El mantenimiento de los mandos de la moto

El mantenimento de los mandos de la moto resulta esencial pues con el tiempo la suciedad puede hacer que lleguen a dejar de funcionar correctamente.

Josep Armengol.

El mantenimiento de los mandos de la moto
El mantenimiento de los mandos de la moto

Las motos cuentan con muchos mandos mecánicos, es decir de cables que deslizan por dentro de fundas: acelerador, embrague, incluso los frenos en aquellos modelos que cuentan con frenos de tambor (scooter pequeños sobre todo). En todos estos casos es importante contar con buena suavidad de accionamiento, y para ello es necesario que los cables estén limpios, lubricados y libres de óxido dentro de sus fundas: para ello el WD40 es ideal, porque precisamente reúne esas tres propiedades, es decir, la limpieza, la lubricación y la capacidad de eliminar óxido e incluso de desplazar el agua o humedad que se hubiera podido quedar en el interior de la funda.

La mejor manera de aplicar el WD40 a este tipo de mandos es aprovechando el envase a presión, por la fluidez del producto recién pulverizado: podemos aplicar el tubito hacia la entrada del cable en la funda, cubrirlo con un trapo y pulverizar mientras mantenemos cierta presión al trapo para que el producto tenga que salir hacia el interior de la funda. Moviendo después el cable en la funda conseguiremos que termine de penetrar, con lo que liberaremos la suciedad y óxido que se hubieran formado, y las partes quedarán lubricadas por la película final permanente.

Además de este tipo de mandos (cables con funda) en las motos hay varios mandos que se mueven sobre articulaciones, también susceptibles de endurecerse o griparse por el óxido o la suciedad: las manetas de mandos hidráulicos (freno y embrague), los pedales (freno y cambio), el acelerador… incluso piezas como el caballete o la pata de cabra. Todas estas articulaciones deben mantenerse en el mejor estado posible y, de nuevo, las propiedades penetrantes, limpiadores y lubricantes del WD40 lo hacen un producto ideal en estas aplicaciones. Bastará en estos casos un chorrito dirigido al eje de giro, seguido de unos movimientos del mando o articulación, para conseguir revivir la suavidad original del mando del que se trate. Y ya sabemos que unos mandos suaves no sólo hacen más placentera la conducción, sino que sobre todo ayudan a mejorar la seguridad.

En algunos casos, por ejemplo motos inmovilizadas durante un tiempo o las de campo, será interesante pulverizar más libremente la zona del mando (foto) para limpiar bien la zona y que quede libre de restos: después de pasar un trapo o cepillo para eliminar restos, la película lubricante y protectora del producto permitirá poder usar esos mandos con suavidad.

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