Aunque en las dos últimas temporadas han perdido un poco de protagonismo, la Roadster propulsada por motor boxer siempre ha sido un modelo muy importante en BMW Motorrad. Para refrescarnos la memoria, conviene recordar que en 2003, cuando todavía se comercializaba en versión R 1150 R, sus ventas eran comparables a las de la mayor de la saga GS. Después, ya en 2006, fue la última de la saga boxer en recibir el motor grande de 1.170 cc y al tiempo recibió una importante reforma. La que para muchos es la moto más bella de la marca alemana llegaba con 24 CV más, 15 kg menos, y un diseño más estilizado y bonito.
Lo que sobre el papel prometía mucho, después fue corroborado en todas nuestras pruebas y comparativas en las que tomó parte. Incluso se permitió el lujo de erigirse como vencedora en dos ediciones del Alpen Master (2007 y 2008) y ello ya habla por sí solo de las bondades de esta gran moto desnuda.
Pues bien, si fue la última de las boxer en aumentar su cilindrada hasta 1.170 cc, también ha sido la última en recibir las culatas de dos árboles de levas y válvulas radiales que BMW estrenó con la HP2 de enduro en 2006. Como hemos podido comprobar en esta primera toma de contacto, aún con el asfalto mojado, las mejoras se notan mucho. Con ellas, la intención de BMW es adueñarse de una parte del mercado dominado por las modernas streetfighter como, por ejemplo, la Kawasaki Z1000 o la Honda CB1000R, y también de distanciarse de motos más grandes y pesadas del estilo de la Honda CB1300 o de la Yamaha XJR 1300.
Todo un acierto
Aunque BMW declara que los cambios en el motor se limitan a las culatas, está claro que en el boxer de la nueva Roadster se han pulido pequeños detalles para que todo funcione de forma más agradable y con menos vibraciones. Desde que la arrancas por primera vez, además del característico balanceo lateral que provoca el giro del cigüeñal longitudinal, sorprende muy gratamente, tanto por el sonido grave que emana por su nuevo silenciador, como por un funcionamiento muy regular.
Las vibraciones que nos transmite son muy contenidas, y aunque la rumorosidad mecánica que produce su funcionamiento sigue siendo un tanto elevada (algo típico de los boxer), la verdad es que podemos decir que nos encontramos ante un producto muy refinado.
Como en las anteriores boxer con culatas DOHC que hemos tenido la oportunidad de probar, el «nuevo» boxer destaca por un mayor poder a bajo y medio régimen y con un funcionamiento más alegre arriba, gracias a que además de los 113 CV declarados (109 CV en su antecesora), también se ha retrasado el corte de encendido de 8.000 a 8.500 rpm. Del mismo modo, llama la atención que el motor se encuentra más cómodo cuando mantiene regímenes altos de forma continuada. Es como si sufriera menos.
La caja de cambios sigue sin ser especialmente rápida, pero su funcionamiento es correcto e incluso suave, teniendo en cuenta el tamaño de los componentes internos de este gran motor y de su embrague monodisco en seco. Otro aspecto que destaca en el boxer es su carácter polivalente gracias a la regularidad a la que puede funcionar cuando gira a muy bajas revoluciones. Esto nos permite circular a ritmos sosegados sin el menor problema. También destaca la rapidez de su respuesta, subiendo de 2.000 a 6.000 rpm en un instante cuando circulamos en marchas cortas y que te permite levantar la rueda delantera si lo deseas incluso con la segunda relación de cambio engranada. Eso sí, con el control de tracción, opcional, desconectado.
Carácter polifacético
Si intentas localizar a la R 1200 R en los catalógos de BMW, a lo mejor te sorprenderás al encontrarla en el apartado de modelos «Urban». Ello ya nos dice mucho de los objetivos y de la amabilidad de esta gran moto alemana que, según lo declarado, cuenta con un peso que se aproxima a los 225 kg con el depósito lleno. Sí es verdad que cuando la mueves en parado sin la ayuda del motor esos «kilos» se notan, pero una vez que has accedido con facilidad a su puesto de conducción y que sus ruedas comienzan a girar con la ayuda del motor, la verdad es que parece transformarse.
Desenvolverse con ella es muy sencillo gracias a su bajo centro de gravedad. Incluso a muy baja velocidad puedes maniobrar con facilidad, sin necesidad de separar tus pies de los estribos. Además gira mucho, así que puedes cambiar el sentido o circular entre coches con una agilidad sorprendente para una moto de su peso. Y cuando dejas la ciudad y llegas a carretera abierta puede pasar de ser una naked de talante deportivo a una rutera aceptable (especialmente si la equipas con algunas de las pantallas frontales que se ofrecen en opción).
La R 1200 R siempre se ha caracterizado por ser una moto de reacciones muy directas, tanto al acelerar, como al efectuar cualquier movimiento sobre sus mandos. Y en esta nueva versión, si la respuesta del motor es aún más instántanea, también se transmite con mayor inmediatez cualquier insinuación que efectuamos sobre el manillar. El tren delantero ahora es aún más rígido, lo que contribuye a que los cambios de dirección se efectúen con mucha facilidad, sin pasar por alto la seguridad que transmite en apoyos fuertes. También es destacable su capacidad de frenada, incluso sobre mojado, gracias a la ayuda del ABS y al efecto antihundimiento del Telelever. Muy pocas motos te transmiten tanta seguridad al frenar fuerte en condiciones difíciles sin necesidad de ser Jorge Lorenzo.
Y además rutera
Como buena Roadster, está claro que la protección no es uno de los puntos fuertes de la R 1200 R, pero para tratarse de una moto desnuda, sorprende por su elevada comodidad y suavidad de marcha. El asiento «confort», que ahora incluye de serie, y su acertada ergonomía consiguen que a sus mandos no te fatigues demasiado en trayectos largos. También destaca la amplitud y el generoso mullido del asiento en la zona del pasajero y que éste ahora cuenta con unas muy útiles asas donde agarrarse. Está claro que ahora también se trata de una moto más apropiada para ser disfrutada a dúo.
Con pocas pero acertadas modificaciones, la R 1200 R ha vuelto a renacer y a convertirse en un modelo muy interesante. BMW tiene previsto vender 450 unidades este año en España a partir de que empiece su comercialización a mediados de marzo. Podría ser, teniendo en cuenta que su precio de partida es de poco más de 12.000 euros.