema electrónico “MSR" que regula su manera de actuar en reducciones dependiendo del agarre del asfalto. En opción puede incluir asistente de cambio Pro que funciona en ambos sentidos. Otra novedad destacable de la parte motriz es que cumple con la normativa Euro5.
El chasis es totalmente nuevo y llama la atención porque sus dos vigas discurren muy paralelas al suelo en la parte central. BMW lo denomina “Flex Frame" y utiliza el motor para lograr la necesaria rigidez. Entre otras cosas se ha desarrollado para que sea más estrecho y bajo en su parte trasera, y así hacer más sencillos los movimientos del piloto sobre la moto y facilitar el manejo del conjunto en todo momento. Además, la marca alemana anuncia a que la ergonomía es “más activa" debido a que la posición de conducción se ha adelantado 20 mm y a que el manillar es 30 mm más estrecho. Por su lado, el nuevo basculante de dos brazos asimétricos más largos anuncia ser un 19 por ciento más ligero y llama la atención porque lleva el monoamortiguador anclado directamente. Este y la horquilla invertida cuenta con regulaciones Dynamic ESA de serie. En el equipo de frenos delantero y como ha ocurrido en otras BWM últimamente, las pinzas delanteras Brembo se han sustituido por unas de la marca norteamericana Hayes Performance.
Al diseñar la nueva carrocería también se ha buscado que ofrezca un aspecto más liviano. Así posee un frontal menos voluminoso y un colín más corto, con unas asas para el pasajero que quedan más recogidas. Debido a esta reducción de tamaño BMW anuncia mejoras en el coeficiente aerodinámico del conjunto, pero al mismo tiempo ha logrado incrementar la protección a sus usuarios gracias a una pantalla más envolvente en su parte superior. Otras interesantes novedades que afectan a la carrocería son la pequeña guantera practicada sobre el depósito o los anclajes rápidos para maletas disponibles en los laterales del colín. Por su lado, el renovado sistema de escape cuenta con un silenciador menos voluminoso, lo que acrecienta el aspecto más ligero del conjunto. Los concesionarios de la marca alemana esperan su llegada a principios del segundo semestre de este año. Su precio ha sido fijado en 18.800 euros, aunque será difícil que se quede ahí teniendo en cuenta la larga lista de opciones disponibles.
Electrónica de vanguardia en la nueva BMW S 1000 XR
En el apartado electrónico la nueva S 1000 XR ha dado un gran paso adelante con respecto a su antecesora al haber recibido una plataforma inercial de seis ejes y un nuevo acelerador electrónico “Voll-E-Gas" de accionamiento muy suave y preciso. De serie incluye cuatro modos de conducción (Rain, Road, Dynamic y Dynamic Pro), control de tracción, “anti wheelie", ABS con asistencia en curva y asistente de arranque en pendiente. Además posee la completa instrumentación con pantalla TFT de 6,5" ya vista en otras BMW. Posee cuatro modos de visualización y se maneja desde el mando MultiControler ubicado junto al puño izquierdo. Entre sus novedades destacan los indicadores de inclinación y de aprovechamiento de la potencia de frenada. También incorpora sistema de navegación por flechas que debe combinarse con la aplicación BMW Motorrad Connectivity. Y, por supuesto, todo el sistema de alumbrado es led, un apartado que puede mejorarse con sendos faros supletorios de alumbrado en curva que se ofrecen en opción.
Compacta y suave
El menor volumen de la nueva S 1000 XR se aprecia claramente desde el primer momento que te acercas a ella. Luego resulta más fácil pasarle la pierna por encima gracias al nuevo colín más compacto y bajo. Igualmente nos sentimos más integrados con sus formas al sentarnos a sus mandos y el menor arco que deben abrir nuestras piernas permite que lleguemos con las dos plantas de los pies al suelo si mides en torno a 1,80 m. Nada más arrancar su tetracilíndrico ya percibes que su funcionamiento es más suave y menos rumoroso. El tacto “metálico" del anterior motor ha desaparecido y ahora se puede decir que es “más japonés", más dulce en definitiva. Además, responde al acelerador con mucha prontitud y la sensación de control que nos transmite este mando es mayor. Por otro lado no hay que ejercer apenas fuerza para presionar la maneta del embrague y el accionamiento del cambio es correcto desde el primer momento.
