Los neumáticos que lleva una moto no son para toda la vida, como es lógico por otra parte. Por eso, todo motorista o dueño de un vehículo de dos ruedas que se precie, debe saber el momento exacto en el que esas ruedas se deben renovar y cambiar por unas nuevas. Una fecha marcada por el kilometraje que haya tenido dicha moto y un momento que no se debe pasar por alto si uno tiene en cuenta la importancia clave de esta pieza fundamental para una conducción de lo más segura en carretera o ciudad.

Toca cambiar los neumáticos
Cuando se haya llegado al kilometraje establecido por el fabricante de esos neumáticos no hay excusa que valga para no cambiarlos. Y es que una rueda desgastada es sinónimo de un peor agarre al asfalto, sobre todo cuando uno circula en días de lluvia, por lo que en este caso la seguridad de ese motorista y del resto de personas que comparten ese espacio rodado es lo que verdaderamente importa.
Así pues, y si bien es cierto que depende de cada modelo de moto, del uso que se le vaya dando a la misma o del terreno por donde se circule, de media un neumático debe cambiarse por uno completamente nuevo cuando se hayan hecho de media unos 40.000 kilómetros; siempre y cuando se trate de ruedas de una calidad fiable. Cuando se trate de modelos algo "peores", hay que decir adiós a los neumáticos traseros antes de llegar a los 5.000 kilómetros de rodaje y el doble en lo relativo a las ruedas de delante.
Situaciones especiales
Ni que decir tiene que no hay que llegar a ese kilometraje para cambiar un neumático de este vehículo de dos ruedas si dan estas circunstancias que resultan muy frecuentes en la carretera. Esto es, si se tiene un pinchazo que no se puede reparar y cuya única solución es cambiar la rueda por completo, cuando la profundidad de desgaste es menor a 1.6 mm (con esta medida no se pasará la pertinente ITV) o si se ve a todas luces que está demasiado desgastada por el uso que se le ha dado.
También ha llegado el momento de comprar nuevos neumáticos si se observan todo tipo de grietas, relieves o deformaciones en la goma de la banda de rodadura de esas ruedas de la moto o si una vez infladas la presión de inflado apenas dura. En este último ejemplo, el problema puede ser que por dentro se hayan desgastado.
Consejos prácticos
Cuando se den todas estas situaciones es obligatorio un cambio de neumáticos. Eso no quita con que, de forma complementaria, se puedan seguir una serie de consejos para alargar la vida útil de los mismos, como por ejemplo usar las ruedas adecuadas para cada tipo de terreno por donde se vaya a circular (no es lo mismo el asfalto que una pista forestal en mitad del campo) o mantener la presión recomendada por el fabricante.
Otras recomendaciones son no llevar un peso excesivo encima de la moto e intentar aligerarla al máximo, realizar (por medio de un profesional) un balanceo de las llantas para que se haga un reparto equilibrado de la masa por toda la rueda y se eviten vibraciones o hacer un rodaje previo de unos 100 kilómetros antes de exigir lo máximo a un neumático. También es una buena idea hacer frenadas y aceleraciones no demasiado bruscas, llevar una velocidad moderada y no usar productos de limpieza para las ruedas; con agua es más que suficiente para mantenerlas sin suciedad.