Las TNT de Benelli son explosivas, motos con un marcado carácter deportivo a pesar de su diseño desnudo y de contar con un manillar alto para controlar su dirección. Hasta ahora contaban con un carácter demasiado exclusivo, pero Benelli quiere que sean motos más populares. Esto pretende con la puesta en escena de la TNT 899 (en versiones estándar y «S»), que según la propia Benelli poseen una cilindrada más efectiva y apropiada para todo tipo de usuarios.
Sin haber perdido demasiada potencia por el camino, la TNT 899 nos obsequia con un funcionamiento más suave y regular que el de la 1130. Además, la rebaja de cerca de 3.000 euros que ha experimentado su precio también hacen que aumente su magnetismo a pesar de que el aspecto es prácticamente el mismo. Sin fijarnos en la reducción de cilindrada, sólo retoques en la careta del faro, una nueva instrumentación y reformas en frenos y suspensiones, nos indican de que estamos ante la 899. El motor tricilíndrico muy a la vista gracias a que los radiadores de la refrigeración van en los laterales, el escape de salida central bajo el colín y el diseño agresivo de la carrocería se mantienen intactos en esta «pequeña» TNT.
Por tanto, nuestra protagonista de estas páginas conserva la esencia deportiva de su hermana mayor y también la misma imagen impactante, pero con un tacto general más agradable y la potencia justa para que ésta no te llegue a poner en apuros con facilidad. La TNT 899 sigue siendo una street-fighter rápida y efectiva, pero ahora aumenta el abanico de clientes al que puede ir dirigida.
Más suave y equilibrada
Con sólo haber recortado la carrera de sus pistones en «12 1» mm, y de haber modificado multitud de componentes internos (bielas más cortas, pistones y cigüeñal más ligeros, cámaras de conducción mejoradas y aumento de la compresión, entre otros), el funcionamiento a la hora de circular a sus mandos se ha suavizado. Y digo esto porque a ralentí sigue mostrándose rumorosa. También mantiene intacto el sonido grave y bonito típico de las Benelli, aunque éste ahora es un poco más refinado y agradable. Pero a la hora de ponernos en marcha, lo primero que te llama la atención es que la respuesta al mando del acelerador es más «dulce». También al accionamiento es más suave, por lo que la conducción es más satisfactoria. Además, consigue un rendimiento muy similar.
Declara 118 CV y en nuestro banco han sido finalmente 113 CV, por lo que no hay mucha diferencia de acuerdo a los 122 CV que rindió la TNT 1130 Sport Evo hace que tuvimos en nuestro garaje hace un par de meses. En cuanto a cifras de par, bien es verdad que la diferencia es un poco mayor, pero ahora la curva que describe es más plana, manteniéndose cerca del valor máximo durante más tiempo (entre 3.000 y 10.000 rpm) . Benelli también ha conseguido aumentar el régimen máximo de giro en cerca de 2.000 rpm (corta a poco más 11.500 rpm reales), por lo que la conducción de esta 899 resulta más excitante. La caja de cambios es muy rápida y precisa de accionamiento, y el embrague, aunque carece de sistema antibloqueo, se dosifica muy bien en reducciones. Tan sólo se echa de menos un poco más de suavidad al presionar su maneta a la hora de convivir con ella en ciudad, donde actuamos sobre ella con mayor asiduidad.
La ergonomía es otro de los apartados destacados de esta italiana. Es amplia, con un manillar ancho, con un asiento un poco retrasado y con las piernas flexionadas lo justo para no llegar a cansarte en ningún momento, y para que los estribos se sitúen altos y no rocen en las curvas. Quizá, si mides más de 1,80 m. te sientas un poco encajado en el asiento, pero esto es sólo porque cuenta con un tope trasero que limita ligeramente los movimientos en el sentido longitudinal. Por otro lado, también protege más de lo habitual para tratarse de una moto desnuda. Las piernas quedan guarecidas por los radiadores laterales y sus tapas, y la careta habilitada sobre el grupo óptico delantero protege más de lo que parece a la hora de circular por vías rápidas. En estos momentos basta con agacharse un poco para soportar mejor el azote del viento. Y la verdad es que puede llegar a azotarte bastante, si tenemos en cuenta que es una moto sorprendentemente veloz.
Efectiva y ágil
A pesar de haber sido simplificada en muchos de sus componentes, la 899, al igual que la 1130, se caracteriza por la sensación de rigidez que te transmite y por un aplomo sobresaliente. Además, el tren delantero se siente ahora más ligero y las inercias del propulsor son menores, lo que traduce en una mayor agilidad a la hora de cambiarla de un lado a otro. Al mismo tiempo, el neumático anterior pisa con fuerza y no es fácil que se despegue del asfalto a la hora de acelerar a la salida de las curvas. Por otro lado, tracciona muy bien y todo esto se traduce en una capacidad de aceleración excelente.
El tarado de las suspensiones es resistente, y aunque a veces incomoda un poco, a la hora de recorrer carreteras con buen asfalto es un aspecto de agradecer. Con respecto a los frenos, bien es verdad que se nota el paso de unas pinzas «radiales» a unas más simples de anclaje convencional, pero a base de presionar con ganas sobre la maneta se llegan a conseguir unos resultados óptimos. En cambio, el freno trasero es poco dosificable y es fácil bloquear la rueda posterior antes de lo deseado.
La TNT 899 S (recuerda que también hay otra versión estándar un poco más económica) es una alternativa interesante para el que busca una moto ciertamente polivalente, con carácter y un nivel de prestaciones óptimo y razonable al mismo tiempo. Por concepto y prestaciones se sitúa en un escalón intermedio entre las naked de media cilindrada y las maxinaked, y por ahora se puede decir que en el mercado no encuentra rivales directas.
Por precio también se encuentra «entre dos aguas», aunque si éste fuera un poco más bajo, seguro que el atractivo de las TNT 899 sería aún mayor. Lo que sí es verdad es que, como buena italiana, es una moto muy llamativa y que sorprende por su eficacia. Basta con girar el acelerador para encender la mecha de su «detonador» y llenarte de satisfacción.