Honda Crosstourer Dual Clutch Transmission

Una buena tragamillas es aquella que te permite marcharte lejos sin apreturas ni complicaciones de ningún tipo. La Honda Crosstourer se lo ha tomado tan al pie de la letra que hasta te acabarás olvidando de subir y bajar marchas. De eso ya se encarga ella.

Luis López. Fotos: Jaime de Diego

Honda Crosstourer Dual Clutch Transmission
Honda Crosstourer Dual Clutch Transmission

Los tiempos cambian y las motos hacen lo propio. Y como bien sabes, los tiempos que corren obligan a las marcas a aunar diferentes facetas en sus modelos, en un intento por aglutinar el mayor número de pilotos posibles. Si te llamó la atención el año pasado la aparición de la Crossrunner o la estética de la NC700X en la presente temporada, seguro que estás alucinando con la Crosstourer. Eso sí, la estética no lo es todo y Honda ha sabido acertar al elegir el propulsor para animar a una moto tan atractiva como ésta.

El V4 de última generación empleado por primera vez en la VFR1200F es una auténtica delicia; explosivo cuando buscas diversión, dulce y suave como pocos cuando lo que persigues es fundirte con el entorno, disfrutar con lo que la vista alcanza.De entre las dos versiones disponibles, la automática y la manual, la primera que ha llegado a nuestras manos ha sido la DCT, cuyo funcionamiento ya nos impresionó en la VFR y que ahora viene a adaptarse a esta aventurera de armas tomar. De acuerdo, es más cara que la estándar, pero también más sofisticada e incluso podría darse el caso de considerarla imprescindible después de probarla. Yo ya te estoy avisando por si acaso…

Espléndida
Las primeras reacciones no son tan positivas como esperamos. El cambio automático no se comporta con toda la suavidad que requiere una conducción ciudadana consistente en arrancar y parar, todo ello constantemente y con frecuencia a muy baja velocidad; digamos que hay una vertiente positiva y otra negativa: la primera revierte en la liberación que supone el hecho de que sea el propio motor el encargado de engranar marchas, así como embragar y desembragar para ello. Tú sólo da gas, el resto es cosa suya. Pero el inconveniente lo encontramos en la falta de dulzura con la que, en ocasiones, realiza esta labor. A poco perfeccionista que seas con el manejo del embrague y la palanca del cambio, ganarás en este sentido al automático, eliminando algún que otro tirón o ruidos parásitos de transmisión.

De todo ello te olvidas cuando sales a carretera y la velocidad se incrementa… hasta límites peligrosos para tu carnet de conducir. Aquí el DCT es toda una delicia lo mires por donde lo mires. Las dos funciones disponibles, Touring o Sport, se adaptan a tus necesidades de conducción según la carretera por la que circules y el ánimo con el que lo hagas. Incluso si buscas un término medio también lo encontrarás en el cambio secuencial manual. Sólo tienes que subir o bajar marchas tocando el botón «más» o «menos» situado en la piña izquierda: gatillo en el índice para subir, o gatillo en el pulgar para reducir. Hagas lo que hagas, el sistema pasa a «punto muerto» cuando te detienes. Otra preocupación menos.

Grande y divertida
A la vista la Crosstourer es una moto grande, larga y alta… o no tanto en función de tu estatura. Mis 1,80 centímetros no se encontraron con problemas para circular a baja velocidad, trialear entre coches o plantar ambos pies en el suelo de semáforo en semáforo, lo que no significa que con menor estatura la situación sea la misma. Ahora bien, sorprende lo bien que se mueve esta Honda una vez emprendes la marcha. En realidad parte de la «culpa» la tiene la posición a los mandos, bastante cómoda y sólo si eres un poco pequeño de talla pedirías al manillar que se acercase un poco más al torso. Por lo demás es casi perfecta. En carreteras reviradas vuelve a sorprender la soltura con la que mueves los kilos de un lado a otro, bien asistido por unas suspensiones de largo recorrido y bastante conservadoras a la hora de apretar el ritmo. De todos modos, lo que queda evidente después de una larga jornada de pruebas a sus mandos, es que la Crosstourer es eso mismo que indica su nombre, una turismo amplia, confortable e incansable cuyo sistema de cambio automático aporta un valor añadido a uno de los motores más extraordinarios fabricados por la firma del ala dorada.

Autosuficiente
Junto con la novedad que supone la aparición de la Crosstourer, sin duda lo que también llama la atención es el cambio automático de la versión DCT, auténtico alarde tecnológico que sitúa a esta moto por encima de sus iguales al convertirse en autosuficiente. Pero la Crosstourer aporta otra serie de detalles interesantes que debes tener en cuenta para valorarla en su justa medida:

  • Motor: el V4 a 76º lo hereda directamente de la VFR1200F rebajado de potencia, pero incluyendo el sistema de cambio semiautomático DTC.
  • ¿Manual o automático?: como en la VFR, la Crosstourer se encuentra a la venta en versión manual, con cambio de 6 velocidades, o automático Dual Clutch Transmission con modo D, S o manual a través de un sistema de doble gatillo.
  • Transmisión: tanto si eliges la versión manual como la automática, la transmisión se realiza mediante cardan, con basculante monobrazo. Aporta control de tracción desconectable.
  • Cuadro: la instrumentación viene heredada del resto de la oferta Cross, con un display digital que engloba gran cantidad de información.
  • Piña izquierda: aquí encontramos los mandos para subir o bajar marchas actuando de forma manual sobre el cambio. También se sitúa el freno de mano y el pulsador que acciona los puños calefactables opcionales.
  • Piña derecha: en este punto se sitúa el mando que permite cambiar el modo de gestión del cambio de D (estándar o «direct drive») a S («sport» o deportivo).
  • Mando de gas: el acelerador cuenta con accionamiento electrónico.

Comentario
La versión DCT de la Crosstourer se impone en conducción urbana al hacerse valer del cambio automático, despreocupándote de él y aportando mayor fluidez y menos estrés a la conducción… ¡que se dice pronto! Por el contrario, el peso le sitúa como la menos liviana del conjunto aunque, como ves, no le afecta en gran medida en relación con sus rivales.