No se le pueden poner puertas al campo. Pocas expresiones son tan gráficas como esa: es difícil imaginar algo más inútil que poner una puerta en medio de un campo abierto. Por muy grande que sea la puerta, al final la naturaleza encontrará la forma de abrirse paso hacia el otro lado para recuperar el tesoro más preciado que puede existir: la libertad.
Durante los dos últimos años, Peter Hickman ha sido un león enjaulado entre los preciosos barrotes del British Superbike. Un campeonato fantástico en el que lleva compitiendo toda la vida y donde se ha consolidado como uno de los grandes nombres, habiendo terminado en el top 10 de la general en siete de las ocho últimas temporadas con la única excepción de 2020.
Casualidad o no, ese 2020 coincidió con la cancelación de las road races por la pandemia. Incluyendo el Tourist Trophy de la Isla de Man, por supuesto. Un escenario que se repitió el pasado 2021, donde al menos pudo recuperar su gran nivel en el BSB para terminar quinto, cerca del cuarto puesto final de 2017 que tiene como mejor resultado.
Tampoco le estaba yendo muy bien en este 2022 hasta un arreón final con una victoria y cuatro podios que le permitieron terminar noveno y mejor BMW. La diferencia con los dos años previos es que ya habían vuelto las road races; porque, como decía Gata Cattana, la libertad no cabe ni en jaulas de plata blanca. Y su libertad es la isla.

Tras una NW200 decepcionante, Hickman se plantó en la Isla de Man para retomarlo donde lo había dejado. Las dos ediciones canceladas le habían impedido seguir escalando en el ránking histórico de triunfos, donde ‘solamente’ tenía cinco. Dos de 2018 y tres de 2019, donde se fue con un regusto amargo del Senior TT, que tenía ganado hasta que problemas mecánicos le relegaron a la segunda plaza.
Quizás, de haber corrido en 2020, hubiese tenido ganas de resarcirse. Sin embargo, tras dos años de espera, Hickman solamente quería disfrutar. Salir de la preciosa jaula del BSB a dar paseos por su isla como solo él sabe: más rápido que nadie. 39 segundos fue la diferencia que le endosó al segundo en la carrera de Superbike.
Ganó también en Superstock y logró su primera victoria en Supertwin, quedándose muy cerca de hacerlo en Supersport, donde añadió dos podios más. Solo faltaba el Senior TT, la cuenta pendiente. Además, sabía que Dean Harrison iba a darlo absolutamente todo para evitar otro segundo puesto, así que no se podía confiar. Iba a tener que apretar hasta la última vuelta.
‘Deano’, que no ganaba en la isla desde el Senior 2019, cumplió su parte. Se mantuvo cerca y en la última vuelta empezó a recortar. ‘Hicky’ ni siquiera se inmutó. Como si no se estuviese jugando el Senior TT, siguió apretando para lograr su cuarto trofeo… pero ninguno de ellas comparable a la mejor victoria: haber recuperado la libertad de volar por su isla.