Honda CBR1000RR SP Fireblade. Prueba

Honda acaba de presentar su nueva CBR1000RR SP Fireblade en Qatar, en el circuito de Losail.

Texto: Óscar Pena Fotos: Honda

Honda CBR1000RR SP Fireblade. Prueba
Honda CBR1000RR SP Fireblade. Prueba

La nueva Honda CBR1000RR ha dado otro paso al frente, sobre todo la versión SP, que incorpora suspensiones Öhlins y frenos Brembo, entre otros componentes, aportando un importante extra en calidad. Además, las mejoras en el propulsor, la posición de conducción y el tacto general del retocado chasis, le confieren mayor facilidad de manejo y eficacia, dando un salto de calidad respecto al anterior modelo.

21 años de historia y más de 215.000 unidades vendidas avalan a la moto deportiva de alta cilindrada más exitosa de la historia. Y es que la Fireblade es sinónimo de éxito, de eficacia deportiva, y excelente representante de la filosofía defendida por Honda durante décadas de «control total». Y ahora, más que nunca con su versión SP, es una motocicleta con un tremendo equilibrio, combinando unas prestaciones excepcionales y una manejabilidad que tiene la gratificante capacidad de sacar lo mejor de cada piloto en pista. Pero sin renunciar a dar también grandes satisfacciones en carretera.

En el circuito de Losail, Qatar, hemos podido probar esta especial CBR1000RR SP. Ya desde el primer instante los cambios se aprecian. La renovada posición de conducción es muy acertada. Con las puntas de los semimanillares sensiblemente más abiertas y bajas la facilidad para hacer palanca mejora, ganando agilidad y facilidad en cada movimiento en pista. Por otro lado, los estribos, 10 mm más retrasados que antes, ganan una considerable altura al suelo en fuertes inclinaciones.

Otras importantes mejoras hacen ganar rapidez de movimientos, precisión y tacto. Son la nueva rigidez del bastidor de doble viga de aluminio, las tijas de de acero CNC, y el intenso trabajo puesto por Öhlins en la mejora de las suspensiones, lo que da resultado una moto más intuitiva y predecible cuando alcanzas los límites. No hay olvidar tampoco la eficacia de la frenada con pinzas Brembo monobloque y el nuevo reglaje electrónico del C-ABS, o la monta de serie de unos neumáticos realmente deportivos y muy efectivos en cualquier circunstancia, como son los Pirelli Diablo Supercorsa SP. El propulsor de cuatro cilindros en línea no ha sido olvidado a la hora de hacer retoques, y recibe ajustes en la combustión y la electrónica. La Fireblade responde con suavidad, y el tacto del acelerador se aprecia sensiblemente menos agresivo y directo que en versiones precedentes. También se ha trabajado en la curva de potencia, y ofrece unos medios más consistentes, y unos altos con mayor capacidad de sobre régimen.