Benelli BN 600. Prueba

Jugando a su favor con el inequívoco y atractivo diseño italiano, Benelli nos presenta su nueva BN 600, que encuentra en su propulsor de cuatro cilindros en línea refrigerado por agua, el primero fabricado y ensamblado en China, su principal rasgo de identidad.

Óscar Pena. Fotos: Benelli

Benelli BN 600. Prueba
Benelli BN 600. Prueba

El último producto de la centenaria casa italiana afincada en Pesaro es una práctica y atractiva moto de acceso a las cilindras medias que combina con acierto una imagen impactante, unos componentes de buena calidad, y un propulsor de cuatro cilindros en línea con refrigeración líquida para el que se declaran 82 CV de potencia máxima. Gracias a ella y a su particular configuración técnica, Benelli se remonta a su gloriosa década de los 70, cuando sus motos de cuatro cilindros en línea refrigeradas por aire eran objeto de deseo de los amantas a las dos ruedas. Sin embargo, la BN 600 no pretende ni por asomo ser una moto única o exclusiva. Nada más lejos de la realidad. Es una moto eminentemente práctica y económica, en la que Benelli y su casa madre, Keeway, confían para relanzar la firma italiana y hacerse un hueco en un importantísimo nicho de mercado.

Aunque la habíamos visto en diferentes salones el pasado año, e incluso ya está a la venta  en una versión básica en Asia, en Europa no habíamos tenido hasta ahora la oportunidad de observar la BN 600 aparcada en la calle, y menos aún la de probarla en su versión para el viejo continente. En un primer golpe de vista es realmente atractiva, impactante. Su aspecto exterior te hace pensar en una moto de superior cilindrada, y su diseño, aunque te recuerde a motos ya existentes (la estructura del bastidor con el amortiguador lateral, el colín y el doble silencioso son muy similares a la Aprilia Shiver), tiene una impronta realmente personal y cautivadora. Está bien terminada, tanto en lo que atañe a sus ensamblajes y acabados como a sus componentes, y se percibe musculosa y «masiva», también moviéndola en parado, algo que se refleja en la báscula con sus 208 kg de peso en seco declarados. A su favor, hay que decir que al tomar los mandos y comenzar a rodar unos pocos metros esta sensación desaparece inmediatamente.

Cuenta con una excelente ergonomía, es bajita de asiento, lo que favorece llegar con los dos pies al suelo, y el manillar ancho y con mucho radio de giro ofrece un gran control sobre el conjunto. En ciudad y en carretera es confortable, eso sí siempre desprende cierto toque deportivo a la vez, gracias, entre otras cosas, a sus estribos elevados y al tacto rígido de su parte ciclo. Estas sensaciones están en sintonía con su imagen y sin duda le ayudará a diferenciarse de los modelos contra lo que se enfrentará en el mercado. Por ejemplo con la Yamaha XJ6, que por su configuración de motor y precio es la primera que se nos viene a la cabeza como su más directa rival.

Las buenas impresiones iniciales se ven algo empañadas por un par de detalles que nos llegan principalmente de la gestión electrónica Delphi MT05, de origen estadounidense, y del motor. Así, por un lado, el acelerador responde con ligera lentitud a nuestras insinuaciones sobre el puño derecho, y al hacerlo es un poco brusco. Por otro, a partir de 7.000 rpm, se aprecia un considerable índice de vibraciones en estribos y manillar que repercuten en el confort.

El propulsor de cuatro cilindros en línea con doble árbol en cabeza, 16 válvulas y refrigeración líquida aporta un dato curioso, y es que es el primero fabricado y ensamblado íntegramente en China. Desde allí viaja a la cadena de montaje de Pesaro completamente terminado, donde se monta en la BN 600 como un componente más.

