Acabamos de salir camino de Grecia, nuestras vacaciones de verano, y por supuesto y como en los últimos 14 años, iremos en moto. Se suceden los kilómetros por la tediosa AP-7. Miro el cuentakilómetros «cien mil y pico». Si apenas hace cinco años que la compré. Los recuerdos hacen que los aburridos kilómetros de autopista sean más llevaderos.
«Mi sufridora pasajera (Marisa) y yo tomamos la decisión al inicio de la primavera de 2009. Las vacaciones previstas para ese verano discurrirían por tierras turcas y nuestra vieja Honda VFR 750, estaba pidiendo a gritos un relevo generacional. Ya no estaba para esos trotes allende los mares donde los firmes dejan mucho que desear. ¿Qué buscaba? ¿Qué necesitaba? Preguntas básicas que uno se hace cuando se va a comprar moto. La VFR había cumplido su cometido cuando la compré: un 70% de conducción sport y un 30% turística. Ahora esos parámetros se habían invertido, por lo que necesitaba una moto menos de lo primero y más de lo segundo».
Un bandazo de derecha a izquierda me hace ver que estamos atravesando el Delta del Ebro. Máxima concentración, la vista del Mediterráneo a la derecha engaña; podría transmitir a cualquiera una imagen bucólica. Los moteros sabemos que si bien ese tramo es bonito a veces resulta peligroso por el viento racheado.
«Más autonomía, menor consumo, más comodidad para mí (manillar alto) y para Marisa (buen asiento y estribos bajos). Tenía claro que debía de ser una trail lo más asfáltica posible, ya que en mi mente solo cabe el ripio literario. Tal y como empecé a subirme en las posibles candidatas, comencé a desecharlas. Cuando se cuenta con 1’70 de estatura, llegar al suelo en este tipo de motos es complicado. Muy a propósito, y no sé muy bien por qué, dejé la Yamaha TDM 900 para el final. Cuando la vi me gustó su aspecto, distinto de lo que había en el mercado, con personalidad y nada anticuada como leía en algún artículo. Un frontal agresivo, de ceño fruncido y unos faros que me recordaban a la película Transformers. Me subí y llegaba, justo, pero llegaba. Era el momento de recopilar la mayor información posible».
¡Oh no! Tráfico denso. Estamos circunvalando Barcelona, hay que estar atento al tráfico y a los radares. ¿Para cuándo un estudio sobre accidentes buscando radares, o frenazos imprevistos ante su avistamiento? Dejo Sabadell a la izquierda y el tráfico poco a poco comienza a diluirse.
«Manos a la obra, quiero información sobre la TDM 900 y estaba claro que encontrarla iba a estar complicado. Es una moto que apenas se ha vendido en España. En el concesionario solo sabían decir que “era muy buena moto” y algunos datos técnicos, pero sin profundizar. No ser una "top" ventas tiene sus desventajas. Me puse a buscar en foros franceses, alemanes, ingleses e italianos… y vaya, lo que suponíamos. En esos países sin ser un éxito sí se habían vendido muchísimas más unidades que en el nuestro, así que con la ayuda de traductores me fui poniendo al día sobre la Yamaha TDM 900».
«Depósito de 20 litros consumo en torno a 5 y 6 l/100 km. La reserva nunca antes de los 300 km y aun así te quedan 4 litros. Estos datos daban cumplida respuesta a mis dudas sobre capacidades, consumos y autonomía. Busqué problemas endémicos pero no se apreciaban consumos de aceite mencionables. Horquilla regulable en extensión y compresión, amortiguador trasero en tres vías. Inyección electrónica, cuadro analógico y digital. Durante un mes estuve siguiendo la pista de la TDM por los foros extranjeros sin encontrar un solo defecto. Entonces, la pregunta del millón, ¿por qué se han vendido tan pocas unidades en España? Esa duda me preocupaba. Equivocarte en una compra así, económicamente hablando, es un desastre. No había unidades de prueba pero mi sentido común me gritaba, "adelante, es tu moto"».
Atención Sergio, no te distraigas. Salida de Figueres y buscar la N-260 dirección Llança. Salimos de la autopista y suspiro, ya era hora ya. Menudo tostón de carretera, a partir de ahora será más entretenida.
«Nos la dieron el último viernes del mes de junio y queríamos comenzar el viaje de vacaciones el 1 de agosto. Tenía un mes para hacerle 1.000 km de la primera revisión. Así que me puse a ello, el rodaje en estos casos se hace eterno, pero lo terminé en la fecha prevista. Revisión en el concesionario y a terminar de rodarla camino de la Capadocia. Luego vendrían Polonia, Escocia, Normandía y otra vez los Alpes, y una vez más Alemania, y volver a atravesar Italia, y la Republica Checa, y Bulgaria, y Austria y pasar y repasar Francia, y visitar Portugal, pero todas ellas y algunas más son otras historias».
¡Llança! Comienza lo bueno. Uno de los tramos más bonitos de Europa. Curva tras curva nuestra TDM se va acercando a Portbou, primera escala. Comida, hotel y playa por la tarde, que para algo estamos de vacaciones y mañana nos espera una dura jornada hasta Génova.