Derbi Sonar 125

Nuevo Derbi Sonar 125: ágil y ligero. Derbi reinventa el Piaggio Liberty, transformándolo en un rueda alta de aspecto deportivo.

Texto: Pablo Bueno | Fotos: LL.Llurba

Derbi Sonar 125
Derbi Sonar 125

El nuevo Derbi Sonar 125 es un claro ejemplo de las sinergias que se producen dentro del grupo Piaggio en un momento en el que el ahorro de costes que permite este intercambio de materiales, diseño y tecnología es realmente importante.

Básicamente estamos delante de un Piaggio Liberty pintado con colores de guerra para sacar su cara más deportiva. Derbi ha tocado cuatro detalles, pero suficientes para dotar a este rueda alta de personalidad propia: nuevas decoraciones con una raya longitudinal, frontal rediseñado y cupolino tintado en negro.

Gemelo
El Sonar es un gemelo del Liberty para lo bueno y para lo malo. Entre sus virtudes seguimos encontrando la manejabilidad y agilidad, a lo que contribuyen su bajo peso (menos de 100 kg), buen radio de giro y contenidas dimensiones. Sin embargo entre sus defectos encontramos un hueco para el casco realmente pequeño, el freno trasero de tambor (por precio y por posicionamiento con la competencia debería montar disco) y un motor algo perezoso, sobre todo en aceleraciones. A pesar de ser el scooter más ciudadano de su segmento, tiene también el depósito más grande. Le caben 6 litros de gasolina, por lo que puede llegar sin problemas a los 160-170 km de autonomía media.

Por suerte, el Sonar dispone de una gran guantera para compensar el escaso hueco bajo el asiento, que por cierto no tiene apertura remota, algo que por desgracia es marca de la casa de Derbi (tampoco el Rambla la tiene).

En marcha
Una vez a sus mandos, no hay vehículo que le tosa al Sonar en ciudad. Es estrecho, por lo que a pesar de que el asiento está bastante alto, es apto para todas las tallas. Es muy ligero y pequeño, además de que su radio de giro es una delicia para zigzaguear en pleno atasco. Su motor es sencillo (monocilíndrico cuatro tiempos alimentado por carburador) y su respuesta al primer golpe de gas es buena, aunque no muy contundente. Se mueve mejor a velocidades medias, donde la estabilidad que otorgan sus ruedas altas se nota de verdad, y la estirada final de su motor no está nada mal para un scooter tan pequeño y urbano: su velocidad punta llega hasta los 103 km reales (115 de marcador).