De apariencia robusta, está diseñado bajo las premisas de un bajo coste de producción, pero con una elevada fiabilidad y unas prestaciones dignas. Así, a pesar de las características señaladas unas líneas antes, hay que destacar de él su contundencia a medio y alto régimen de giro, y las elevadas dosis de sensaciones excitantes que transmite. Por ello no es de extrañar que los 82 CV de potencia declarados sean perfectamente reales. Por su parte, también choca algo su sonido, ronco y elevado, que concuerda con el espíritu del conjunto.

En cuanto al consumo de carburante del mismo, un dato que se nos antoja relevante en una moto de acceso como es esta, no hay datos oficiales al respecto, así que quedamos a la espera de una prueba a fondo «en casa» el año próximo para verificarlo. Y decimos el próximo año porque la BN 600 estará disponible a partir de enero de 2014 a un precio que rondará los 6.500 € en cualquiera de sus tres decoraciones: blanca, negra y roja.

Benelli recurre a un chasis tubular con el motor portante para dar forma a la parte ciclo. Igualmente destacan su amortiguador lateral, el masivo basculante de doble brazo reforzado, y una poderosa horquilla de 50 mm de diámetro de barras que tiene su origen en las montadas en las TNT. El conjunto es a la par robusto y efectivo. No esperes de él gran eficacia a la hora de rodar rápido, pues en zonas viradas termina cediendo, más por las arremetidas de la gestión electrónica a la hora de «cortar-acelerar-cortar», que por el propio comportamiento del conjunto. Pero es fluido y homogéneo a ritmo medio, tiene una buena precisión de dirección y agilidad en los cambios de trayectoria, que es a la postre lo que necesitarán la gran mayoría de sus futuros propietarios.

Es destacable el trabajo de la horquilla invertida Marzocchi, que aunque carece de regulación alguna, es realmente progresiva y agradable. También los frenos, compuestos por dos grandes discos de 320 mm y una doble pinza de anclaje radial Brembo con gran mordiente y aceptable tacto. El amortiguador trasero Sachs es de calidad y multirregulable, pero no transmite excesiva progresividad y en zonas bacheadas es algo incómodo.

Durante la presentación, tuvimos la oportunidad de charlar distendidamente con Steffano Hichelotti, jefe de I&D de Benelli.

-¿Que esperan de esta nueva Benelli?

-”Para nosotros la BN 600 un proyecto muy importante. La versión estándar está teniendo buena aceptación en Asia, y esperemos que lo haga en Europa. Además si todo va como está previsto, también se exportará a América del Sur y la propia Asia. En total esperamos vender unas 5.000 unidades.

-¿La denominación será Benelli en todos los mercados o también Keeway?

-Será Benelli. Su cadena de montaje está en Pesaro, y aunque el motor se fabrique en nuestra planta China, eso no quita para que no se denomine Benelli.

-¿Que público objetivo es el de la BN 600?

-Es una moto de acceso a la cilindrada media. También hay que recordar que dispondrá de un kit de limitación para poder ser utilizada por conductores noveles.

-Parece algo pesada...

-No lo es mucho mas que una Yamaha XJ6, su rival más directa. Las paredes del motor, el cigüeñal o el masivo bastidor de acero son elementos que aquí y allá la hacen un poco más pesada. Pero nada que no sea perfectamente manejable.

Inteligente movimiento por parte de Keeway y Benelli al desarrollar una moto funcional que sea válida para multitud de potenciales usuarios, precisamente en momentos tan delicados como los actuales. Sin duda la BN 600 supondrá un soplo de aire fresco para la centenaria marca afincada en Pesaro. Juegan a su favor, una cuidada imagen juegan, buenos y eficaces componentes en algunos apartados, y un precio que se presupone en línea con la feroz competencia japonesa y un comportamiento en general solvente. Su motor «made in China», algo tosco en su respuesta y con algunas vibraciones a medio y alto régimen, es potente y tiene pegada, y sin duda por lo bueno y lo mejorable lo que hace es imprimir carácter.