Husqvarna Nuda 900. Prueba a fondo

La Husqvarna Nuda 900 es una moto diseñada para el deleite de la vista y el disfrute de sus mandos, válida para usar en ciudad, carretera e incluso en circuito corto.

Sergio Romero Fotos: Juan Sanz

Husqvarna Nuda 900. Prueba a fondo
Husqvarna Nuda 900. Prueba a fondo

La Nuda 900 es la primera moto de carretera que fabrica Husqvarna desde que pertenece a BMW y además está destinada a ser la más vendida de la marca de origen italiano. Es una combinación curiosa y desde luego un modelo de gran importancia para sus creadores.

Con esta supermotard llega al mercado otra opción interesante, que está a medio camino entre las pequeñas, Aprilia Dorsoduro 750 y Ducati Hypermotard 796 y las grandes, donde se encuentran la Dorsoduro 1200, la Hypermotard 1100 y la KTM 990 Supermoto.

Frente a sus diversas rivales ofrece el refi namiento y el buen acabado que BMW ha conseguido en su última generación de F800, que es de donde deriva nuestra protagonista. Lo mejor es ver cómo funciona en los diferentes ámbitos en los que puede ser utilizada.

Lo decimos muchas veces: hay motos que cambian en gran medida de verlas en foto a hacerlo en vivo. Y ésta es una de ellas. La imagen mental que tenía de ella era la de una moto voluminosa y no tan deportiva, pero cuando la recogí me sorprendió por el estilizado y agresivo de sus líneas.

El depósito tiene prominentes aristas en sus lados y el asiento es estrecho y alto. Además, la aleta delantera tiene un diseño galáctico que le acaba dando una tremenda personalidad a esta supermotard. Tampoco le hacen justicia las fotos a nuestra unidad de serie, ya que esta decoración pierde al pasar al papel, así que al que le interese lo mejor es que la vea en directo.

La única contrapartida de este diseño «vertical», en el que el depósito va por debajo del asiento, es que éste último queda algo elevado del suelo. Tampoco ayuda a llegar al suelo que los estribos queden justo a la altura de las espinillas, pero es una moto pensada para divertirse y en el momento de la acción todo está en su sitio. Así el ancho y alejado manillar te ofrece un buen control de la moto cuando afrontas los tramos revirados, mientras que no es fácil rozar con los estribos, que al mismo tiempo flexionan las piernas en su justa medida.

El punto menos cuidado de su futurista diseño es la aerodinámica y es que el piloto queda con el tronco muy expuesto al aire. De modo que te invita a rodar a velocidades intermedias en autopista. La instrumentación, como la moto en sí, combina el diseño italiano con la practicidad alemana.

Ésta es muy compacta pero al tiempo ofrece datos interesantes, como el consumo (litros acumulados), la temperatura y los datos básicos. La luz de aviso de sobrerrégimen también merece un guiño y es que simula las líneas rojas del cuentarrevoluciones, que se encienden a medida que la aguja entra en ellas.

Otra de las sorpresas viene cuando pulsas el botón de arranque y los dos cilindros comienzan a girar... Su sonido, ronco y deportivo, y el tacto del acelerador no tienen nada que ver con el de las F800, del que deriva directamente.

Además de la cilindrada y los retoques internos, se ha cambiado el calado del cigüeñal, pasando de 360 a 315º, de modo que ahora ya no giran en paralelo y el tacto similar al de los bóxer desaparece.

Gracias al escape más abierto y la distribución más agresiva, el bicilíndrico se ha vuelto más deportivo, pero no ha perdido nada de su buen tacto en bajos y medios. De hecho es uno de los mejores bicilíndricos de su categoría si nos atenemos a la finura de funcionamiento por debajo de 3.000 rpm, donde los demás tienden a «cocear».

Los medios son contundentes y al tiempo que empieza a entregar par con rapidez, el escape te avisa de que ya ha empezado lo divertido. Estira lo normal en este tipo de monturas, llegando a las 9.500 rpm, con bastante empuje y las luces rojas destellando en el cuadro. En desplazamientos tranquilos se percibe suave y sus vibraciones pasan totalmente desapercibidas.

Cuenta con dos mapas de gestión de motor, pero las diferencias entre ellos no son muy grandes. Otro punto a su favor es el bajo consumo y es que a ritmo medio de prueba, en las que se consume más que en uso normal, ha gastado tan solo 5,9 litros.

Gracias a este bajo consumo se pueden hacer 200 km sin repostar, a pesar de que no disponga de mucha capacidad de depósito (13 litros). El aviso de la reserva y el «fuel trip» no son muy precisos, ya que se encienden y se apagan repetidas veces antes de que corresponda. El cambio tiene un tacto agradable y aunque no dispone de embrague antibloqueo tampoco lo echas de menos, a no ser que realices una conducción muy extrema.

Llama la atención como un chasis puede cambiar de cometido según los elementos que le acompañen, así el multitubular de las últimas F800 se vuelve aquí la base de una supermotard. Con nuevo subchasis, frenos y suspensiones la Nuda 900 se mueve como una bailarina entre curvas.

Da la sensación de ser una moto ligera, 187 kg en vacío verificados, y eso te da confianza en cualquier maniobra. Las suspensiones, firmadas por Sachs y de largo recorrido (210 y 180 mm), le dan el toque supermotard. La horquilla es robusta, aunque en esta versión no tiene regulación (ver recuadro sobre la versión R), y destaca por la suavidad de funcionamiento.

Como es habitual en estas monturas, se comprime con rapidez en la primera parte del recorrido y eso te da la sensación de que los frenos pueden poner en aprietos a la horquilla. Es cierto que los Brembo con pinzas y bomba radiales tienen una enorme potencia, quizá demasiada para un uso tranquilo.

También el freno trasero es potente, así que hay que acostumbrarse a dosificar tanto la maneta como el pedal. Se echa de menos la posibilidad de contar con un ABS. En medio de la curva, ya sea lenta o rápida, las suspensiones se comportan bien y en los baches la horquilla brilla por su capacidad de absorción. No tanto el amortiguador trasero, que va anclado ditrectamente.

En conjunto su parte ciclo es equilibrada, a lo que también ayuda el buen funcionamiento del bicilíndrico. Si en el trayecto al trabajo tienes algunas curvas o si piensas en las salidas del fin de semana, esta Nuda 900 puede ser la moto que te haga sonreír.