Sin duda, no se trata de una moto que deja indiferente. Los italianos saben cómo hacer algunas cosas, y sin duda una de ellas es convertir el montón de piezas que componen cualquier moto en un objeto que podría considerarse artístico. Y la Benelli TnT entra por derecho propio en el grupo de motos que combinan la pura mecánica con el placer visual. Benelli ha sido rescatada del coma en que se encontraba tras el periodo dirigido por Andrea Merloni por el grupo chino QJMotor, uno de los mayores fabricantes de motos del mundo que distribuye en Europa bajo la firma Keeway. Bajo su tutela Benelli promete olvidar los errores del pasado y convertirse en una firma de grandes motos deportivas y carente de problemas. Y en eso están, aunque hemos de ser sinceros y pese a que nuestra TnT de pruebas no ha tenido ningún problema mecánico, sí que nos ha recordado que todavía hay que pulir algunos detalles en una moto de 15.000 €, porque hay que evitar que se aflojen tornillos o que algunas piezas lleguen a rozar al perder su posición o estar mal guiadas . Su nuevo distribuidor está dispuesto a levantar el nombre de la mítica firma italiana, pero para ello tendrá que evitar incluso estos detalles tontos.
Sin fisuras
Pero bueno, dejémonos de estas cuestiones. La posición es más natural de lo que el aspecto de la moto da a entender con un manillar de una pieza y los estribos algo atrasados. El cuadro es muy completo, pero hay que estudiar para controlarlo con precisión, y el sonido es bastante diferente a lo habitual. Hay algo de ruido mecánico y en verano todo se calienta bastante rápido, los radiadores laterales no trabajan tan bien como los frontales a baja velocidad y los ventiladores empiezan a actuar relativamente pronto. Además el escape calienta el asiento y en ciudad la Benelli no es cómoda en verano. Lo que podamos poner en duda de la TnT se disipa cuando la dejamos salir y demostrar sus habilidades cuando aumenta la velocidad. El motor tiene suficiente potencia y su único achaque es que tiene poco recorrido de tacómetro. Corta antes de lo que querrías, sin llegar a las 10.000 rpm, y si no estás al tanto es frecuente que llegues allí inesperadamente. Hasta entonces es una delicia de progresividad y potencia. El cambio podría mejorar, es un poco duro e impreciso, pero te acostumbras y el embrague trabaja bien. Lo mejor es el bastidor, rápido, preciso, con unos frenos de tacto admirable. Es capaz de combinar potencia respuesta desde medio régimen con un comportamiento dinámico de acuerdo a su aspecto. Entre las de su categoría no tiene nada que envidiar a ninguna en este aspecto. Benelli tiene un buen producto, fruto de olvidarse de los 900 cc y emplear su tricilíndrico en línea con más cilindrada y par para lo que tiene que servir, que es ir por carretera. Además de un diseño diferente y atractivo la TnT 1130 va muy bien. Así que lo único que hace falta para convertirla en un éxito es que sus clientes confíen en ella, y eso es tarea exclusiva de sus nuevos propietarios.