Derbi GPR 125

La Derbi GPR 125 es la nueva bala roja. Si entre las Derbi hay que buscar una auténtica "bala roja" esa es sin duda su Derbi GPR 125, una deportiva nata que se renueva por completo con un nuevo motor 125 4T de última generación.

Roberto Ruiz Amigo

Derbi GPR 125
Derbi GPR 125

Derbi es competición y este es su máximo exponente entre las 125, la nueva GPR 125 4T. Para presentar su nueva deportiva nada mejor que contar con la presencia de sus tres pilotos oficiales del Mundial de MotoGP: Efrén Vázquez, Pol Espargaró y Joan Olivé, con los que pudimos intercambiar impresiones sobre la nueva «bala roja».

La vimos en los salones del año pasado y es que, por lógica, sabíamos que no tardaríamos en ver nuevos modelos con su más reciente propulsor, el 125 4T que comenzó moviendo a las Terra y Mulhacén 125. Para dar vida a esta nueva GPR la firma catalana ha creado un modelo completamente nuevo, dejando atrás su anterior versión 2T y empleando componentes de primer orden con los que conseguir una de las deportivas de referencia de su segmento. Un monocilíndrico 4T, 4 válvulas, DOHC y refrigeración líquida es el encargado de prestar sus 15 CV (el máximo permitido de la categoría por cuestiones de carné) para que las prestaciones de la GPR sean de las mejores entre las de «octavo de litro».

Si al buen rendimiento de su propulsor le sumamos una parte ciclo de auténtico capricho tenemos un conjunto preciso y con un comportamiento envidiable. Una imponente horquilla Paioli con barras de 41mm es la encargada de transmitirnos toda la información que necesitamos del tren delantero, con un tacto muy directo y 110 mm de recorrido, mientras que detrás contamos con un monoamortiguador Ollé anclado directamente al basculante. Tampoco apurar cada frenada supone ningún problema gracias a un enorme disco delantero de 300mm mordido por una pinza radial de cuatro pistones y un trasero de 220 mm y simple pistón. Todo montado sobre un rígido chasis doble viga de aluminio inyectado que sólo con su apariencia ya deja muy claras las pretensiones de esta nueva Derbi. Su cuadro de instrumentos hace lo mismo, completamente digital y toda la información necesaria, con indicador de sobrerégimen incluido, como las grandes deportivas.

A la hora de la verdad, y rodando sobre el asfalto de Castellolí, la GPR quiere ser una moto tan deportiva como válida para el día a día, con una geometría que acepta a pilotos de toda talla y especialmente pensada para no resultar incómoda si tus trayectos transcurren entre las calles de una ciudad. Control, rigidez, aplomo y un tacto delantero excelente entre curva y curva se suman a una frenada tan potente que difícilmente necesitarás más, ni «a final de recta». Un escape de clara inspiración MotoGP bajo el carenado y luces de posición y piloto trasero de LED son un buen ejemplo del nivel de refinamiento que la marca de Mollet pone en sus modelos. Desde este mismo mes de mayo ya la tienes disponible en blanco o en negro por 3.999 euros, la calidad tiene su precio.