Rodibook 2017, así fue la experiencia #EspírituKTMAdventure

Hace unos meses os dimos la oportunidad de vivir la experiencia Rodibook a los mandos de la gama Adventure de KTM. Dos lectores fueron los afortunados. ¡Así lo vivimos!

Víctor Gancedo. Colaboran: David Baldovi y Giordano García

Rodibook 2017, así fue la experiencia #EspírituKTMAdventure
Rodibook 2017, así fue la experiencia #EspírituKTMAdventure

Acababa de volver de mis vacaciones veraniegas y mi primer “trabajo” era ¡volverme a ir de viaje! Pero no, no era un viaje cualquiera. Me tocaba hacer de guía y llevar a buen puerto a los dos afortunados lectores de la revista ganadores del concurso “#EspírituKTMadventure” que convocamos el pasado mes de julio. El plan era salir desde Madrid hasta Viella, la capital del Valle de Arán en Lérida, para allí participar en la sexta edición del Rodibook. Y una vez realizado, volver de nuevo a Madrid y así haber recorrido cerca de 2.000 km en un solo fin de semana. No está nada mal, si además tenemos en cuenta que para llevar a cabo este ”planazo” con el necesario éxito, íbamos a disponer de las tres distintas versiones de la KTM 1290 Super Adventure, lo que equivale a decir que disponíamos de las nuevas “S” y “R”, además de la “T” que llegó hace un par de temporadas. ¡Allá vamos!

Lógicamente, a David Baldovi y a Giordano García no los conozco de nada. Han sido los ganadores entre cerca de mil solicitantes. El primero vive en Madrid y el segundo hace lo propio en Tenerife. He repasado sus respectivos currículos y he comprobado que los dos tienen una larga trayectoria montando en moto y ambos son usuarios de trail, así que a priori parece que cumplen con los requisitos para enfrentarse a un reto así. El primer contacto que hago con ellos es por correo electrónico, para presentarme y enviarles algunas recomendaciones para el viaje, así como el día y la hora de la cita en nuestra redacción para salir rumbo a Viella.

El plan: Salir de Madrid a Viella y participar en el Rodibook. 2.000 km en un fin de semana

Pasan unos días y llega el momento de conocerles en persona y, como suponía, pasan el “corte” mientras tomamos un café. Después les comento un poco cómo son las KTM y cómo funciona el mando multifunción que actúa, entre otras cosas, sobre los modos de motor y los de las suspensiones semiactivas en el caso de la “T” y la “S”, puesto que en la “R” las múltiples regulaciones posibles hay que hacerlas de modo manual. Repasamos cadenas, presiones de neumáticos, repostamos y para los Pirineos que nos vamos.

No podemos perder mucho tiempo para llegar a Viella, así que optamos por hacer la mayor parte de la ruta por autovía. La KTM 1290 Super Adventure T es la más cómoda de asiento y su pantalla es claramente la que más protege. Además, su depósito con más de 30 litros de capacidad le permite recorrer más de 500 km del tirón, por lo que es la que mejor se adapta a vías rápidas y a largos trayectos. La KTM 1290 Super Adventure S también es una buena elección y por aplomo se asemeja mucho la “T”. La KTM 1290 Super Adventure R es la que más desprotegidos nos transporta debido a su pantalla claramente más baja y no posee el aplomo de sus hermanas a alta velocidad, debido por un lado a los recorridos de suspensiones más largos, y los neumáticos más estrechos y de mayores diámetros.

Giordano García, David Baldovi y Víctor Gancedo antes de salir de las instalaciones de Motorpress Ibérica

Giordano García, David Baldovi y Víctor Gancedo antes de salir de las instalaciones de Motorpress Ibérica

Parada a comer en el Castillo de San Pedro (Jaca)

#espirituktmadventure: Arranca el rodibook

Una vez en la capital de Valle de Arán hay que hacer las tareas. Toca inscribirse, acudir al briefing para enterarse bien de las cosas más importantes y, por último, instalar la correspondiente caja en cada moto para “enrroscar” debidamente el “roadbook” con la ruta a seguir de casi ¡700 km!, con salida y llegada en Viella. Tanto Jordi Esteve, organizador del evento, como Fernando “Búfalo” Gil, preparador de la ruta, nos recomiendan descansar bien y salir temprano, porque, además de muchos kilómetros, hay que trazar varios miles de curvas. Así que somos buenos y nos vamos a dormir con la intención de tomar la salida a las 7 de la mañana. Comentan que es fácil invertir entre 14 ó 15 horas para completar el recorrido debidamente.

Pasa la noche y ya estamos bajo el “arco” de salida. Hacemos las necesarias fotos y un poco de vídeo, y comenzamos la aventura. El “roadbook” se maneja a mano, pero una vez habituados a un par de cosas, se utiliza sin complicaciones. La verdad es que es entretenido. Por supuesto, no es recomendable hacer uso de navegadores u otros dispositivos electrónicos. De lo contrario, el Rodibook pierde su gracia.

Con cerca de 750 motos inscritas, en los primeros compases nos encontramos con largas caravanas de motos en algunos puntos, pero a medida que avanzamos, vamos circulando más libremente y con grandes espacios. Cruzamos la frontera hacia Francia y la ruta discurre por lugares tan carismáticos como los puertos del Aspin, del Tourmalet o del Aubisque, para retornar a España y pasar, entre otros muchos otros, por los municipios oscenses de Jaca, Anzánigo o Benasque. Además, para poder decir que se ha completado correctamente el Rodibook, cada inscrito debe picar en siete pasos intermedios en la correspondiente hoja de ruta, además de hacerlo a la salida y a la llegada.

