Yamaha XV 950 Bolt. Prueba

Acudimos a California para probar la nueva Yamaha XV 950 Bolt, la nueva custom de la que se pondrán a la venta dos versiones, con distintos acabados.

Sergio Romero. Fotos: Yamaha

Yamaha XV 950 Bolt. Prueba
Yamaha XV 950 Bolt. Prueba

Yamaha ha elegido California para hacer la presentación internacional de su nueva custom, la XV 950 Bolt. Las carreteras que pasan por Venice Beach, Santa Mónica y los alrededores de Los Ángeles fueron el escenario donde la probamos. Esta bobber tiene dos versiones la XV950 y la XV950 R, y se han diseñado siguiendo la esencia clásica de Yamaha pero con las herramientas y tecnología del presente. Las diferencias entre ellas se encuentran en la decoración, el acabado del asiento y los amortiguadores traseros. La corriente «neo retro» de origen japonés se plasma en este nuevo modelo y sin duda está destinado a luchar con las Harley-Davidson en el mercado americano. En USA se llama Star Bolt, pero para el mercado europeo ha recibido en su depósito las letras de Yamaha, pero manteniendo el diseño clásico de la marca incluso en el tipo de letra,  y utiliza las siglas XV en su denominación.

Su propulsor es el bicilíndrico en V a 60º de 942 cc, que hereda de las Midnight Star XVS950. Ha recibido retoques en la inyección, con mapa en 3D, en el filtro del aire, el escape y en la transmisión, con un nuevo amortiguador en el sistema de embrague. Estos retoques han reforzado su respuesta en bajos y es algo que se percibe desde el principio. Desde los primeros compases responde con finura y rapidez a las demandas del acelerador. También destaca lo suave de su funcionamiento cuando lo llevas en esa parte de la gama, especialmente teniendo en cuenta al segmento al que va dirigida. Aun así tiene carácter, ya que se ha buscado un sonido diferenciador y el motor se ancla directo al chasis y transmite sus pulsos a éste. Tiene suficiente potencia para su cometido, aunque a alto régimen se notan sus vibraciones.

En el interior de la Bolt hay un nuevo chasis doble cuna de acero. Está construido como una estructura única, que integra el subchasis y el motor como elemento portante, anclado rígidamente. Se ha buscado que la distancia entre ejes no sea especialmente grande, 1.570 mm declarados, para que su agilidad no se vea perjudicada. En la práctica, como pudimos comprobar en las sinuosas carreteras que rodean Los Ángeles, la estabilidad está muy conseguida y lo mejor es que también es muy intuitiva en la entrada de los virajes, de modo que pese a su estética y diseño custom permite pasar un buen rato en una carretera sinuosa. El límite en las curvas más cerradas lo pone el roce de los estribos, que no es excesivamente temprano pero está ahí. En la versión R, con amortiguadores más duros y precargados, el roce aparece más tarde y permite mayor inclinación.

En las suspensiones encontramos una horquilla convencional de 41 mm y dos amortiguadores traseros regulables en precarga. En la versión R éstos son más robustos y cuentan con muelles más duros. El funcionamiento en ambos trenes está muy conseguido y a pesar de su recorrido corto los amortiguadores absorben perfectamente las irregularidades del terreno, un punto siempre delicado en las custom. Por su parte, los frenos se componen de un disco de 298 mm delante y otro de la misma medida detrás, ambos son de perfil ondulado para evitar el ruido y aumentar la resistencia a la variaciones por calor. El ABS es de serie en la R y opcional en la versión normal. El tacto en la maneta es correcto y en el pedal contundente y la ayuda del sistema antibloqueo viene bien para sacarle el máximo partido al sistema.

Tanto si se pretende transformar la moto en una «bobber de alto rendimiento» con un silencioso Akrapovic, una mini cúpula, latiguillos inoxidables para los frenos y una carcasa especial para el filtro de aire... como si lo que se busca es hacer una bobber de época con llantas de radios, asiento con muelles y fuelles en la horquilla... la decisión está en manos del usuario.

Yamaha ha decido atacar directamente a Harley-Davidson y lo ha hecho mezclando la estética clásica con el toque moderno que siempre ha caracterizado a los fabricantes japoneses. El resultado es la nueva Bolt en sus dos versiones, que no se diferencian demasiado, pero que suponen una buena opción a lo que hay en el mercado. Tiene personalidad y al mismo tiempo una funcionalidad intachable y se puede añadir el ABS en la versión básica, ya viene de serie en la R, así que esta custom abre una gran abanico de posibilidades.

La marca japonesa ya ha hecho público el precio de comercialización de este modelo y también el de la versión 'R':

  • XV950 Bolt:  8.699€  (9.299 eruros con ABS)
  • XV950 R Bolt ABS: 9.599€