Probamos la Yamaha XSR700

La nueva XSR700, una naked con mucho estilo, es la prueba de la actividad de Yamaha en el segmento de las cafe racer y las motos prepardas.

Sergio Romero. Fotos: Yamaha

Probamos la Yamaha XSR700
Probamos la Yamaha XSR700

La Yamaha XSR700 ya había sido desvelada por la marca, se trata de una cafer racer de nueva generación que amplía su gama Sport Heritage. Se inspira en la XS650 y lo hace utilizando la base la MT-07, pero con una estética muy trabajada siguiendo las directrices del preparador japonés Shinya Kimura. Hemos tenido la oocasión de probarla en su presentación internacional en Cerdeña y también de verla, algo importante en este tipo de motos.

Los cambios principales de la Yamaha XSR700 están en la carrocería, que tiene como protagonista un depósito con tapas de aluminio y un grupo óptico delantero muy curioso. Tiene detalles cuidados, como las mencionadas tapas o el subchasis desmontable, que permitirán su preparación con facilidad. Yamaha además ha dispuesto 40 accesorios en dos paquetes, uno dirigido a lo que llaman “fun ride" y otro “all rounder". También en este campo han trabajado con un preparador externo a la marca JVB, que ha hecho una versión especial llamada Super 7, de la cual también podrá comprarse el kit de preparación. Así que los amantes de las personalizaciones tienen una buena base en la XSR700.

Al verla puede parecer una moto de aire retro, pero sabiendo que en su interior está la base de la MT-07, ya sabíamos antes de probarla que iba a ser una moto muy divertida. La ligereza del conjunto y el buen comportamiento del chasis hace que sea ideal para los que no tienen todavía mucha experiencia y un juguete para los que ya tienen kilómetros a sus espaldas. Las suspensiones son suaves en su tarado, así que a un ritmo normal trabajan de una manera idónea. Con mucha carga, por velocidad o por peso, pueden llegar a trabajar en la zona final del recorrido, pero teniendo en cuenta la orientación de la moto es poco probables que en su uso normal lleguen a este rango. El comportamiento de la XSR700 es básicamente el mismo que el de la MT-07, lo que supone un gran acierto, ya que se trata de una moto muy ágil y rápida de reacciones, pero que al mismo tiempo es estable y no pone en aprietos a quien la pilota. Se mantiene el equipo de frenos con pinzas de cuatro pistones, de tacto correcto, pero ahora el ABS viene de serie. Lo que sí ha cambiado es la posición de conducción, gracias al manillar más ancho, elevado y cerca del piloto, y al asiento más alto y cómodo. De modo que el cuerpo va en una posición más relajada y eso hace que sea más agradable en conducción tranquila, pero eso no quiere decir que haya perdido nada a la hora de tomar curvas.

La gama de motores de Yamaha con la tecnología crossplane ha sido todo un acierto, como hemos visto en la R1, la MT-09 o la MT-07. De hecho el CP2 de la XSR700 es igual al de ésta. La marca buscó en él unos buenos valores de par, aun así el bicilíndrico de 689 cc declara 75 CV a 9.000 rpm, aunque hay un kit de limitación a 35 kW. Este tipo de motores tienen un pulso muy característico, entre un bicilíndrico en línea y un «V2», en el que sientes su funcionamiento y hay una gran conexión entre el acelerador y la rueda trasera. Desde muy bajo régimen entrega par de una manera lineal, que se mantiene durante toda la gama, de modo que es muy fácil de llevar. También se ha conseguido una excelente tracción, uno de los supuestos beneficios de esta configuración. Además, estira hasta 10.000 rpm con ganas y ahí tienes una gran sensación de aceleración gracias a su buena relación peso-potencia. Tiene mucha retención y una relación de cambio corta, así que te permite llevarlo en tercera desde 50 hasta 120 km/h en tramos de curvas, de manera que facilita su conducción y te evita cambios de marcha innecesarios. A cambio su corto desarrollo te deja callejear en segunda desde casi el ralentí. Su consumo es muy bajo, alrededor de los cuatro litros, así que aunque no tiene una gran capacidad de depósito se pueden recorrer buenas distancias sin repostar. Su precio, 7.499 euros, también la sitúa como un modelo muy competitivo y para todos los públicos. Está disponible en dos decoraciones.