Comparativa trail: KTM 1050 Adventure, Suzuki V-Strom 1000 y Triumph Tiger 800 XRx

Las grandes trail han evolucionado mucho en lo referente a prestaciones y equipamiento, aunque eso ha hecho que sus precios se hayan elevado. Sin embargo, aún existen modelos accesibles como la KTM 1050 Adventure, la Suzuki V-Strom 1000 y la Triumph Tiger 800 XRx que pueden colmar nuestras necesidades.

Víctor Gancedo. Fotos: Juan Sanz. Colaboran: Marcos Blanco y Keko Ochoa

Comparativa trail: KTM 1050 Adventure, Suzuki V-Strom 1000 y Triumph Tiger 800 XRx
Comparativa trail: KTM 1050 Adventure, Suzuki V-Strom 1000 y Triumph Tiger 800 XRx

Prueba una Honda Africa Twin

  • KTM 1050 Adventure. Precio y ficha técnica
  • Suzuki V-Strom 1000. Precio y ficha técnica
  • Triumph Tiger 800 XRx. Precio y ficha técnica

La escalada de las maxitrail ha hecho que los precios de muchas de ellas se encarezcan de manera considerable. Las grandes novedades que han ido llegando al mercado superan de manera holgada la barrera de los 15.000 euros y en ocasiones llegan a los 20.000 e incluso más allá sin incluimos algunas opciones disponibles para ellas.

La verdad es que hablamos de cifras muy importantes, capaces de intimidarnos y de hacernos renunciar a nuestros deseos. Algunas marcas son conscientes de la carestía de este tipo de motos y del elevado grado de sofisticación que han alcanzado, por lo que en sus catálogos también ofrecen algunos modelos más accesibles y sencillos, que no desmerecen en absoluto y que pueden contentarnos si no somos demasiado exigentes.

Se trata de la KTM 1050 Adventure, la Suzuki V-Strom 1000 y la Triumph Tiger 800 XRx, tres motos muy capaces y con precios que oscilan entre los 11.145 euros de la última y los 12.690 euros de la primera. Estas cifras siguen siendo considerables, pero está claro que hacen que sean mucho más accesibles que los modelos más sofisticados y potentes del segmento.

Mucha igualdad

La firma austriaca KTM es conocedora de que sus 1190 Adventure y 1290 Super Adventure son motos que no están al alcance de cualquiera, pues sus precios oscilan entre los 15.599 de la primera y los 18.666 euros de la segunda. Por eso este año ha puesto en escena la 1050 Adventure, un modelo que pretende ser un más que digno acceso a su familia de grandes bicilíndricas, cuya potencia declarada de 95 CV permite su limitación para poder ser conducida con el permiso A2. En el apartado estético es muy semejante a sus hermanas mayores, y como ellas, incorpora tecnología de última generación, destacando también por un comportamiento muy moderno y unas prestaciones que no dan lugar al aburrimiento.

De acuerdo a sus características, la 1050 Adventure tiene una rival muy directa en el mercado. Esta no es otra que la Suzuki V-Strom 1000 que llegó a principios de 2014, por lo que también se trata de un producto con cierta frescura. Propulsada igualmente por un V2 que supera los 1.000 cc, la representante japonesa de esta comparativa también brilla por una buena relación precio/equipamiento, aunque en su caso no puede ser limitada al declarar 101 CV y excederse por muy poco de la normativa vigente. La primera V-Strom 1000 data del año 2002, y aunque el modelo estuvo fuera del catálogo de la marca de la «S» durante unos años, volvió con fuerza y muy renovada la temporada pasada con la intención de ser una alternativa interesante a las maxitrail más sofisticadas y caras.

De este modo, la KTM y la Suzuki son dos motos que se emparejan a la perfección al ser también similares en cuanto a las características de los componentes que incorporan en frenos, suspensiones y neumáticos. Sin embargo, en esta comparativa hemos decidido acompañarlas de un modelo que sobre el papel puede parecer inferior, pero que en la práctica es perfectamente comparable y que se mueve en un rango de precio similar. Se trata de la inglesa Triumph Tiger 800 XRx, un modelo que mira hacia arriba y que ha llegado con importantes mejoras este año.

