Ducati Scrambler Sixty2, una moto ideal para el carnet A2

La nueva Ducati Scrambler Sixty2 llega para convertirse en un icono pop entre los jóvenes motoristas con carnet A2, ofreciendo un paquete similar al de la Ducati Scrambler Icon, pero con motor de 400 cc.

Marcos Gil. Fotos: Ducati

Ducati Scrambler Sixty2, una moto ideal para el carnet A2
Ducati Scrambler Sixty2, una moto ideal para el carnet A2

Ducati ha buceado en su historia a la hora de ampliar su familia Scrambler. A las Ducati Scrambler Icon, Scrambler Urban Enduro, Scrambler Full Throttle y Scrambler Classic, se une ahora la Ducati Scrambler Sixty2, cuyo nombre hace referencia al año 1962 en el que la marca italiana lanzó su primera Scrambler. La nueva Ducati Scrambler Sixty2 supone el escalón de entrada a la saga Scrambler, que Ducati considera más como una marca diferenciada del resto de su gama, y que va camino de convertirse en una línea de producto cada vez más extensa, algo que Ducati nos reconoció en durante la presentación dinámica de la Sixty2 en Barcelona.

La menor de las Ducati Scrambler va dirigida a los motoristas más jóvenes que teniendo el carnet A2 busquen una motocicleta que case a la perfección con su estilo de vida. De ahí que la estética de la Ducati Scrambler Sixty2 esté muy influenciada por las corrientes urbanitas como el skate, la música pop, el arte callejero y se contente con una cilindrada inusual para las motos de Ducati de los últimos tiempos. Su pequeño motor tiene una cilindrada de casi 400 cc, 399 cc exactamente, y una potencia de 41 CV para mover los 183 kilos que pesa con el depósito lleno.

A los mandos de la Ducati Scrambler Sixty2

La nueva Ducati Scrambler Sixty2 se inspira en la estética de la Scrambler Icon, aunque frente a ella presenta varias diferencias notables. La primera es, como decimos, su cilindrada y potencia. Ducati ya la usó en su Monster 400 de principios de siglo, un modelo que duró poco en el catálogo de la marca, pero hay que decir que el bicilíndrico de laDucati Scrambler Sixty2 es nuevo casi por completo, diseñado y afinado para estirar menos y funcionar con mayor suavidad, dado el carácter más recreativo y pausado de la Scrambler. Y en efecto, la primera sensación a los mandos de la Ducati está marcada por la finura del bicilíndrico de aire y el buen tacto del embrague, progresivo, suave en su accionamiento… eso, y la agradable posición de conducción, definida en gran medida por un manillar que visto desde fuera parece desmesurado, pero que luego no es un “desfase”, aunque sí un hándicap cuando el tráfico se complica y los espacios se acortan.

El rodar urbano de la Ducati Scrambler Sixty2 es sumamente agradable, con una primera tirando a larga y un bonito sonido en retención, que contrasta con la discreción acústica de la que hace gala acelerando. Nada de estridencias. No casan con el estilo amigable, buenrollista y nada radical de esta pequeña belleza. Volviendo a lo que la separa de la Ducati Scrambler Icon y compañía, Ducati ha sabido no ya mantener la esencia de aquéllas, a pesar de montar en esta 400 otra horquilla más modesta, un basculante de acero en lugar de aluminio, y una llanta trasera más estrecha. Esta Ducati Scrambler es más Scrambler, más cercana al concepto primigenio si cabe. La sensación de estar ante un producto de calidad, sigue presente más que en detalles concretos, en su conjunto.

¿Cómo va la Ducati Scrambler Sixty2 en carretera?

El comportamiento en carretera de la Ducati Scrambler Sixty2 se resume en unas prestaciones modestas, pero un dinamismo y confianza en la parte ciclo tremendos. Nada que no esperásemos, dada la contenida potencia y el hecho de que esta 400 sólo pesa unos pocos kilos menos que sus hermanas mayores. Si en ciudad basta con mantener el régimen en torno a las 3.000 –si bajas de 2.500 o así, puedes encontrarte con tirones al cerrar- en carretera el empuje bueno llega hacia las 6.000, donde el bicilíndrico comienza a estirar hasta que dos luces de sobrerrégimen te avisan de que está a punto de entrar en acción el corte de encendido, a eso de las 9.000 y pìco vueltas.

Más que el motor, es la parte ciclo de la Ducati Scrambler Sixty2 la que pide guerra con unos neumáticos Pirelli que calientan rapidísimo, son muy progresivos y dan una tremenda confianza, lo mismo que el chasis y el resto de elementos implicados. Incluso admite brusquedades en cambios de dirección rápidos, abusando de la palanca que te ofrece el manillar. Realmente divertida e intuitiva, sí señor. Va sobrada de ciclo esta Sixty2, tanto que si te calientas un mínimo, rozarás con los estribos, e incluso el escape. Ojo ahí.

En suma, Ducati ofrece una moto absolutamente distinta a lo que puedes encontrar ahora mismo en el mercado en su rango de cilindrada. Mucho más moto que las pequeñas naked de más de 300 cc que están proliferando, mucho más bella y glamorosa que otras utilitarias como la Honda CB 500 F. Su guerra es otra, y también su público, ese que busca algo más que una moto utilitaria, ese al que no le importa pagar más (7.790 euros) por tener un producto especial. Y la Sixty2, lo es. Vaya si lo es.

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