Según las palabras de sus creadores, la Dorsoduro es toda una Aprilia de los pies a la cabeza, elegante, pero al mismo tiempo agresiva, y, desde luego, no les falta razón. Pero si echamos un vistazo a la competencia, tanto la KTM 690 Supermoto como la Ducati 1100 Hypermotard, también levantan pasiones con sólo verlas pasar.
No cabe duda, este nuevo segmento tiene el futuro asegurado y no unicamente porque los fabricantes se esmeren en ofrecer agresivos y endiabladamente atractivos diseños, no, detrás hay toda una línea de ingenieros que han conseguido establecer unos estándares de diversión desconocidos hasta la fecha, gracias a unos motores potentes, pero utilizables, y a una parte ciclo «amable» con su piloto, que hará fácil lo difícil, por lo tanto, no es de extrañar que cada vez tenga más adeptos. Si además contamos con la desmesurada persecución de nuestros gobernantes hacia nuestra afición preferida, hoy en día, adquirir una deportiva de estratosféricas prestaciones está mal visto por algunos, si su uso no queda relegado exclusivamente al circuito.
No obstante, si queremos seguir disfrutando, tenemos nuevas opciones donde elegir, un nuevo segmento que viene cargado de sensaciones, donde quemar adrenalina y divertirse es todo uno y sin que por ello tengamos que terminar en «chirona».
En todos los frentes
La firma de Noale siempre se ha caracterizado por ofrecer modelos de carretera con marcado carácter deportivo, prueba de ello es la exitosa RS 125 para los más jóvenes o la RSV 1000 R, –ganadora de nuestro Master Bike en 2006– para los más experimentados. Sin embargo, existía un hueco en la zona intermedia que necesitaba ser cubierto.
Conscientes de ello, en Aprilia han trabajado duro para conseguir ofrecer un producto de calidad en este reñido segmento, prueba de ello es la Mana 850, de la que dimos buena cuenta hace un par de semanas y que cuenta con el galardón de ser la primera de una especie que está llamada a ser el futuro, gracias a su excepcional cambio automático-secuencial, y la Shiver 750 una naked de musculoso diseño y novedoso sistema de acelerador electrónico. A partir de esta última nace la Dorsoduro, al menos en lo que a propulsor y chasis se refiere.
Pura atracción
Fuimos invitados a recorrer los alrededores del lago Bracciano, cerca de Roma. Carreteras sinuosas de montaña, perfectas para hacernos una idea del potencial de la nueva creación de Noale. Lo primero que destaca es su estudiado y espectacular diseño, es preciosa la mires por donde la mires. De líneas puras, armónicas y muy compacta, sin estridencias pero, al mismo tiempo, muy agresiva. Enamora a primera vista.
Una vez sentado encima notas que es alta, pero en marcha su posición es muy natural y cómoda, está entre una supermotard y una streetfighter. El asiento se nota un poco duro con el paso de los km, si bien no es una moto destinada a hacer turismo.
El bramido ronco de los preciosos escapes con branquias similares a las de un tiburón te avisa de las traviesas intenciones del juguetito que tienes entre las piernas, lo que, unido a la trepidante manera de subir de vueltas de su propulsor, bicilíndrico en V a 90º, consiguen que te despiertes, por muy mala noche que hayas pasado. Como ya he dicho antes, utiliza el mismo motor que la Shiver, pero convenientemente adaptado, ahora y gracias a la electrónica, es posible entregar 8 kgm a sólo 4.500 rpm, mientras que la Shiver lo hace a 7.000 rpm, esto se traduce en una sensación de empuje mucho más contundente y consigue que salgamos de los ángulos catapultados hacia adelante, pura diversión.
Además, tenemos la posibilidad de elegir tres curvas diferentes: Rain (lluvia) en la que nos entrega un 30% de la potencia disponible, Turista, la más progresiva y equilibrada, y Sport donde sale a relucir toda la bravura de este bicilíndrico, el cual muestra una finura encomiable a partir de 2.000 rpm y que carece totalmente de molestas vibraciones. Por debajo se comporta con el típico traqueteo que, por otro lado, es todo un sello de identidad. Poder elegir entre tres comportamientos diferentes me parece todo un acierto, puesto que acerca el vehículo tanto al piloto novel como al experimentado.
Otro alarde tecnológico es el acelerador pilotado, denominado «ride-by-wire», cuyo funcionamiento requiere un corto proceso de aclimatación para así acostumbrarnos a sus peculiaridades. En cuanto a su parte ciclo se ha estrechado el chasis con respecto a la Shiver, consiguiendo que sea aún más compacto, siendo ahora mucho más manejable y ágil, así como estable a altas velocidades. A todo esto se le suma un inmejorable equipo de frenos muy potente y dosificable, ofreciendo un tacto realmente efectivo. En cambio las suspensiones, aunque de calidad y con todo tipo de posibilidades, no iban del todo bien, horquilla se mostró algo regular, demasiado dura en compresión para lo blanda que iba en extensión, un problema fácilmente solucionable.
Diversión sin límites
La Dorsoduro es un serio adversario para la competencia, tiene todos los ingredientes para convertirse en un éxito de ventas, tecnología a raudales, elementos de calidad y un funcionamiento que lo único que transmite son sensaciones que ponen tu adrenalina en grado de ebullición y aunque su precio te pueda parecer un tanto elevado no te equivoques, en cuanto retuerzas el puño del acelerador por primera vez ya se te habrá olvidado y tendrás claro que mereció la pena.
*Puedes leer la presentación completa en el número 2.096 de la revista MOTOCICLISMO.