Propulsada por un tricilíndrico en línea de 800 cc, su rendimiento es ligeramente inferior al de las dos bicilíndricas que le acompañan en esta comparativa, pero por tamaño, peso y equipamiento es un modelo que puede ser catalogado como una gran trail. Por otro lado, al igual que la KTM, es una moto limitable para el A2 al declarar 95 CV. Además, para los menos exigentes, hay que recordar que la renovada Tiger 800 se comercializa también en versión «normal», sin «x» al final de su denominación y con un menor equipamiento, con un precio de «solo» 9.925 euros.

Compañeras perfectas

De este modo, las tres protagonistas de estas páginas son muy buenas compañeras de viaje y están preparadas para recorrer muchos kilómetros, tanto en solitario, como a dúo, sin obligarnos a parar a descansar cada poco tiempo. Son muy adecuadas para la vida diaria en ciudad, pues no son demasiado grandes y sus asientos no se separan excesivamente del suelo.

Tampoco son especialmente pesadas si las comparamos con otras maxitrail, pues sus pesos con gasolina oscilan entre los 227 kg verificados de la Suzuki y de la Triumph, y los 232 kg de la KTM, cuyo depósito es el mayor con más de 23 litros de capacidad. Por otro lado, las tres poseen un buen lado deportivo que garantiza diversión en carreteras de curvas y también están preparadas para ser disfrutadas a dúo. Está claro que estamos ante motos muy interesantes y suficientemente completas.

Atendiendo a sus motores, como es lógico, destaca la respuesta más inmediata de los grandes bicilíndricos de la Adventure y la V-Strom, que además de por su configuración, también se benefician de su mayor cilindrada. También rinden algo más de potencia, aunque el tricilíndrico de la Tiger, a base de subir más de vueltas, consigue unas prestaciones semejantes, e incluso mejora en algunos momentos a las de la Suzuki, en la que se echa en falta un poco más de pegada a partir de medio régimen.

El funcionamiento de los tres motores es ejemplar, sin desentonar en ningún aspecto. El de la Triumph es claramente más suave que el de los V2, aunque también hay que señalar que el de la KTM ha mejorado ostensiblemente a bajo régimen con respecto al de sus hermanas mayores, «coceando» menos cuando giramos el acelerador con decisión en marchas largas. Aun así, todavía es algo menos «manso» que el de la Suzuki, aunque también es el que posee un carácter más fuerte, lo que se ve reflejado, tanto en aceleración desde salida parada, como en recuperaciones en marchas largas. Con 210 km/h comprobados, su velocidad máxima es igualmente la más alta, aunque en este caso las diferencias tampoco son excesivas.

En el tacto de los mandos no hay apenas diferencias entre las tres y todas las operaciones se realizan de manera correcta. Quizá el accionamiento del cambio de la Tiger es algo más suave, aunque en la V-Strom y la Adventure es más rápido, especialmente en el caso de esta última, con un recorrido de palanca un poco más corto.

En cuanto a los consumos, al circular a 120 km/h mantenidos no hay apenas diferencias, rondando en los tres casos los 5 litros/100 km. Donde sí existen desigualdades es en el consumo medio al alternar ritmos y tipos de carretera, aunque siempre viajando en grupo. En este caso la Triumph siempre gasta un poco menos, aunque las diferencias tampoco son muy significativas. Sin embargo, si atendemos a la autonomía, la KTM es la que espacia más los repostajes gracias a que en su depósito caben cerca de cuatro litros más que en los de sus compañeras de reparto.

