El Dakar 2020 está a punto de comenzar y lo hace con cinco mujeres en la categoría de motos. Cinco pilotos que tendrán que cubrirse brazos y piernas por las polémicas instrucciones machistas impartidas por la organización sobre Arabia Saudí, pero que en cuanto se bajen el casco darán una lección de igualdad.
Son las españolas Laia Sanz y Sara García, la holandesa Mirjam Pol y las sudafricanas Kirsten Landman y Calheine Perry para un total de cinco participantes femeninas en la categoría de motos, una menos que el año pasado.
LA DÉCIMA DE LAIA SANZ
Si hay una piloto acostumbrada a citarse con la historia no es otra que Laia Sanz. La piloto catalana, que empezó brillando en el trial y cambió al enduro sin dejar de dominar a todas sus rivales, aterriza en Arabia Saudí tras haberse convertido en la mejor dakariana de la historia en Sudamérica, donde compitió en las últimas nueve ediciones. Ha ganado absolutamente todo lo que se ha propuesto, y se sigue proponiendo no dejar de ganar.
Ahora busca algo que no ha hecho ningún piloto español: acabar el Dakar diez veces seguidas. De hecho, es la única de los 146 inscritos que ha terminado las nueve ediciones anteriores. Esta vez lo hará con el número 14 y en las filas de GasGas tras haber sido elegida como embajadora de la marca después de su ‘joint venture’ con KTM, marca para la que lleva corriendo desde 2016 y con la que tiene contrato.
Como ya es habitual, la flamante campeona del mundo de Rallies cross-country se pone como objetivo el top 15, pero a nadie se le escapa que en un territorio desconocido puede sacar ventaja de sus dotes de navegación frente al enorme puñado de ‘velocistas offroad’ que pueblan la lista de inscritos, por lo que igualar o mejorar el noveno puesto que cosechó en 2015 es una idea que está en la mente de todo el mundo.
Evidentemente también tratará de vencer en categoría femenina, pero es un hecho que si acaba sin contratiempos mayores (pérdida de muchas horas en alguna etapa) su velocidad es muy superior a la de las otras cuatro competidoras, por lo que si consigue terminar su décima victoria consecutiva en categoría femenina se da casi por sentada. Y aunque Sanz nunca ha ocultado que piensa pasarse a los coches en un futuro no muy lejano para poder seguir corriendo el Dakar muchos años más, de momento asegura que sigue teniendo la gasolina suficiente para volver a citarse con la historia de las dos ruedas y salir victoriosa una vez más.
MIRJAM POL, HISTÓRICA
La holandesa Mirjam Pol también hará historia nada más tomar la salida, ya que se convertirá en la única mujer en disputar el Dakar en África, Sudamérica y Arabia Saudí. Su debut se remonta a 2006, y tras correr las dos últimas ediciones en terreno africano también estuvo en las dos primeras en suelo sudamericano, donde volvió en 2018 tras siete años de ausencia.
Repitió en 2009 para lograr su mejor posición final con un 48º puesto, y en este 2020 se embarca con su Husqvarna y el número 54 en una ruta desconocida con el objetivo de terminar por séptima ocasión (de sus siete participaciones anteriores solo abandonó en 2010) y soñar con su segunda victoria en categoría femenina tras la conseguida en 2009.
LA REVÁLIDA DE SARA GARCÍA
Una vez más la representación española será múltiple. El año pasado Sara García tomó el relevo de Rosa Romero para que Laia Sanz no sea la única en dos ruedas, pero llevó el desafío más allá al inscribirse en categoría Original junto a su pareja: el esquiador freestyle Javi Vega.
La experiencia y la solidez de García están fuera de toda duda, pero el Dakar no perdona y menos si vas sin asistencia. El año pasado tenía el objetivo de ser la primera mujer en terminar la prueba en malle-moto, pero una caída rompió el radiador de su Yamaha y le obligó a abandonar.
En este 2020, la piloto zamorana vuelve a la carga y sigue confiándose a su Yamaha número 98 después de haber sido tercera en la Copa del Mundo femenina de Bajas, donde había sido campeona en 2017 y subcampeona en 2018. Ya no podrá ser la primera en terminarlo en Original, ya que el pasado año lo consiguió la rusa Anastasiya Nifontova.
Pero para García eso es ya lo de menos. El logro de la piloto soviética no cambia nada para la española, que llega muchísimo mejor preparada que hace un año –cuando se había pasado medio 2018 recuperándose de una grave lesión en Merzouga- y también considera que el terreno saudí se ajusta más a sus condiciones que el peruano que se encontró hace un año.
LANDMAN Y PERRY, DEBUTANTES
Sanz, Pol y García son las únicas tres que repiten del pasado 2019, ya que en la línea de salida de este 2020 no estarán ni la ya mencionada rusa Anastasiya Nifontova, así como tampoco la checa Gabriela Novotna ni la peruana Gianna Velarde.
A cambio llegan dos sudafricanas debutantes, ambas a lomos de sendas KTM: con el número 117 tomará parte en la salida Kirsten Landman, cuya historia de superación llega desde un accidente en Botswana en 2013 que le llegó a tener once días en coma por una negligencia médica. Pensó que jamás volvería a correr, pero en 2018 volvió a hacerlo y tras desquitarse regresando a Botswana, su nueva misión es el Dakar. En su manillar izquierdo pone “Mantén las ruedas girando", y en el derecho pone “Llega a la meta". Su objetivo está muy claro.
Con el dorsal 120 estará su compatriota Calheine ‘Taye’ Perry, para quien medir apenas 1’58 de estatura no ha sido nunca impedimento a la hora de ir aumentando la cilindrada de sus monturas hasta llegar a las 450 actuales del Dakar, y tras ser campeona de su país ve en el Dakar la plataforma de lanzamiento ideal para poder empezar a competir por todo el mundo. Aunque se pone como objetivo terminar la prueba, tiene claro que ir demasiado lento no es una buena opción.