Al igual que ocurre con los coches eléctricos, las motos eléctricas tienen el mismo aspecto que las que se mueven con motores de combustión pero existen algunas salvedades que conviene no olvidar para que la conducción sea más segura y satisfactoria.
Y es que buena parte de su mecánica es totalmente diferente, lo que implica un manejo distinto y dejar de lado algunas costumbres que se tenían con las motos convencionales.
Consejos para conducir una moto eléctrica
Así pues, para mejorar la experiencia con este tipo de vehículos que año a año están ganando cuota de mercado, estas son algunas recomendaciones que se pueden seguir.
- Cuidado con todo lo que sucede alrededor. Esta norma es similar para cualquier moto, ya que por lo general hay que estar preparados y “con mil ojos” para evitar ser víctimas de un accidente. En el caso de las motos eléctricas esto debe multiplicarse por dos, ya que además de que pueden no ser vistas -al igual que las que funcionan con gasolina-, tampoco serán oídas, ya que sus motores no hacen ruido. Por lo tanto, tanto terceros conductores como los propios viandantes, no escucharán que la moto está rodando, con los peligros que eso conlleva. En este sentido, los peatones suelen ser muy descuidados y si no escuchan nada, probablemente ni miren.
- Pesan más. En el momento de manejar motos eléctricas hay que recordar que suelen tener un peso superior a otros modelos similares de combustión. Esto es algo que se debe tener presente sobre todo al rodar por ciudad, ya que habrá que poner el pie en tierra en multitud de ocasiones.
- Acelerar, aceleran. Aunque existe la creencia de que las motos eléctricas no tienen el nervio o la velocidad de las que se mueven con un motor de combustión, nada más lejos de la realidad. Hay modelos que son realmente potentes en los que un simple acelerón puede llevar a la moto a una velocidad elevada. Así que, antes de nada convendrá probar los límites de cada moto.
- Cuidado con las temperaturas. Uno de los principales inconvenientes de este tipo de motocicletas es que no son muy aptas para los cambios muy bruscos de temperaturas, sobre todo cuando el calor o el frío son extremos. Por lo tanto, convendrá echar un ojo al clima y no exponer a la máquina a situaciones delicadas para su mecánica.
- Antes de echarse a la carretera hay que asegurarse de que la batería está lo suficientemente cargada, ya que aún no hay tantas estaciones de servicio como para confiar encontrar una allá donde se vaya. Si se diera el caso de que en ocasiones se tiene que salir sin la carga completa, es recomendable bajarse alguna aplicación en la que se muestran los puntos de carga disponibles.
- Finalmente, cuidar la batería será esencial para lograr que la moto funcione correctamente -no dejarla conectada; hacer un ciclo completo de carga cada uno o dos meses, no exponerla a altas temperaturas, no abusar del modo de conducción deportiva…-. En este caso, lo mejor será probar cómo trabaja la moto y cuánto consume en cada circunstancia y así controlar mejor tanto el gasto como las prestaciones de la moto.