Grandes ruteras

Como buenas trail, nuestras tres protagonistas destacan por ser buenas viajeras, obsequiándonos con una buena protección, con algo de ventaja hacia las dos bicilíndricas, especialmente en la parte baja de nuestro cuerpo. La Tiger es más ancha en la zona de las piernas y esto hace que las debamos colocar más abiertas y que queden más desprotegidas del azote del viento. Sin embargo, su elevada suavidad de funcionamiento contrarresta esa menor protección y a la larga es la que más nos ha gustado para recorrer largas distancias, con un asiento que también está muy logrado en lo referente a comodidad. Otro aspecto que conviene mencionar y que afecta a la protección es que, tanto la KTM, como la Triumph, incorporan cubremanos de serie, lo que se agradecerá especialmente en los meses más fríos.

En cuanto a posición de conducción, las tres están muy logradas y decidirse por otra es más bien una cuestión de gustos. Quizá el asiento de la V-Strom es un poco más duro que el de sus rivales, pero nada que pueda marcar grandes diferencias, porque la japonesa también es sobresaliente en el apartado de comodidad.
Las tres también están bien preparadas para ser utilizadas a dúo. En este caso se invierten los papeles y es la Suzuki la que mejor trata al pasajero, aunque como ocurre en todos los campos, las diferencias son pequeñas, y tanto en la Adventure, como en la Tiger, el acompañante es también bien recibido, con asientos cómodos, estribos bajos y con gomas, además de asas robustas y bien resultas que le permiten agarrarse sin problemas.

Buenas deportivas

Aunque las tres calzan neumáticos en medidas «antiguas», también es cierto que esto contribuye a que se muevan con mucha agilidad indistintamente del ambiente asfáltico por el que transiten. Con 110 y 150 mm de anchura, delante y detrás respectivamente, la verdad es que en ningún momento se echa en falta más neumático. Hay que recordar que sus potencias no alcanzan los 100 CV reales en ningún caso y además las tres disponen de la ayuda de un control de tracción, por lo que sus neumáticos son perfectos.

La KTM tiene unos planteamientos algo más agresivos y su dirección es muy viva y precisa, traduciéndose en algo más de rapidez en los cambios de dirección. Por eso a sus mandos tenemos una mayor sensación de control, aunque la estabilidad en curva es muy similar en las tres. Sin embargo, el tren delantero de la Suzuki es un poco más completo, con una frenada algo más potente y una horquilla que, además de permitir regulaciones, también nos consiente practicar una conducción más agresiva, retrasando un poco más las frenadas y pudiendo efectuarlas de manera más enérgica.

Respecto a los componentes, la Triumph es la única que no incluye pinzas de anclaje radial y se conforma con unas de dos pistones paralelos, aunque hay que señalar que en la práctica apenas se aprecia y su frenada no desmerece en absoluto. A su favor hay que decir que aunque monta las pinzas más sencillas, también es cierto que entre su equipamiento de serie incluye control de velocidad automático, caballete central, protector para los bajos del motor y asiento del piloto regulable en dos alturas, elementos que sus rivales de estas páginas no incorporan

Conclusión

Aunque sobre el papel puede parecer que existen importantes diferencias, KTM 1050 Adventure, Suzuki V-Strom 1000 y Triumph Tiger 800 XRx han demostrado una gran igualdad a todos los niveles en esta comparativa. La KTM y la Suzuki, propulsadas por motores V2 de mayor cilindrada, tienen un carácter distinto, con una respuesta más instantánea a bajo y medio régimen, pero la tricilíndrica Triumph suple su menor cilindrada con más revoluciones y con un motor con un rango de utilización más amplio. Aunque las tres son polivalentes, confortables y ruteras, la 1050 Adventure se desmarca por su genética más deportiva, obsequiándonos con unas reacciones más vivas y unas prestaciones ligeramente superiores. La V-Strom 1000 es la más equilibrada, sin desentonar en ningún aspecto y siendo la más adecuada para una utilización a dúo. Por su lado, la Tiger 800 XRx es un prodigio en cuanto a suavidad y facilidad de utilización, erigiéndose como la más indicada a la hora de realizar largos desplazamientos. Además, la inglesa es la más económica y su equipamiento es superior en algunos apartados.