Por regla general, los nombres más conocidos en el mundo del motociclismo son los pilotos. A fin de cuentas son ellos los que se juegan el tipo sobre las dos ruedas y son capaces de llevar a los límites unas máquinas fabricadas para correr. Por eso es más extraño que otros nombres permanezcan en el imaginario popular, como puede ser el de fundadores de equipos o el de diseñadores. Ese es el caso de Massimo Tamburini.
Para quien no lo conozca, Tamburini fue un diseñador de motos que dejó su impronta en marcas como Bimota, Cagiva, MV Agusta y, sobre todo, Ducati. ¿Y por qué su nombre es y será recordado? La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: porque diseñaba motos maravillosas.
Conociendo a Massimo Tamburini
Según contaba el propio diseñador, su pasión por las motos comenzó cuando vio una carrera del campeonato del mundo en el circuito de Monza. Corría el año 1961 y se quedó prendado por el sonido que emanaba de la MV Agusta de Provini.
Así que, poco a poco se fue haciendo un nombre a lo largo de los años a base de “tunear” motocicletas y que estas cada vez fueran más demandadas en la zona en la que vivía, la ciudad de Rimini, donde el interés por las dos ruedas estaba muy extendido.
En esta carrera por mejorar los modelos de fábrica, Tamburini creó su primer diseño en el año 1971, cuando cogió una MV Agusta 750 Sport y la transformó soldando él mismo hasta conseguir el resultado final muy satisfactorio.
Esta fama le abrió las puertas de Bimota Meccanica, donde comenzó una larga carrera como diseñador. El primero de los modelos fue la Bimota HB1 750. Y después realizó otros muchos, incluidos algunos para Suzuki o Kawasaki.
Una figura solicitada
La fama de Tamburini continuó creciendo, pero no llegaría a su culmen hasta después de dejar Bimota y recaer en el grupo Cagiva, para los que creó la Aletta Oro, la Freccia y la Mito en la década de los 80. Además, comenzó su andadura con las Ducati, diseñando la Paso de 1986, la 851, la 888 y la más importante de todas, la 916.
Muchos consideran a este modelo el más importante en la historia de Ducati, ya que supuso el relanzamiento de la marca. Y es que la 916 se llegó a convertir en una moto de culto -hoy en día se exponen los primeros modelos creados por Tamburini como ejemplo de ingeniería y diseño-.

Tamburini y Ducati
La Ducati 916 se comenzó a vender en el año 1994 y sus ventas estuvieron impulsadas por los éxitos que esta moto tuvo en el mundial de superbikes, donde dominó con mano de hierro obteniendo cuatro mundiales en cinco años, tres con Carl Fogarty y uno con Troy Corser.
Estos éxitos no solo hablaban por sí solos de la maravilla que había ideado Tamburini, sino que además catapultó a Ducati como fabricante top de motos de gran cilindrada. Es decir, Ducati se convirtió en sinónimo de velocidad. Y como ejemplo de ello se puede mencionar la película "Matrix Reloaded" del año 2003, donde aparecía una impresionante Ducati 998 Matrix Reloaded Edition.
Después de la venta de Ducati al Texas Pacific Group en 1996, Tamburini volvió a diseñar para Cagiva y también lo hizo para MV Agusta. De hecho, en esta marca volvió a dejar su sello con otra maravilla: la F4 750.