La llegada de una Kawasaki deportiva con motor de cuatro tiempos y 250 cc de cilindrada a nuestro mercado no es algo nuevo. Aunque a un precio insensato, el anterior importador (Derbi), puso en el mercado, a inicios de los años noventa, una pequeña cantidad de Kawasaki ZZ-R 250.
Se trataba igualmente de una bicilíndrica a imagen y semejanza de sus hermanas mayores de entonces, la familia «ZZR». De hecho, su motor era «igual» que el de la nueva Ninja 250 R: un dos cilindros de 4T y 248 cc, culata DOHC, 8 válvulas, diámetro por carrera de 62 x 41,2 mm, refrigeración líquida, y desarrollaba asimismo una potencia de 34 CV. La gran diferencia es que estaba alimentado por dos carburadores CVK de 30 mm de diámetro de difusor, como de hecho lo seguirá haciendo la Ninja 250 R que se venderá en los Estados Unidos, en lugar de la moderna inyección Keihin que le permite superar sin problemas la actual Euro-3.
En lo que respecta a la parte ciclo, seguían las similitudes con la nueva Ninja 250 R: el chasis de la ZZR era un doble viga perimetral, de acero, la suspensión delantera disponía ya de una horquilla telescópica con barras de 37 mm de diámetro y de una suspensión trasera constituida por un sistema progresivo Uni-Track con monoamortiguador. El equipo de frenos montaba también un disco (ahora de 290 mm, por aquellos 300 mm de diámetro) con pinzas de dos pistones delante, y otro disco detrás…
Su peso declarado era de 148 kg en seco por los 154 kg actuales. ¿Nada nuevo bajo el sol? Lo cierto es que Derbi la importó siendo un sin sentido comercial… hasta que se instauró el carnet A1 limitado a –precisamente– 34 CV durante dos años. Ello la convirtió en un modelo ideal para aprender a montar en moto con la potencia «justa»…
Aprendizaje
¿Es pues la Ninja 250 R una moto ideal para primerizos? En lugar de circular dos años sobre una seiscientos o más… de mucho más de 200 kg y 6.000 euros, pero lamentablemente «capada a 34 CV», la Ninja 250 R puede ser la alternativa perfecta: la misma potencia de 34 CV –sin necesidad de limitarla–, pero muchísimo más ligera –y, por tanto, con mejores prestaciones– y también bastante más barata. Las expectativas de marketing para esta moto son buenas, está claro.
Además, la DGT planea «adelantar» dos temporadas la Directiva Europea que normalmente no debiera entrar en vigor antes de 2013. Hay que aclarar, sin embargo, que aunque la DGT anunció un «carnet intermedio A2» por el que el A1 quedará «reservado para mayores de 18 años, pero tras dos años de experiencia en motos de hasta 400 cc», lo que dicha Directiva dice realmente es «motos de hasta 35 Kw (47 CV)»… Sin embargo, en España no hay apenas oferta de este tipo de motos y sólo están en catálogo algunas 250 de carácter ciudadano. ¡La Ninja 250 R es, pues, una buena oportunidad para pasar esta penitencia «aprendiendo» sobre una moto con carácter deportivo!
¿Cómo va?
Kawasaki ha presentado esta moto en Barcelona realzando sobre todo su potencial como moto urbana. A pesar de su estética agresiva y su carenado completo estilo Ninja, la posición es similar a la de una naked, de modo que los brazos no quedan cargados ni por la posición baja de los manillares, ni por colocar el trasero exageradamente alto. Destaca su bajísima rumorosidad, y, por supuesto, dispone de arranque eléctrico. El cuadro de instrumentos es analógico, menos flamante que los modernos paneles digitales, pero de lectura mucho más fácil y eficaz…
Su estrechez y ligereza le permite deslizarse entre el tráfico con enorme desenvoltura. Ya en carretera, la Kawasaki Ninja 250 R es suficientemente rápida, sobre todo en nacional, y sólo en autopista se quedará algo corta de prestaciones, aunque su velocidad de marcador rondará los 160 km/h. Sin embargo, como nos demostró en las carreteras más viradas que rodean a la capital catalana, su dinamismo es sorprendente. La 250 R dispone de una buena aceleración siempre que mantengas la moto en su zona de par a base de usar convenientemente el cambio –algo duro y seco como todas las Kawasaki de las generaciones previas– y aceleres con plena decisión apenas veas la salida de la curva. Sus escasos 2,2 kgm se entregan a 8.200 vueltas, pero los 33 CV cunden de modo que la moto mantiene en carreteras viradas ritmos más que interesantes.
La nueva Ninja es, además, muy fiable en giros, donde hace valer su extrema ligereza, y suficientemente estable en los curvones. Tanto las suspensiones como los frenos –el delantero, con más tacto que potencia– tienen un correcto comportamiento sobre todo tipo de asfalto, y solucionan con brillantez lo que les pongas por delante, a pesar de su poco refinamiento. Recordemos que esta moto está lejos de la sofisticación técnica de las Ninja de última generación.
«0,0»
Algunas cervezas se anuncian como «0,0». Prometen todas las sensaciones y el mismo sabor que las alcohólicas, y son aptas para todos los públicos. Algo así es la nueva 250 R, pues con ella puedes tener una Ninja que sólo cuesta 4.349 euros… un precio relativamente asequible para una primera experiencia sobre una «pequeña-gran» moto de carretera.
En mi opinión, esta 250 cc puede ser un modelo ideal para quién acabe de sacarse el carnet A restringido a 34 CV y desee una deportiva. También, para quien provenga de la equivalencia «125 sin carnet» y, tras descubrir las ventajas de un scooter, quiera aprender cabalmente a montar en moto sin necesidad de llevar demasiados kilos (económicos y de peso) entre las piernas… Y, para terminar, los futuros campeones más «verdes» –la inscripción está abierta a partir de 13 años– podrán disfrutar de una auténtica «primavera motociclista» disputando sobre la Ninja 250 R las cinco pruebas de Kawasaki Ninja Junior Cup.
*Puedes leer la presentación completa en el número 2.096 de la revista MOTOCICLISMO.
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