Cuando se habla de circuitos históricos en España a todo el mundo le suele venir a la cabeza el Jarama, Jerez o el urbano de Montjuïc. Sin embargo, el primero que se inauguró en nuestro país y que ya forma parte de la historia del motor fue el Autódromo de Terramar, situado en el término municipal de Sant Pere de Ribes, en Barcelona.
Este trazado oval comenzó su andadura en octubre de 1923, momento en el que solo había tres autódromos más en el mundo: dos de ellos estaban en Europa (Brooklands y Monza) y uno en Estados Unidos (el legendario óvalo de Indianápolis).
El circuito de Terramar fue un desafío
No cabe duda de que este circuito supuso todo un reto para los ingenieros de la época. Con una longitud de unos dos kilómetros, cuenta con peraltes que superan los 60º (llega a los 90º), al estilo de los circuitos de este estilo.
En el momento de su inauguración atrajo a mucho público y suscitó el interés de la burguesía catalana. Sin embargo, esta no tardó en perderlo y en dejar de acudir a las competiciones motorizadas que allí se disputaban… y claro está, eso fue el principio del fin.
Complicaciones
El hecho de una menor afluencia de público provocó que apenas se dieran premios en metálico para los ganadores. A esto se unió que el excesivo peralte era peligroso para muchos automóviles y motocicletas de la época. Así que las carreras comenzaron a jalonarse en el tiempo.
En 1929 hubo un atisbo de recuperación después de que Edgar Morawitz invirtiera en él. Pero el comienzo de la Guerra Civil y el claro posicionamiento que este mantenía contra Franco (el circuito se convirtió en un cuartel republicano durante la contienda) terminaron de acabar con el trazado.
La última vez que se corrió en Terramar fue en 1955, con el circuito ya en manos del financiero José-Emilio Ferrer Dalmau y su esposa Margarita de Udaeta.
Terramar en la actualidad
El gusto por lo añejo y el interés en la historia ha provocado que en los últimos años se haya vuelto a hablar de Terramar y se hayan arreglado las instalaciones para su visita, de manera que es posible recorrerlo a pie y visitar las diferentes partes.
Y eso no es todo, este autódromo también ha sido el escenario de una de las pruebas del Campeonato de España de Enduro.
Motociclismo en el Autódromo de Terramar
Tal y como explican en la web del propio circuito, el motociclismo ha estado muy ligado a este autódromo catalán. Por ejemplo, en 1923 ya se corrieron carreras en diversas categorías (1.000cc, 500cc y 300cc). En años posteriores se siguieron celebrando pruebas en moto en todo tipo de categorías, demostrando que Cataluña siempre ha sido tierra de motoristas.
Sin embargo, tal y como hemos expuesto, con el tiempo se fue abandonando la actividad hasta estos últimos años en los que se han retomado algunas actividades. Una de ellas ha sido el rodaje de la presentación de nuevas motos, en los que llegó a participar Jorge Lorenzo. Y es que marcas como Honda, KTM y Brough Superior han llevado sus motos a recorrer los míticos peraltes del Autódromo de Terramar.
