La movilidad urbana exige cada vez más vehículos que no contaminen, y en este sentido los scooters eléctricos intentan desde hace años convertirse en una alternativa. La Administración ofrece ayudas, los gobiernos locales también, y los fabricantes intentan poner en el mercado modelos capaces de hacerse cargo de las necesidades de este público.
Vectrix es una de las principales firmas en este entorno, y su nuevo VX-2 un modelo que podría compararse por sus prestaciones a un ciclomotor, es decir, un modelo completamente urbano. Con una velocidad limitada a algo más de 60 km/h, incluso las autovías de circunvalación de las grandes ciudades se quedan un poco grandes, aunque debido a que está considerado legalmente como un vehículo análogo a un 125 cc convencional, puede transitar por ellas.
Una de las peculiaridades de los Vectrix es su sistema de recarga. El acelerador tiene el recorrido habitual, pero tras cerrarlo puedes seguir girándolo, y en esa situación la batería se recarga, además de actuar como un freno eléctrico. En ciudad, en la mayoría de las ocasiones, puedes aprovecharlo para deternerlo. De hecho, salvo en situaciones de emergencia, no hace falta usar los frenos.
Jugando con la recarga puedes aumentar considerablemente la autonomía, tanto que es difícil evaluarla, porque varía tremendamente con el tipo de conducción y la congestión de la vía. Vectrix asegura que el VX-2 puede funcionar sin recarga entre 60 y 80 km, y no engañan, aunque la verdad es que siempre acabas recargando antes, porque quedarte tirado con un scooter de este tipo es un desastre: tendrías que buscar un enchufe y esperar.
En tres horas se carga en cualquier enchufe, porque el sistema funciona con baja tensión. De todas formas, teniendo en cuenta que cuando estás parado en un semáforo no consumes nada y que ves que el nivel de carga en el panel se mantiene estable, puedes actuar en consecuencia para llegar a tu lugar de recarga con tranquilidad. El transformador lo puedes llevar en el hueco del casco.
En cuanto a funcionamiento, la verdad es que el Vectrix plantea pocas diferencias con un ciclomotor, las dos principales la ausencia de ruido y el mayor peso. Al principio acelera con suavidad, pero una vez en marcha tiene suficientes prestaciones para moverte con soltura entre los coches, eso sí, con la limitación de velocidad. Gasta unos 5 céntimos de euro a los 100 km... aunque tienes que hacer muchos para amortizar la inversión.