Yamaha FZ1 Fazer ABS ’07

Te vas animando. Si montas en moto a diario, que seguramente sí, es más que posible que esto te suene. Sin desearlo, sin intentarlo, vas rodando más deprisa hasta que, casi siempre, un susto te lo recuerda. «Es lo que tiene», que te vas animando…

Guillermo Artola. Fotos: Paloma Soria

Yamaha FZ1 Fazer ABS ’07
Yamaha FZ1 Fazer ABS ’07

Y cuando esto ocurre, cuando el mundo pasa más deprisa a tu lado y tú ya te has acostumbrado, todas las medidas de seguridad son bienvenidas y ayudan. Por eso Yamaha te ofrece esta versión de su magnífica FZ1 Fazer dotada de ABS, lo que significa un plus de seguridad que es como la inyección del tétanos o la separación de bienes: si no te hacen falta, y los tienes, no molestan; pero si te hacen falta te salvan la vida… Del ABS se puede decir lo mismo, sobre todo cuando funciona así de bien.

AL GRANO
Como los pollos y las quinceañeras con acné, que no nos sobra el espacio. La FZ1 ABS de 2007 no recibe cambios respecto a la primera versión, la presentada el año pasado, salvo la adopción del ABS que motiva esta prueba, y no vamos a repasar sus características técnicas. De todos modos, si quieres más literatura sobre este modelo, apunta, busca en tu colección de MOTOCICLISMO y en el número 1.973 encontrarás un completo análisis técnico, en el 1.983 la presentación a la prensa en tierras californianas, y en el 1.990 la prueba «A fondo» que en su día realizó Sergio «tumbaditas» Romero. La posición de conducción, lo primero que notas cuando tienes acceso a ella, es cómoda, nada extrema, y muy apropiada tanto para el uso diario como para largos viajes solo o a dúo. El manillar plano está en la posición justa para que no te castigue los riñones, y, sin embargo, permite adoptar una postura menos erguida y que te esconda un poco del viento. El pequeño semicarenado funciona muy bien a baja velocidad y tiene unas dimensiones contenidas que son una ayuda de cara a que el peso no se dispare. Eso conlleva una limitación a alta velocidad, y es que más allá de 160 km/h la protección es insuficiente. Si quieres mirarlo de modo positivo, la paliza del viento te sirve de aviso para recordarte que hay una cosa que se llama radar y que los puntos no son una exclusiva de los estudiantes y de los boxeadores…

DE TODO
Tiene de todo, y todo bueno. No es el equipamiento de la última hornada de deportivas, pero es que no hace falta. Los frenos con discos de 320 mm con pinzas «monoblock » son potentes y dosificables, y son un buen ejemplo de que una bomba y unas pinzas radiales podrían ser excesivas, sobre todo teniendo en cuenta que el tarado de la horquilla no va a ser el de una moto de circuito y que el común de los usuarios montará gomas un poco más duraderas que las más blandas de competición. El freno trasero, una mera anécdota en casi todas las motos, es utilizable gracias al ABS, que impide que bloquee la rueda posterior y, así, lo convierte en útil. Las suspensiones cumplen su papel como la buena música de cine, consiguiendo que ni pienses en ellas, que es lo mejor que se puede decir en el caso de una sport-turismo como la que nos ocupa. El resto de componentes son estándar, con mandos de calidad tanto en las manos como en los pies, la pintura y los plásticos excelentes, los asientos suficientes y cómodos para ambos ocupantes, el carenado protege como ya se ha mencionado y el motor merece párrafo aparte. Basado directamente en el propulsor R1, gana un 40 por ciento de inercia en el volante del cigüeñal, cambian las relaciones de quinta y sexta y hay modificaciones en la «mapatura» (cartografía) de la inyección y del encendido que transforman considerablemente el comportamiento, haciéndolo menos radical aunque, personalmente, creo que no consigue todo lo que se podría esperar. Para una moto de estas características el propulsor sigue siendo un tanto puntiagudo y no ofrece los bajos-medios que parecen obligados en una sport-turismo. Por supuesto que el tacto es exquisito, es una Yamaha, y lo que aquí figura como una crítica no es más que un desesperado intento de encontrar algo que no sea perfecto. El ruido que despide el silenciador de escape es potente pero precioso y tiene buena parte de culpa en esta sensación, porque lo cómodo es circular sobre las 3.000 rpm, y en ese caso no hay respuesta cuando abres gas, pero si pasas de ahí todo cambia y entonces no pensarás que este motor está falto abajo…

ESPAÑA SECA
En España no llueve, ¿verdad? ¡Ja! Mientras he tenido esta FZ1 para probarla ha sido difícil encontrar un momento en que no cayera agua, tipo calabobos unas veces y excesiva en otros, pero siempre más de la que hubiera deseado. Eso sí, esta circunstancia climática me permitió probar el ABS como se debe, «sin conflictos internos». Obligar a saltar al ABS trasero es fácil y no causa dificultades, pero siempre dan menos ganas de probarlo cuando se trata del delantero. Ahora bien, si vas por la M-30 (carretera de circunvalación a Madrid) lloviendo y un simpático conductor de coche hace eso que es imposible que vaya a hacer, eso que no puedes creerte que una «persona humana» piense siquiera, eso que casi te hace convertirte al budismo y te deja el esfínter como el asterisco del teléfono (lo ves, ¿a qué sí?), el ABS se encarga de dulcificar tu «panic braking» (frenada de emergencia) y no te la calzas porque San Yamaha tiene un departamento de desarrollo que olé sus huesos… Si todavía no has probado un ABS que funcione bien de verdad y no eres un entusiasta de estos sistemas, créeme, éste lo hace y la pequeña diferencia de precio es dinero bien gastado. Y si eres «don prudencias», bien hecho, pero no olvides que con estas motos te vas animando…
 

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