Parada a comer en el Castillo de San Pedro (Jaca)

Parar en el camino y contemplar el paisaje formó parte de nuestra expriencia

En los tramos con más curvas comprobamos que se invierten los papeles entre “nuestras” 1290 Super Adventure, y la “R” se convierte en nuestra favorita y mejor va cuanto más retorcida y en peor estado se encuentra la carretera. Sus suspensiones “tradicionales” trabajan de maravilla y la llanta delantera de 21” supera mejor los baches. Incluso da la sensación de que su motor corre más y de que es más ligera, aunque en la báscula pesa prácticamente lo mismo que la “S”.

Tras haber completado correctamente la ruta marcada por la organización, llegamos de nuevo a Viella pasadas las 10 de la noche. Las paradas para fotos y vídeo nos han retrasado un poco, pero la verdad es que la experiencia ha merecido la pena y mucho. Estamos algo cansados, pero al mismo tiempo muy satisfechos por haber completado el recorrido sin el más mínimo problema, a lo que han contribuido, sin lugar a dudas, nuestras tres grandes compañeras de viaje, las tres KTM 1290 Super Adventure.

Parar en el camino y contemplar el paisaje formó parte de nuestra expriencia

David Baldovi

#espirituktmadventure: Los afortunados

David Baldovi

Cuando me llamaron por teléfono para decirme que había sido uno de los ganadores para vivir la experiencia “#EspírituKTMAdventure”, la verdad es que al principio me costó creérmelo. Casi ni me acordaba de cuándo había enviado mi solicitud. Pero el caso es que era verdad y un mes y medio después estaba en las instalaciones de Motorpress-Ibérica junto a las tres versiones de la KTM 1290 Super Adventure para salir con ellas rumbo al Valle de Arán y allí disfrutar del Rodibook. Hasta entonces nunca había llevado una KTM y nunca había utilizado un “roadbook”... Así que suponía la combinación perfecta: una larga y variada ruta con una de las mejores maxitrail del mercado utilizando ese "rudimentario" sistema de navegación y, por si fuera poco, con la compañía de un buen guía como Víctor Gancedo, y de Giordano Garcia, el "otro" afortunado ganador y un gran aficionado a las motos también.
La experiencia ha sido única e irrepetible.

David Baldovi

Giordano García

Vivir en primera persona el trabajo que realiza un probador de motos como Víctor junto con un fotógrafo como Juan Sanz para que salga un reportaje en condiciones, ha sido todo un privilegio. Te das cuenta del gran trabajo que hay detrás de cada artículo. Se cuida hasta el más mínimo detalle para que todo salga tan bien a como nos tienen acostumbrados a los lectores de la revista LA MOTO.


La ruta preparada por la organización del Rodibook por los Pirineos ha sido un “paraíso” para cualquier motorista: miles de curvas con unos paisajes inmejorables. La fatiga que ha suponía hacer cerca de 700 kilómetros por puertos de montaña de todo tipo y pasar más de doce horas encima de una moto quedaba mitigada cada vez que me subía al asiento de cualquiera de las tres KTM, porque la verdad es que han sido unas motos ideales para vivir una experiencia así. Son tres confortables maxitrail que transmiten sensaciones de moto deportiva, con mucha potencia, excelente manejabilidad y un comportamiento de matrícula de honor. Creo que pocas motos del mercado consiguen esta explosiva combinación. Ya sé cuál va a ser mi próxima marca de moto, ahora sólo me queda elegir entre la letra R, S o T.

Giordano García

¿Mi experiencia tras ser elegido por la revista LA MOTO para viajar desde Madrid hasta Viella con las tres versiones de KTM 1290 Super Adventure y participar en el Rodibook?: ¡Inmensamente inmensa!
 Desde que recibí la llamada para avisarme de que había sido una de los afortunados ganadores, hasta que llegó el día, parecía que el tiempo no pasaba. Pero, por fin, llegó el momento y ahí estaba, en la redacción de la revista, conociendo a muchos de sus integrantes y, entre ellos, a Víctor Gancedo, la persona que me iba a acompañar para disfrutar al máximo de esta bonita experiencia. Su excelente trato y gran amabilidad durante todo el viaje han sido ejemplares.

Giordano García

También conozco a mi compañero en suerte, David Baldovi, incansable y divertido hombre. Desde que salimos con las motos del garaje de Motorpresss-Ibérica, hasta que llegamos a Viella, me sentí inmensamente afortunado. Una vez en el destino, la atención de la organización del Rodibook me ha parecido magnífica. Son muy expertos en dar fluidez a un gran evento como este y de dejar las cosas claras. Y cuando ha llegado el momento de salir por la mañana sin apenas haber amanecido, ha sido alucinante. Motos por todos lados y de todo tipo… ¡Una maravilla! Y orientarse con el “roadbook” también ha sido una sensación muy gratificante y más sencilla de lo que creía.

Paisajes preciosos, dos buenos compañeros de ruta y tres motos increíbles a elegir. La “T” protege mejor mi “fornido” cuerpo. Sin embargo la “R” es una auténtica devoradora de curvas y su mayor ligereza sale a relucir cuando aprietas el ritmo. Además, sus suspensiones se "comen" todo. Y la “S” es muy muy estable, con un aplomo increíble. La verdad es que no es nada fácil decidirse por una de ellas, pero de acuerdo al tipo de uso que yo les suelo dar a las motos, escogería la “T” por protección y autonomía. Quiero despedirme dando las gracias a KTM y a mis ya amigos de la revista LA MOTO por haberme permitido vivir esta increíble experiencia que jamás olvidaré.