Esta vez el relato comenzará el día 11-02-2012 cuando cumplí 200.000 kilómetros. A diferencia de mis anteriores crónicas, en esta ocasión veréis muchas fotos de fantásticos sitios de nuestra península porque no he hecho grandes viajes. Un cúmulo de circunstancias y problemas tanto de ámbito profesional de mi piloto como en el tema de averías por mi parte, hicieron muy complicado realizar largos viajes como antaño. No obstante, espero que los buenos tiempos regresen y volveré a disfrutar de paraísos lejanos. Y lo digo yo, que resido en Asturias, un paraíso natural al alcance de cualquiera de nosotras. Además, mi diseño, inspirado en las grandes aventureras de otro tiempo sigue incitándome a recorrer lugares para los que muchas compañeras creen que no estoy preparada. Pero yo no opino igual y tengo la suerte de contar con un piloto capaz de llegar conmigo hasta donde haga falta.
Turismo interior
Tengo que reconocer que el no depender ya de garantías, concesionarios ni fabricantes, me permite disfrutar con toda libertad de mis posibilidades. Y como ya conozco casi todas las carreteras de mi región, estoy comenzando a cogerle el gusto a las pistas. Y es que Asturias tiene rincones verdaderamente preciosos, ¿no creéis? Pero siempre dije que no hay nada como conocer otros lugares para poder comparar, así que también visité las Bardenas Reales, Puentedey, Segovia, Olite, Orbaneja del Castillo, Júzcar, Sádaba, Puerto Lápice, Zahara de la Sierra, Campo de Criptana, Enciso, Añana, la Alberca, Medina de Rioseco, Pancorbo, Trujillo y un montón de sitios más de nuestra geografía, siempre en busca de nuevos destinos.
Como ya sabéis, no me gustan mucho las concentraciones pero no podía dejar de conocer la de Faro, que está cerquita y es en pleno verano. Y siguiendo con nuestro país vecino, tampoco podía dejar de participar en una edición del Lés-a-Les, un curioso evento que dejó un muy buen recuerdo en mi centralita. Pero no solo salgo en verano, eh. También me desplacé a Alsasua el mes de febrero a acompañar durante los primeros kilómetros a unas amigas que se iban a Cabo Norte en pleno invierno. Sus pilotos fueron los primeros españoles en conseguir esa hazaña (enhorabuena Raúl y Fernando). La verdad es que este invierno fue muy crudo, con muchísima nieve aunque, como siempre, los paisajes nevados propician fantásticas fotografías.
En el apartado de mantenimiento, cuando cumplí dos añitos y ya tenía 120.000 kilómetros en mi chasis, quedamos en que todo el mantenimiento posible lo haría mi piloto y así nos conoceríamos más a fondo. No obstante, para temas delicados prefiero confiar en Berto, de Top Motos 9 en Oviedo, de hecho él es el único mecánico al que le dejo que toque mis piezas más íntimas.
Averías
Por supuesto, las averías importantes, que las hubo, se las encomiendo también a él. No quiero que Santi meta la pata… él que se dedique a conducirme, que lo hace bastante bien. Tuve que cambiar los rodamientos de ruedas, el alternador, los retenes de la horquilla… y poco más. Todo ello bien entrados los 200.000. También hice mi primer reglaje de válvulas con poco más de 200, previamente había hecho una revisión anual, o sea, a los 60, 120 y 180.000 pero en ningún momento hizo falta. El segundo reglaje vino a los 250.000 y hubiese necesitado otro a los 275.000 pero en ese punto decidí que era el momento de plantearse seriamente mi existencia.
A estas alturas mi consumo de aceite ya era algo más elevado del que me gustaría y sopesando el trabajo y coste de un reglaje de válvulas, decidí cambiar el motor entero. Me quedé en Top Motos 9 hasta que llegó mi nuevo motor procedente de un siniestro, con tan solo 15.000 km y después de casi un mes de nuevo salí a rodar con ganas renovadas. Con tanto tiempo de inactividad, a Santi le dio tiempo a hacer un blog dedicado a mí y todo: www.unavaraderotrotona.blogspot.com.
Resumiendo, salí del concesionario un 21-11-2008 y el 26-10-2013, a punto de cumplir cinco años, llegaron los 300.000 km siempre en compañía de mi fiel piloto Santi, que sigue tan ilusionado conmigo como el primer día. A partir de ahora bajaré un poco mi ritmo, porque ya me empiezan a pesar un poco los kilómetros, pero no dejaré de seguir haciendo realidad mis sueños, porque… ¿hay algo mejor que hacer realidad un sueño? Y eso es todo amigas. Ráfagas a todas y precaución.