Suzuki Burgman 125

Interesantes cambios estéticos modernizan al nuevo Suzuki Burgman 125, que sigue sin duda siendo una referencia entre los «maxiscooter» de rueda pequeña y 125 cc.

Óscar Pena / Fotos: Lluis Llurba

Suzuki Burgman 125
Suzuki Burgman 125

Ante la dura competencia que siempre acecha, el nuevo año llega para el Suzuki Burman 125 con algunas mejoras, que atañen fundamentalmente a la estética. Y es que se moderniza aún más, manteniendo ese aire de distinción y deportividad ciudadana que siempre le ha caracterizado. Por otro lado, incorpora una pantalla más alta y sin duda práctica a la hora de lidiar con las inclemencias meteorológicas (la misma que equipa la anterior versión «Executive», que desaparece con la llegada de este completo e inédito Burgman), y un nuevo asiento de excelente tacto y confort del que desaparece el apoyo lumbar del conductor. Un hecho que dependiendo del usuario puede o no ser una mejora. Lo que sí es verdad es que la posición de conducción varía sensiblemente, y el conductor ya no va tan «plano« y «bajo» como antes, ganando en comodidad a la hora de rodar sobre firme irregular, al aplicársele un castigo menor en las lumbares.
Entre los principales cambios, también destaca un cuadro de instrumentos que sigue siendo de inspiración automovilística, muy completo, y más atractivo visualmente. La cerradura para la llave es inédita, de muy fácil acceso y manejo, y desde la que además de dar el contacto se abre el asiento y el acceso al tapón de llenado de combustible. Eso sí, desaparece de él la pestaña de seguridad que desde siempre ha caracterizado a los Burgman, que se accionaba con la parte trasera de la llave, y se presenta por primera vez con un pulsador para la activación de un «warning» antes inexistente. Desde el punto de vista de la parte ciclo, el nuevo Burgman 125 cambia poco. Solo mencionar que se suprime el sistema de frenada combinada (ahora cada maneta acciona las pinzas de freno de cada uno de los trenes que les corresponden), y se añade un sistema de ABS que está disponible como opción.

Excepcional


Uno de los mejores argumentos de ventas del Burgman a lo largo de los años, y que desde luego está presente en el nuevo modelo, es su excepcional capacidad de carga. El gran hueco existente bajo el asiento, uno de los mejores del mercado si no el mejor entre los «ciento veinticinco», permite ubicar dos cascos integrales y alguna cosa más. Impresionante. Además, dispone de iluminación interior y un agradable tapizado. La capacidad de carga se completa con unas prácticas guanteras ubicadas al alcance de la mano, una pequeña a la derecha, y una mucho más grande y dotada de cerradura tras el escudo, que se divide a su vez en dos zonas bien diferenciadas, con toma de corriente para el cargador del teléfono móvil en una de ellas. La plataforma central no es plana, pero deja dos largos y anchos carriles a ambos lados para colocar los pies con comodidad, sea cual sea la talla del conductor. La facilidad en el estacionamiento está garantizada por la pata de cabra lateral y un práctico caballete central

Suavidad total


El grupo motor, la inyección, electrónica y transmisión del nuevo Burgman 125 se mantienen idénticos al modelo precedente. Su excelente comportamiento en cualquier situación es por tanto la nota predominante, y la suavidad de marcha, de respuesta, y ausencia de vibraciones, son sus señas de identidad. Las prestaciones están en línea con las del modelo anterior y te permiten, como antaño, desplazamientos urbanos y de extrarradio con suficiente soltura y seguridad.
En ciudad y carretera, chasis y suspensiones también destacan por su logrado compromiso. Nunca quedan en evidencia por las prestaciones máximas. La estabilidad del conjunto y la agilidad en los recorridos más ratoneros se dan la mano en un ejemplo de armonía sobre dos ruedas.
Así es el nuevo Burgman 125, sin apenas grandes cambios y con un novedoso «look», mantiene sus excelentes cualidades, apoyadas en un motor moderno, una parte ciclo muy capaz y un confort notable.