Harley-Davidson Road King Classic

Prueba a fondo de la nueva Road King Classic de la gama Touring de H-D. Si miras fotos de anteriores versiones de la Road King Classic no notarás prácticamente ninguna diferencia con la que hoy ocupa estas páginas. Sin embargo, en cuanto te das una vuelta a la manzana con ella, la sentirás diferente porque, sin duda, algo ha cambiado.

Carlos de la Fuente / Colabora: Carolina Sidi / Fotos: Jocho

Harley-Davidson Road King Classic
Harley-Davidson Road King Classic

Parece que los chicos de Milwaukee están empeñados en conservar la identidad de sus modelos inmutable al paso del tiempo. No les falta razón, diseños tan bonitos como el de la Road King son siempre un placer para la retina. No obstante, el tiempo pasa y hay que estar a la última, al menos tecnológicamente hablando. Pero hasta para eso son especiales en el país del tío Sam, ya que han conseguido introducir soluciones de vanguardia sin que se note.

Así, mi compañero, Guillermo Artola, en la presentación de la gama Harley hace unos meses, tituló muy acertadamente su reportaje de la siguiente manera: «notar lo invisible». Porque hasta que no pisas con fuerza el pedal del freno y notas como salta el ABS, jurarías por lo más sagrado que, esta Road King, no lo lleva. Menos mal que no hemos apostado nada, a buen seguro hubieras perdido.

Los ingenieros de Harley se las han ingeniado, y nunca mejor dicho, para que parezca que no tiene ABS, pero lo tiene y funciona. No se ve la típica rueda dentada del sensor porque éste va incluido en el buje de cada rueda. Además, el chasis ha sido totalmente rediseñado, tampoco se ve, pero sí se siente ahora más rígido y ligero. Del mismo modo, también las suspensiones han sufrido el ataque de los técnicos, intentando con ello aportar mayor confort de marcha y, al mismo tiempo, más efectividad cuando vienen curvas.

Buena, bonita y… ¡pesada!

Como ya he dicho antes, es raro oír decir a alguien que una Harley es fea, podremos estar de acuerdo o no con su filosofía o modo de entender las motos, pero lo que es una verdad irrefutable es que hacen motos realmente bellas y llamativas. Este es el caso de la Road King Classic, que se diferencia de la Road King a secas por montar llantas de radios y neumáticos con banda blanca. Además, es la única de la gama Touring que conserva las ruedas de 16 pulgadas, pues el resto emplea ya ruedas de 17. También se diferencia por las alforjas de cuero negras que monta la Classic, en vez de las maletas rígidas de la versión normal. Por lo demás son exactamente iguales.

La profusión de cromados es verdaderamente espectacular, lo que, unido a la decoración bitono de nuestra unidad de pruebas, y a su enorme tamaño, conseguían que cada vez que la dejaba aparcada en la acera, estuviera rodeada por un corrillo de curiosos admirándola. Sin duda, no es la moto ideal para pasar desapercibido.

Una vez había atendido a todas las preguntas de los curiosos, me tenía que armar de valor para no hacer el ridículo al maniobrar con ella para ponerme en marcha, y es que 355 kg declarados, no son moco de pavo y para moverlos, si encima el suelo está húmedo, hay que estar muy seguro de sí mismo. En cambio, una vez en marcha te quedas sorprendido por su suavidad y sobre todo por lo fácil que se maneja, obviamente no es una CBR 600, pero no se muestra torpe y hace gala de una gran manejabilidad, una vez te has acostumbrado a las grandes inercias que, como es lógico, tiene.

Además, el sistema de transmisión de nuevo diseño consigue una aceleración suave y continua, sin estridencias ni titubeos, muy lineal y progresiva; pero al mismo tiempo, si te lo propones o lo requiere la situación, obtienes aceleraciones fulgurantes, con brío, sorprendentes por todo el peso que hay que mover.

El moderno propulsor Twin Cam 96, también alberga un novedoso sistema por el cual se evita que te puedas achicharrar las piernas parado en un atasco en pleno verano. Con este sistema de gestión de temperatura se consigue que el motor baje de régimen de ralentí según se calienta, y hasta llegue a funcionar en un solo cilindro si el propulsor permanece arrancado con la moto parada. Imaginativo, efectivo y tecnológicamente avanzado, es un ejemplo más de la filosofía de la marca: instalar novedades sin alterar el aspecto exterior, algo que, como ya hemos dicho, es de agradecer en modelos con una estética tan cuidada y con tanta solera.

Sin igual

Podrías pensar que cuando una marca te dice que hay que adentrarse en un mundo de sensaciones sintiendo su identidad, su filosofía..., sería posible desconfiar, creer que sólo es una cortina de humo. Pero en el caso de las Harley nada más lejos de la realidad, ello no quita que seguramente encuentres en el mercado motos con mejores cualidades dinámicas, o más capacidad de carga. Pero lo que es seguro es que ninguna tiene el porte y, sobre todo, la clase y estilo que derrocha por los cuatro costados esta Harley.

Además, ya no podemos argumentar en contra antes de nuestra decisión de compra por falta de tecnología o equipamiento. La Road King Classic tiene hasta control de crucero que, por cierto, funciona de maravilla, y hace que viajar con ella sea aún más agradable. Asimismo, todas esas novedades tecnológicas invisibles consiguen que, no sólo te enamores de una filosofía, o forma de entender la vida, sino que también lo hagas de esas sensaciones únicas y placenteras que transmite.