KYMCO Grand Dink 125

Prueba a fondo de la renovación del KYMCO Grand Dink 125. ¿Renovación inesperada? Los responsables de KYMCO han mantenido en secreto la última evolución del Grand Dink, un «restyling» estético destinado al bolsillo de los usuarios ahora que la crisis económica es una realidad.

Jesús Lázaro / Juan Sanz

KYMCO Grand Dink 125
KYMCO Grand Dink 125

Como a ti, en la redacción nos cogió por sorpresa esta novedad ya que no habíamos visto ninguna imagen en los salones internacionales de 2007 ni KYMCO nos había citado para su presentación oficial. El 5 de mayo recibimos un mail con el encabezado: «Nuevo KYMCO Grand Dink» y tres fotos del modelo; y a mediados de ese mes recogimos en la sede madrileña de la marca nuestra unidad de prensa.

La mecánica no se ha tocado porque ya se había renovado en 2007 para superar la normativa Euro 3. Entonces, para reducir las emisiones se adoptó el particular sistema SAS (Secondary Air System) de inyección de aire fresco que transforma el CO en CO2. En esta versión el escape es de nueva hornada, con un silenciador más prolongado que, según KYMCO, contribuye todavía más a una mayor eficiencia técnica y control de emisiones. Por lo demás, fía su movimiento al monocilíndrico de cuatro tiempos, refrigeración líquida y alimentación por carburador que ya conocíamos. Un buen punto a su favor es que mantiene el arranque eléctrico y por pedal, un detalle tan práctico como poco usual, y que te puede salvar en caso de quedarte sin batería.

Los cambios son sobre todo de diseño aunque sigue teniendo ese aire de scooter oriental. Las principales modificaciones estéticas se centran en el frontal, de mayor superficie y con perfiles más angulosos. Además se ha añadido una gran abertura de ventilación flanqueada por dos boquillas laterales. El grupo óptico delantero no varía, pero sí los indicadores de dirección que suben su posición y se sitúan en el cuerpo de los retrovisores. Por cierto, se mantiene el plegado automático de los espejos, el «gadget» que más personaliza al Gran Dink y que le da un halo de exclusividad accesible para todos los públicos.

GT por los cuatro costados
Es un maxiscooter de los pies a la cabeza, siempre teniendo en mente que estamos hablando de un scooter «cientoveinticinco». Las dimensiones son las de un GT y cómo tal se comporta, permitiéndote salir de la ciudad con ciertas garantías. La protección es excelente por delante, gracias al amplio frontal y la cúpula elevada que te salvaguarda del aire en todo momento.

Cuesta acostumbrarte a su posición en marcha. El manillar queda un tanto bajo y cercano al pecho por lo que te puedes sentir encajonado al principio. Para compensarlo tienes un inmenso «sofá» de dos alturas en el que te sentarás a tus anchas. Claro que el pasajero no tiene nada que envidiar, ya que cuenta con respaldo y grandes asas laterales. En ciudad le pasa factura su tamaño general, aunque es estable y seguro. Si tienes que zigzaguear deberás llevar los retrovisores plegados porque se sitúan a la altura de los espejos de los coches.

Para volver al pelotón de cabeza de los superventas KYMCO apuesta por un precio competitivo y lo lanza por 2.499 euros, 100 por debajo del precio habitual del anterior modelo, y digo habitual, porque desde ahora y hasta fin de existencias se comercializará por 2.399 euros.