Honda CRF250 Rally: prueba, primeras impresiones y ficha técnica

A imagen de las motos empleadas por el equipo oficial de raids, Monster Energy Honda Team, se presenta esta versión más especializada sobre la conocida y accesible trail japonesa.

Marcos Blanco. Fotos: Juan Sanz

Honda CRF250 Rally: prueba, primeras impresiones y ficha técnica
Honda CRF250 Rally: prueba, primeras impresiones y ficha técnica

Con la Honda CRF250 Rally se recupera aquel estilo tan aventurero y que hacía furor a finales de los años ochenta del siglo pasado, cuando se popularizó el mítico rally Dakar, donde no había modelo de trail que se preciase que no tuviera su correspondiente versión "dakariana". Nuestra protagonista ahora lo interpreta adquiriendo una imagen idéntica a la de los prototipos empleados por el Monster Energy Honda Team. El equipo con el que Honda compite de manera oficial en los raids internacionales.

La Honda CRF250 Rally hace lo propio, diferenciándose de la Honda CRF250L, de la que toma su base mecánica, por una nueva carrocería más envolvente y que incluye un carenado que cubre el motor y hace la función de curbrecárter; además de montar una pantalla frontal totalmente trasparente y en la que destaca su singular grupo óptico asimétrico, así como la elevada ubicación del panel de instrumentos -como si de un equipo de navegación se tratase-, gracias a la nueva araña incorporada que los soporta. Que adquiere bastante protagonismo, con una imagen un tanto espartana pero que evoca a los modelos de raids y en la que, también, encontramos y de modo muy visible el botón de desconexión del ABS. La capacidad del depósito también ha aumentado en algo más de dos litros (2,3 l. para ser exactos) con respecto a la CRF250L.

recupera el estilo aventurero que hacía furor a finales de los años ochenta

Como nos tiene acostumbrada la producción de origen japonés, sus acabados, a pesar de ser un modelo accesible en términos económicos, están muy cuidados y nada desentona en la Honda CRF 250 Rally. Con detalles como el acceso a la caja de herramientas, integrada en una de las placas portanúmeros laterales a pesar de sus formas curvadas. Lo cierto es que el amplio carenado, por su parte inferior podría haber albergado algún compartimento más. Espacio hay de sobra y tiene buena base para facilitar el ingenio a la hora de transportar todos aquellos elementos indispensables en la aventura. No faltan ganchos para pulpos y la base plana del guardabarros permitirá albergar algún bulto amarrado al más puro estilo aventurero.

Honda CRF250 Rally: accesible y agradable

La altura de asiento de la Honda CRF250 Rally es considerable, con los 885 mm medidos hasta el suelo, pero enseguida comprobamos lo blandas que se muestran las suspensiones en el inicio de su recorrido, y que ceden de modo amable ante nuestro peso permitiendo llegar bien al suelo incluso con ambos pies. Sensación en consonancia con el tacto de los mandos, y en especial el de la maneta del embrague: pura seda.

Posición cómoda, aunque dominante debido al ancho manillar, con una ergonomía muy amplia y que no reniega de sus intenciones off road. Asiento de mullido firme pero que no se muestra incómodo, y que destaca por su base plana y alineada con el guardabarros trasero, y que facilita los movimientos hasta éste en caso necesario. Como al atacar las bajadas más pronunciadas.

El tacto de los mandos, y en especial el del embrague, son pura seda

Cuenta con buena visibilidad por los espejos retrovisores, aunque su aspecto resulta austero. Sonido discreto y característico de motor cuatro tiempos al arrancarla, a golpe de botón ¡faltaría más! y que se ve acompañado por la respuesta del monocilíndrico, donde no encontramos brusquedades ni variación en su entrega en forma de bache o patada a lo largo del régimen disponible. Lo que define su carácter tranquilo, y en el que echamos en falta algo más de genio, por lo menos para aplicar una conducción en off road, acorde a lo que su cuidada estética sugiere. El manejo del cambio resulta agradable y va en consonancia con el buen hacer del resto de mandos mencionados. Tanto la palanca de cambios como la de freno están fabricadas en acero en lugar de aluminio, como encontramos en los modelos específicos de off road. Su mayor peso se compensará con la posibilidad de reparación en el caso de que se doblen, debido a que este material es más permisivo antes de partirse que el liviano aluminio.

Honda CRF250 Rally: en busca de dunas...

Al iniciar la marcha sorprende el protagonismo que adquiere la dirección al ir muy aplomada, y que implica realizar un ligero esfuerzo al girar con ella. Sensación que desaparece al acostumbrase a las maneras de la Honda CRF250 Rally. Gracias al amplio ángulo de giro y el enorme brazo de palanca que proporciona su ancho manillar, permite girar en espacios muy reducidos. Cualidad que agradecemos en los habituales atascos urbanos y, llegado el caso, al tener que dar la vuelta en un camino sin salida. En este caso si nuestra destreza nos lo permite, inclinandola hacia dentro y con la dirección en el tope del recorrido, así como equilibrando el peso con el nuestro, al más puro estilo trialero.

La envolvente carrocería de la Honda CRF250 Rally y, sobre todo, la amplia pantalla frontal son unos buenos aliados frente al viento en los enlaces más tediosos. Algo más apreciable en esta época más fría del año. Eso sí, su óptica asimétrica resulta, cuando menos, muy peculiar.

Las suspensiones de la Honda CRF250 Rally son de tacto bastante blando y acompañan irremisiblemente a la acción de los frenos, así como la del acelerador. Realizan bien su función, tragándose sin rechistar los habituales imprevistos que podamos encontrar, especialmente frecuentes, en la conducción off road. Eso sí, nos parece que pierden parte de su eficacia con el recorrido muerto que presentan. Sólo ofrece regulación en la precarga del amortiguador, pero su acceso no resulta sencillo y entre las herramientas no encontramos el útil necesario para su modificación.

Su uso es muy agradable gracias a las blandas suspensiones

Los neumáticos que monta la Honda CRF250 Rally los firma IRC y, si bien cumplen sobre asfalto seco, cuando éste deja de estarlo hay que aplicar una atención extra por nuestra parte. Debido a la lógica escasa superficie de contacto de sus tacos y que no ofrecen la necesaria adherencia en estas condiciones. Olvídate del control de tracción, que no lleva, y, eso sí, el ABS no interfiere especialmente en el funcionamiento de los frenos. Por lo menos habitualmente y cuando el asfalto se encuentra seco. El botón para su desconexión no podía estár en un lugar más visible.

Sin duda, su mejor ambiente está alejado del asfalto, donde es un disfrute adentrarse en territorios inexplorados y afrontar las irregularidades que vamos encontrando, y que se traga de modo amable. Siempre que nuestras pretensiones no sean competitivas, para lo que la Honda CRF250 Rally tampoco está pensada. Una cifra tan redonda como son 6.000 euros son los te separan de ella y así poder vivir tu propia aventura.