A estas alturas ya deberías conocer Cyclone, la marca premium del gigante chino Zonsen que está en pleno desembarco en nuestro país y viene disputaos a remover el avispero, colonizando todos los segmentos, con una relación calidad-precio muy competitiva. Hemos probado toda la gama actual y, sin duda, la joya de la corona es esta RX600, un modelo clave a nivel de imagen de marca para el establecimiento de Cyclone en el mercado europeo.
Esta trail de corte asfáltico con aspiraciones aventureras equipa un motor bicilíndrico de 550,4 cc, que alcanza una potencia máxima de 59 CV a 8.500 rpm y 55 Nm a 6.500 rpm de par, pero que también está disponible en versión limitada para usuarios del carnet A2, y al mismo precio de salida, que como ya imaginarás está muy por debajo de la mayoría de las trail de media cilindrada y con un completo equipamiento.

Sobre un robusto chasis tubular de acero se ancla una horquilla invertida con barras de 41 mm y 130 mm de recorrido, ajustable en compresión y extensión, y detrás monta un monoamortiguador ajustable en precarga de muelle y extensión.
Monta llantas de radios de 19’’ delante y 17’’ detrás, con neumáticos mixto y tubeless, doble disco delantero de 305 mm, con pinzas de doble pistón y disco trasero de 258 mm, con ABS Bosch de doble canal y control de tracción. Ambos desconectables, pensando en disfrutar la aventura fuera del asfalto.
Asfalto y pista
Cyclone nos desplazó hasta el norte de Portugal, donde está la sede de Multimoto, importador de la marca en el Península Iberica. Desde allí pudimos hacer una completa prueba de esta trail a través de la ciudad, la carretera y un tramo de pista con una parte bastante técnica, que incluía un par de vadeos muy cercanos ya al off road.

La primera toma de contacto sobre asfalto, encuentras una moto alta de por sí, con el asiento a 820 mm del suelo, con una parte delantera muy voluminosa, con un depósito de 18 litros, y con el juego de maletas traseras incorporado, que la hace ganar mucha anchura y que en ciudad y entre coches no es lo más práctico.
Cuando abandona los límites de la urbe se siente más cómoda, porque la postura de conducción es muy natural y la pantalla regulable en altura (hay que hacerlo con herramientas) protege muy bien del aire. El un motor se sentía noble, más a gusto en la parte alta del cuentavueltas y sí que eché en falta un cambio semiautomático, porque la caja de cambios la percibí un tanto brusca.

En el tramo más revirado de la ruta cumplió sin grandes alardes. La RX600 no te pide una conducción técnica y agresiva, sino algo mucho más relajado. Lo que no quita que a la hora de hacer cambios de dirección la noté más ágil de lo que parece con sus dimensiones, acompasando muy bien el cuerpo con la moto.
Llegado el momento de pisar lo marrón, el control de tracción se desactiva inmediatamente desde un botón específico de la piña derecha, pero para desactivar el ABS tienes que entrar dentro del menú del TFT con conectividad y que cuenta con sensor de presión de neumáticos. No lo encuentras muy a mano que digamos, pero lo importante es que tienes la posibilidad de hacerlos y en la pista es otra película.

La noté mucho más apta para este terreno sobre el que se mueve con soltura. Ya te digo que tuvimos un par de tramos bastante técnicos y la horquilla no llegó a hacer tope, aunque era necesario ir en marchas bajas para tener el motor siempre lleno. La verdad, que es una auténtica todoterreno, un modelo de corte asfáltico, pero con el que te puedes divertir en tierra.
El precio de partida es de 5.290 euros, y con un gran equipamiento que incluye, caballete, cubrecárter y defensas. Solo eché en falta el cubremanos para tener un auténtico pack ‘adventure’ de serie. El kit ‘Urban’ con el top case estaría en los 5.570 euros y kit ‘Explorer’ con baúl y maletas por 5.989 euros.
