Bartosz Zmarzlik: Uñas y dientes

Píldoras 2025, capítulo 19: Bartosz Zmarzlik, campeón del mundo de SpeedwayGP.

Bartosz Zmarzlik, campeón mundial de SpeedwayGP 2025, en el momento de su histórica victoria número 29 ante Brady Kurtz
Bartosz Zmarzlik, campeón mundial de SpeedwayGP 2025, en el momento de su histórica victoria número 29 ante Brady Kurtz

Al comenzar una temporada de cualquier campeonato de motociclismo, hay dos percepciones diametralmente opuestas sobre su hipotético desenlace. Una parte desde cierta igualdad, con un puñado de candidatos más o menos parejos en las apuestas al título. La otra arranca desde el más absoluto desequilibrio, con un piloto teóricamente tan superior a los demás que parece estar obligado a ganar desde el inicio.

Este año se ha visto con varios pilotos en lo que ahora la Federación Internacional de Motociclismo llama categorías Ultimate (las que son consideradas reinas dentro de cada disciplina): Marc Márquez en MotoGP, Toni Bou en TrialGP, quizás también Josep García en EnduroGP e, indiscutiblemente, Bartosz Zmarzlik en SpeedwayGP, la clase reina del apartado denominado ‘Track Racing’ por la FIM.

Curiosamente, las otras categorías superiores dentro del apartado se preveían más disputadas: el checo Ervin Krajcovic ha recuperado el cetro del flat track que cedió el curso pasado ante el estadounidense Sammy Halbert, el británico Zach Wajtknecht ha desbancado al alemán Martin Smolinski en long track; e incluso en Ice Speedway ya se intuía que el sueco Martin Haarahiltunen iba a sudar para defender su corona.

Lo que nadie podía atisbar era lo que iba a suceder en este 2025 en los óvalos de ceniza, donde el dominio del polaco Bartosz Zmarzlik no hacía sino aumentar año tras año: desde que el ruso Artem Laguta le batió por tres puntos en 2021 para impedir su tercer título consecutivo, no había dejado ni las migajas a sus rivales.

Bartosz Zmarzlik celebra su sexto título mundial de SpeedwayGP, el cuarto consecutivo
Bartosz Zmarzlik celebra su sexto título mundial de SpeedwayGP, el cuarto consecutivo

Se juntaban tres factores: su excelente nivel, la suspensión de los pilotos rusos y, conectando con esto, la ausencia de un rival regular que le plantase cara en el global de una temporada: en 2022 fue campeón con claridad ante el danés Leon Madsen, en 2023 pudo con el sueco Fredrik Lindgren pese a una descalificación y en 2024 arrasó ante el británico Robert Lambert.

Pese al tropiezo en la segunda cita del año, celebrada ante los suyos en Varsovia, su inicio de año presagiaba otro paseo para el de Szczecin, que ya había ganado la cita inaugural de Landshut y, tras vencer de nuevo en Praga, saldaba la doble cita de Manchester con un segundo puesto y otra victoria, elevando a 29 su récord histórico.

A mitad de año, tenía 12 puntos sobre el sorprendente australiano Brady Kurtz, que a sus 28 años estaba disputando su primera temporada completa y que logró ganar su primer GP en Gorzów ante el propio Zmarzlik. Y, lo que parecía una anécdota, se convirtió en un cambio de tendencia bestial, con Kurtz ganando también en Målilla, Riga y Cracovia.

Con varias segundas posiciones y rascando puntos en los sprints, Zmarzlik había logrado defender el liderato y llegar a Vojens con tres puntos, por lo que le bastaba ser segundo si Kurtz ganaba. Totalmente desmelenado, Kurtz ganó su quinto GP consecutivo -algo totalmente inédito-; pero Bartosz Zmarzlik defendió con uñas y dientes la segunda plaza para logra su sexto título mundial, el cuarto consecutivo.

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