KTM RC8R 2011

La nueva KTM RC8R, mejor y más asequible. KTM sustituye tanto a su RC8 «básica» (que costaba 16.218 €), como a la RC8 R (de 21.090 €), por la versión 2011 de su «R». Y no sólo te la ofrece a un precio mucho menor (14.989 €) sino que la nueva RC8 R es además ¡mucho mejor!

Pere Casas | Fotos: www.fmimages.com

KTM RC8R 2011
KTM RC8R 2011

No siempre una prueba deja una sonrisa tan amplia como la de esta la RC8 R 2011. Es verdad que frente a la anterior RC8R «2010» esta nueva versión abandona detalles exclusivos, como las ligeras pero caras llantas forjadas, y algunas piezas de carbono. Las únicas modificaciones visibles son una decoración más llamativa en el lateral del carenado y el logo RC8R a gran tamaño, y las citadas llantas Marchesini ahora de aluminio fundido. Pero al acabar de probarla, no tendrás duda ninguna. Porque, en pocas palabras, KTM nos presenta una nueva RC8R que es más potente, más equilibrada, más asequible, más agradable y rápida que nunca.

¿Te parece poco que la RC8R cueste 6.000 euros menos que la anterior R... y 1.200 € menos que la anterior RC8 básica a la que sustituye?

Pero esto no es todo, porque esta KTM no ha escatimado en la calidad de la mecánica en general, ni siquiera en la de las suspensiones WP o frenos Brembo, ni en la de otros componentes o en los acabados. KTM ofrece una moto exclusiva al precio de una cuatro cilindros japonesa y muy por debajo del de otras «R» como las Ducati 1.098 o Aprilia RSV4.

Ready to Race
La verdadera novedad va más allá del dinero. La RC8 R versión 2011 mejora absolutamente su mecánica y es ya una moto totalmente madura. Es cierto que debido a las llantas será algo más pesada (el peso declarado crece de 182 a 184 kg), pero la potencia de su V2 a 75º de 1.195 cc sube a 175 CV a 10.250 rpm, 5 CV más que en la anterior «R» y ¡20 más que en la anterior RC8 básica de 1.148 cc!
Puedes olvidarte, también, de aquello que se dice –y se escribe– cuando una moto no está aún totalmente conseguida... «lo bueno es que tiene mucho margen de mejora». La primera versión de la RC8 tenía defectos de confort debido a las vibraciones, de chasis, de suavidad de cambio y de respuesta del acelerador al cerrar-abrir... –¡y era, además, muy cara! – que se disfrazaban como «tiene personalidad de carreras», o «es ruda y con temperamento agreste».

Ahora el motor es nuevo, cuenta con dos bujías por cilindro y se ha trabajado en el detalle. Por fin responde con la suavidad de un cuatro cilindros pero con la pegada de un V2. El confort de manejo es ya total, resistiendo la comparación con los mejores bicilíndricos de la competencia italiana, también muy evolucionados en el mismo sentido. Su empuje es ahora más contundente arriba, y dulce y suave desde abajo, de modo que puedes hacer casi todo el Circuito de Cheste en tercera y cuarta y acelerar desde los ángulos o en marcha larga como un demonio. Cuando te acercas a las 10.000 rpm puedes sentir una patada considerable.

La moto corre de verdad. Pero el nuevo cigüeñal evita vibraciones y mejora la subida de vueltas. Además, el cambio es ya absolutamente suave. Aunque no equipe embrague antibloqueo, en las reducciones se nota el sistema de control electrónico Keihin de frenado en el motor, que inyecta gasolina cuando se cierra el acelerador para evitar una retención excesiva que cause problemas no solamente de bloqueos en frenada al ocasionar una caída brusca de vueltas, sino también de falta de suavidad en el citado «cerrar-abrir» en plena curva. Buen trabajo.

Añade una parte ciclo tan sólida como precisa, unas suspensiones WP de altísima gama, que han sido suavizadas de modo que trabajan perfectamente en fase de frenada y aceleración, unos frenos radiales Brembo de 320 mm excepcionales, con potencia, tacto, y una posición y confort mejorados. Aquí puedes encontrar tu moto ideal para las tandas semanales en tu circuito favorito. No en vano la marca ha ganado el exigente Campeonato Alemán de Superbikes.

Los hombres de KTM nos llevaron de excursión hasta la vecina Cheste, unos pocos km en carretera abierta para demostrarnos lo que ya sabíamos del circuito: no solamente es una RC8R más rápida y poderosa, sino más fácil, agradable y... ¡más barata!