No cabe duda de que una de las cosas que más molestan a los dueños de motocicletas es que se produzcan arañazos en estas, especialmente en el carenado, ya que es la zona más vistosa.
Estos pueden producirse por roces con otros vehículos, por caídas cuando están aparcadas, por la acción de algún viandante o, claro está, por una caída conduciendo. Así pues, no todos los arañazos en la moto tienen la misma magnitud. Y esto quiere decir que para repararlos habrá que utilizar diversas técnicas dependiendo de la gravedad.
Arañazos leves
En el caso de que se produzcan arañazos leves, lo más habitual es emplear un lápiz para retoques. Como se puede esperar, al ser el método más sencillo no es el que mejores resultados ofrece, aunque cuando los arañazos no son muy profundos, puede servir.
El proceso es el siguiente:
- Se limpia la zona arañada hasta que quede libre de cualquier resto. Para ello se utiliza un paño húmedo.
- Se aplica el pincel de un color suave que sea similar o el mismo que el que tiene el carenado.
- Cuando se ha secado la anterior capa, se aplica el pincel con la pintura metalizada y se deja secar. Estas acciones se pueden repetir hasta que la reparación quede lo mejor posible.

Arañazos graves
Cuando los arañazos no son una simple raspadura y el propietario de la moto desea arreglarlos y dejar la moto tal y como estaba, tiene dos opciones: ir al taller o ahorrarse la visita llevando a cabo él mismo el proceso, que en este caso es algo más complicado:
- Se lija la zona del arañazo hasta que la intensidad del rayón sea la menor posible -si ha llegado a la imprimación, el proceso deberá ser diferente, ya que el arañazo se complica en ese caso-. Esta acción debe hacerse siempre en la misma dirección y con la misma fuerza, para que el resultado sea homogéneo.
- A continuación debe limpiarse toda el área y posteriormente secarse.
- Cuando la superficie está lisa y limpia (la última parte debe lijarse con una lija que sea muy fina), es el momento de aplicar la pintura, tratando en todo momento de que no se note el cambio de tono, claro está. Para ello habrá que observar el resultado desde todos los ángulos, pues hay ocasiones en las que la fuente de luz engaña. Cabe recordar que cuando se va a pintar una parte, debe taparse el resto del carenado.
Arañazos muy graves
Este tipo de rayones son los que llegan hasta el metal, superando la imprimación, la cual sirve para que la pintura se adhiera mejor. El proceso es similar al anterior, en el que habrá que lijar hasta dejar todo pulido, con la diferencia de que habrá que aplicar antes un spray de imprimación antes de aplicar el esmalte.
Conseguir un resultado perfecto es complicado, con lo que habrá que tener paciencia en cada una de las acciones que deben llevarse a cabo, desde la lija, hasta la pintura… y repetirlas cuando sea necesario.