No hace falta presentar al S2 de Daelim y seguro que a estas alturas de la convalidación muchos serán los que se hayan hecho con sus servicios. Aquí te traemos la nueva versión que ha recibido pequeños cambios para seguir manteniendo sus virtudes, que afectan estéticamente a la parte frontal, al asiento y al tamaño de las ruedas, que pasan ambas de 12 a 13 pulgadas. Lo cierto es que una de esas virtudes, su precio, también ha cambiado y ahora por 200 euros menos (1.799), una cifra irrisoria, te puedes hacer con él. Por ese «puñado de euros» recibes mucho a cambio y es que su estilo GT marca su completo equipamiento.
Con todo
Como tiene un buen tamaño, que puede ser su único punto débil en ciudad comparado con los más pequeños, te permite transportar mucha carga bajo el asiento y con gran comodidad al pasajero. Éste tiene a su disposición dos estribos plegables, dos asas laterales donde agarrarse, además de un asiento amplio y cómodo con respaldo. Sólo se podría mejorar el acceso al puesto del pasajero, ya que está alto y al ser ancho no es tan fácil subir. La comodidad del piloto también está a un excelente nivel, por un lado la plataforma plana te permite una gran movilidad para colocar los pies a tu gusto y por otro el asiento tiene una forma bien estudiada y puedes apoyar la zona lumbar. La cúpula frontal desvía bien el aire y teniendo en cuenta la velocidad a la que se circula es perfecta. En marcha la información del cuadro es eficaz. Los acabados son sólo correctos, pero teniendo en cuenta lo que cuesta el scooter pasan a ser muy buenos. Volviendo al cuadro encontramos una esfera analógica para velocidad y un cuadro digital en el que aparecen los parciales, el nivel de combustible y el reloj. El accionamiento de los mandos es fácil e intuitivo, el asiento se abre desde el contacto, el depósito desde el escudo y la pata de cabra no se pliega sola.
Buena nota
Si sometemos a un examen el comportamiento en marcha de este Daelim, a pesar de la sencillez de su carácter económico, el conjunto funciona en equilibrio. La suspensión delantera es suave, pero tiene la firmeza necesaria para aguantar la potencia del equipo de frenos. Éste tiene un sistema combinado que transfiere presión al tren delantero cuando se aprieta la maneta izquierda y lo cierto es que se detiene con eficacia. No tiene ABS pero se defiende más que bien tal y como viene de serie. La suspensión trasera es un poco blanda, algo que pasa desapercibido al circular en solitario pero que se nota con pasajero dado que al pasar por baches pronunciados no es difícil que haga tope. Se maneja con normalidad y es estable a cualquier ritmo, dentro de los que puedes alcanzar a sus mandos, pero es un poco más lento, como hemos dicho, que sus rivales de menor tamaño.
El motor es un monocilíndrico alimentado por inyección electrónica y refrigerado por aire, que en la práctica se muestra capaz de mover al S2 con soltura, incluso con pasajero y carga. Tiene un buen equilibrio entre aceleración y velocidad punta, además de mostrar un bajo nivel de vibraciones. Los consumos, tal y como se espera de su configuración y cilindrada, son muy bajos, algo que en estos tiempos que corren hay que tener en cuenta. La economía es su fuerte, pero no desmerece en ningún apartado, así que habrá que tenerlo en cuenta para motorizarse este verano.