KTM 790 Duke 2017

Pillada en multitud de ocasiones rodando por carreteras austriacas, el nuevo bicilíndrico en línea llegará a los concesionarios en 2018… pero ya ha dejado marca.

Carlos Domínguez

KTM 790 Duke 2017
KTM 790 Duke 2017

Aunque no han transcendido todavía sus cifras, la nueva KTM Duke 790 se ha convertido de inmediato en una de las motos más codiciada de todo el Salón EICMA de Milán. Hasta ahora, lo máximo a lo que habíamos llegado era a ver el modelo anterior rodar con un motor bicilíndrico en paralelo. De hecho, fue cazada en multitud de ocasiones en lo que parecían continuos deslices de KTM… pero que, en realidad, se debían entender como un: “sí, vamos a hacer una Duke nueva y os vamos a dejar con la boca abierta”.

KTM Duke 790 2017, el punto de encuentro

Y así ha sido. El asistente del Salón EICMA, o aquel que nos lees desde casa, se topa con unas líneas simplemente brillantes que expresan deportividad y actitud “ready to race” en todos los idiomas. Como hiciera KTM con la 1290 Super Duke, la Duke 790 comienza siendo un prototipo descomunal que no atiende a razones, ¿espejillos? ¿intermitentes? ¿faros? Con todo ello se lidiará en el futuro, ya la próxima temporada, cuando llegue la hora de ponerla en la carretera. Pero de momento, tenemos el placer de ver las líneas en bruto, en crudo, del diseño original de KISKA.

La 790 no llegará hasta 2018 pero ya ha dejado marca.

Está propulsada efectivamente por un motor de dos cilindros paralelos de, imaginamos, una cilindrada cercana a los 800cc. Es bueno recordar aquí que la terminación en 90 no siempre coincide con la capacidad sus cilindros. En Mattighoffen lo han apodado LC8c, donde la “C” hace referencia a “compacto” y el LC8… a “los buenos tiempos que vendrán”, descrito así por KTM.  Y es que han dejado claro que se trata de algo creado desde cero, sin reciclar motores antiguos.

KTM 790 Duke, experimentando con WP e impresoras 3D

Este modelo monta un prototipo de horquilla que dice ser lo mejor de la casa de WP y un escape hecho a mano incrustado en el propio colín de la naked austriaca. Además, llegará con electrónica de próxima generación, ride by wire avanzado, quickshifter, modos de conducción, control de tracción, conectividad integrada (¿en forma de KTM MY RIDE?) y “sensores del mañana para hoy”.

Por último, KTM ha subrayado también que en la fabricación del escape y la tija han involucrado una impresora 3D. De momento no sabemos nada más, pero seguro que sabremos pronto más de ella.