Sospecho que no te sorprenderá, para nada, si te cuento que la nueva y exclusivísima MV Agusta Brutale 1000 Serie Oro ha sido elegida como la moto más bonita presentada en el Salón EICMA de Milán. El galardón, aunque organizado por la revista Motociclismo en Italia, se lo otorgan los asistentes al salón más importante de la industria motociclista y no el medio en si mismo.
Este año, por ejemplo, han participado más de 16.000 entusiastas, de los cuales unos 4.800 han dado su voto a la Serie Oro. Es decir, se ha llevado el premio con un 34% de los votos, un cifra considerable teniendo en cuenta que la segunda clasificada, la nueva Ducati Hypermotard, sumó sólo un 19% y la tercera, la Aprilia RSV4 1100 Factory, un 9%. Un dominio que se veía venir tras ver el impacto que tuvo el modelo en redes sociales, generando un interés reservado a muy pocas máquinas que, por lo general, suelen ser las superbike más avanzadas.
La apuesta de MV Agusta rompe con cualquier lógica y pone a nuestra disposición, en un conjunto sin carenado ni la más mínima protección aerodinámica, un motor capaz de llegar a los 212 cv para impulsarse hasta superar los 300 km/h de velocidad punta. El premio, por otro lado, se centra única y exclusivamente en la imagen de esta Serie Oro, una pieza que luce buen gusto por los cuatro costados mezclando los colores corporativos de Varese con los toques dorados más típicos de estas ediciones.
"Para nosotros, este reconocimiento confirma cuanta energía y recursos invierte MV Agusta en el constante desarrollo de nuevos productos. Haber ganado por quinta vez esta competición, es una gran satisfacción tanto par amí como para mi compañero, Timur Sardarov", decía Giovanni Castiglioni, haciendo especial mención a Timur, CEO de la empresa colocado tras la llegada de capital ruso. "Queremos dedicar esta victoria a nuestros fantásticos empleados que demuestra a diario su pasión por este trabajo".
De la MV Agusta Brutale 1000 Serie Oro sólo se producirán 300 unidades, ayundado a que esta edición se convierta en otra moto de coleccionista como ha ocurrido con otras tantas obras de MV. Por otro lado, el reto de la empresa italiana no es el de crear máquinas que enamoren o sean agradables a la vista, que queda claro y patente que bien capaces son de hacerlo, sino hacerlas económicamente viables y terminar de convencer a sus posibles clientes de la estabilidad y claridad del proyecto de Varese.