La nueva S 1000 XR es menos voluminosa desde fuera y también se siente más pequeña al sentarnos a sus mandos.
La menor anchura del manillar se percibe desde las primeras maniobras y sus anclajes elásticos hacen que sus mandos estén exentos de vibraciones en gran medida. La posición de conducción es muy relajada y no hay que realizar esfuerzos indebidos para mover la dirección. De este modo la ergonomía es perfecta para disfrutar largo y tendido a sus mandos. Además, como hemos podido comprobar durante este primer contacto realizado en la provincia de Almería, la protección que brinda su frontal es elevada sintiendo que nuestros hombros quedan bien protegidos. Está claro que no es una Gran Turismo, pero incluso en la posición baja de la pantalla no se siente demasiado el azote del viento en la zona del casco. Su sistema de regulación por palanca nos permite escoger entre las dos alturas de forma sencilla, incluso en marcha, actuando directamente con una de nuestras manos sobre la citada palanca localizada a la derecha de la instrumentación.
Otro punto destacable de la nueva S 1000 XR es el buen espacio del que dispone el pasajero. Su asiento es amplio y mullido, y además cuenta con un bien estudiado “tope" en la parte delantera para ayudarle a sujetarse en frenadas enérgicas. Los reposapiés traseros se ubican bajos y las asas laterales están bien resueltas, por lo que es una moto adecuada para ser disfrutada a dúo.
BMW S 1000 XR, una trail ágil y constante
Desde que las ruedas comienzan a girar esta alemana se siente muy ágil y no necesita mucho espacio para cambiar de sentido con una sola maniobra. A pesar de montar un manillar más estrecho, la dirección se mueve sin el más mínimo problema en cualquier situación y al avivar el ritmo la sensación de control es muy elevada. La rueda delantera pisa con mucha firmeza en todo momento y llama la atención lo fácil que resulta balancear la moto de un lado a otro entre curvas. Esta es quizá su mejor faceta. Otro aspecto llamativo es que no hay demasiadas oscilaciones longitudinales, tanto el frenar, como al acelerar, trazando las curvas de manera muy constante y sin grandes movimientos. Además de permitir regulaciones varias, las suspensiones Dynamic ESA trabajan de manera inteligente y se autoajustan según diversos parámetros. Aunque pueda parecer un contrasentido, con la S 1000 XR podemos practicar una conducción agresiva de manera incluso relajada, aunque con el necesario grado de concentración mental, porque con esta alemana se puede circular realmente rápido en tramos de curvas gracias a un motor muy completo, que puede ser muy dulce a bajas revoluciones o transformarse en un “ciclón" si lo exprimimos hasta su régimen máximo cercano a 12.000 rpm.
Con respecto a la frenada, BMW ha optado por no montar una bomba radial para que el primer toque de freno no sea demasiado brusco. Luego es potente y se dosifica bien, aunque si insistes mucho durante unas cuantas curvas, también es cierto que la maneta gana algo de recorrido, aunque siempre dentro de unos parámetros aceptables.
Conclusión
La nueva S 1000 XR se adapta sin problemas a cualquier ambiente asfáltico y en todos ellos puntúa muy alto. Para ser una gran trail es compacta y se maneja con facilidad a baja velocidad. En ciudad se desenvuelve con mucha dignidad y al salir a espacios más abiertos se convierte en una devoradora de kilómetros incansable independiente del tipo de vía que escojamos. En autopista es confortable y nos protege bien, contando con un motor que rinde a un gran nivel y que es difícil de acabar. Luego en zonas más reviradas es una moto difícil de batir, destacando por un gran aplomo en curvones rápidos, y por una gran agilidad en carreteras “ratoneras". Además incorpora una electrónica de última generación que hace de ella una moto muy segura. La verdad es que esta nueva S 1000 XR es muy, muy completa.